Capitulo 10: Graduacion.

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Piqué a la puerta de Dan y en menos de cinco segundos la puerta estaba abierta.

-¡VAMOS DE COMPRAAAS!

Dan llevaba dos bolsas enormes de la compra una a cada lado además de una sonrisa de oreja a oreja.

Fuimos a casa de Marc a buscarle y después nos dirigimos al centro comercial.
Nos bajamos en la parada de metro de Sant Andreu y caminamos unos diez minutos.
Al llegar al centro comercial pensamos a donde queríamos ir primero.
Después de recorrernos un total de 30 tiendas de ropa diferentes me compre unos pantalones y una camisa de botones blanca.
Paseábamos tranquilamente cuando de nos encontramos con Javi y Luna, que iban de paso.

Acabamos cenando hamburguesas en un restaurante japonés todos juntos.

Apoye la mano en la barandilla del puente y me dio calambre, toqué el brazo de Javi y le di calambre a él.
Estuvimos todo el puente intentando pasarnos electricidad estática y huyendo los unos de los otros, después, me fui a casa.
Estaba tumbado en mi cama cuando recibí un mensaje. Agarre el teléfono y mire el móvil, era Luna, me preguntaba si sabía algo de Javi, que a ella le había mandado un mensaje rarísimo, me preocupe.
A mi no me había mandado nada, me paso captura de el mensaje de Javi y seguimos hablando.
El mensaje decía "muchas gracias, te quiero"
Sería un mensaje normal en situaciones normales pero eran las tres de la mañana de un jueves en junio.
Le mande un mensaje a Javi preguntándole si estaba bien y no recibí respuesta.
Mis ojos ya se entrecerraban y acabé durmiéndome.

Mi madre me sacudió el hombro y abrí los ojos, se la veía preocupada o algo, no lo sé. Mire el reloj y eran las cinco.

-Me ha llamado la madre de Javi, están en el hospital.

-¿Que?

-Está ingresado.

-¿Que ha hecho?

-...

Me levante de la cama y baje las escaleras.

-Tenemos que ir.

-Has visto la hora que es, Marco?

-¡¿Y?!

Llegamos al aparcamiento del hospital y entre, hacia mucho frío y estaba en pijama pero no me importaba.
Entre a recepción y pregunté por Javier Pineda Hidalgo.

-Habitación 502, quinto piso, tiene visita?
Acelere El Paso hacia el ascensor mientras la recepcionista gritaba:
-¡Sin visita no puedes entrar!

Salí del ascensor y me dirigí hacia la derecha por los pasillos de luz fría. Le di un codazo a la puerta y entré.

Lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.
Vi a Javi, pálido, tumbado en la camilla del hospital, tenía un aparato en la punta del dedo y los brazos vendados
Apoye la cabeza en su regazo, llorando, cuando entraron unos enfermeros a la habitación y me agarraron de los brazos para sacarme.

Era el último día del curso,  no fui, me quede en casa esperando a recibir alguna noticia.
Aun que fuera mala.

Subí al tejado de mi casa y miré el anochecer, esta vez sin nadie al lado. Escuche el silencio de la tarde y cerré los ojos.
Empecé a pensar en todas las veces en las que Javi me dijo que me quería, entonces pensé en que no me había dicho nada a mi y le había mandado el mensaje a luna, mire el fuego del mechero mientras intentaba evadirme pero me queme el dedo.
Volví a entrar en mi casa y fui al baño, agarré la máquina de rapar y la enchufé para luego pasármela por la cabeza. Me miraba en el espejo mientras mi pelo caía en la pica del baño.
Al acabar, tenia el pelo al 2 con algún que otro trasquilón casi imperceptible.
Tire lo que antes era mi pelo a la papelera y me fui a dormir.
Al bajar a desayunar la mañana siguiente mi madre me pegó una bofetada.

-Con el pelo tan bonito que tienes vas y te rapas, vergüenza te tendría que dar.

No dije nada.

Salí de casa un rato después y cogí el metro al hospital, volví a colarme en la habitación de Javi, esta vez estaba despierto.

-Hola...
Dije.

Javi me miro mientras una lagrima le brotaba en el ojo izquierdo.

-Ojalá hubiera estado allí.
Seguí hablando.
Podría haber hecho algo.

-Lo siento.
La voz de Javi estaba rota.

-No te preocupes, estás bien.
Lo abracé y estuve con el un rato hablando, después, subí la última planta y mire la ciudad por la ventana, cuando me cansé baje y me fui a casa.

Una semana después Javi salió del hospital pero lo metieron en un hospital de día en el que estaba por las mañanas.

-Vaya vacaciones.
Dijo Javi.

-Pues si... Pero bueno, estamos juntos, eso es lo que mas importa.

Javi tiro la colilla del cigarro desde mi tejado a la calle y se tumbó, hice lo mismo y le abracé.
El cielo estaba nublado y hacía algo de viento.
Después bajamos a mi cuarto y nos dormimos.

Durante la tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora