Durante la tormenta

Capítulo 2: El

Después de picar algo le expliqué a Nico que a veces me desmayo por la cara y que no se tiene que preocupar, pasamos un rato hablando de videojuegos y de música, se le veía muy entusiasmado contándome sus cosas y eso me hacía sentir bien.
Encendió su play station 4.

-¿Jugamos?

Dijo mientras sacaba dos mandos de un cajón y me dejaba uno cerca.

-Va, a que?

Dije yo

-Pues lo que quieras mira juegos online tengo estos

Siguió hablando mientras me enseñaba los juegos que tenía, eran muchísimos, yo solo tengo como 6 juegos contados.

-ese mismo

Dije descentrado

-vale
Sonrío el mientras ponía el juego.

Jugamos por un rato y me ganó en la mayoría de partidas por no decir en todas, cuando vi que se hacía tarde le dije que debería irme a mi casa.

-vuelve mañana.

Dijo mientras cerraba la puerta.
Su casa no estaba muy lejos de la mía, estaba a un par de calles, camine hacia mi casa mientras escuchaba música, lo había pasado muy bien.

Al día siguiente volví a ir a casa de Nico después de las clases y estuvimos haciendo deberes.
Fui a su casa durante dos semanas, después empezamos a salir fuera, fuimos a centros comerciales, a ver películas al cine, a la playa. Cada vez estábamos más unidos y todo se sentía genial.

Estábamos en pleno invierno y ese año hacia más frío de lo normal, un dia, nevó y se cancelaron las clases así que Nico y yo fuimos a un parque cerca de mi casa a jugar con la nieve. Hicimos un muñeco y lo llamamos Alfonso, como a mi gato.
Nico se resbaló y se cayó encima de Alfonso así que hicimos otro muñeco y lo llamamos Alfonso II. En honor al primero. Ese día se me quedará grabado en la memoria. Nico estaba muy contento y me abrazo fuerte porque yo tenía frío.

A lo tonto, llegó el mes de marzo y mi cumpleaños.
Ana me felicitó en clase pero Nico no, no me preocupo, probablemente se le olvidase, por la tarde estuve celebrando con mis padres en casa hasta que picaron al timbre, me pregunté quién iba a ser, no habíamos pedido nada a domicilio, al abrir la puerta me sorprendió ver a Nico con un cuadro pintado por el mismo en las manos, me emocioné y me puse a llorar.
Cuando se me pasó la llorera, mis padres me dijeron que saliese con Nico y estuviese un rato por ahí, así fue, fuimos a pasear a un jardín que hay cerca de casa de Nico y después a un parque con un laberinto que no está muy lejos de nuestro barrio, había muchas estatuas y flores, nos sentamos en un banco y apoye mi cabeza en su hombro, el no dijo nada.

-¿Quieres quedarte a dormir a mi casa?

Le dije yo, que me surgió la idea de repente

-Claro, le pediré permiso a mi madre.
Me respondió entusiasmado.

Le mando un mensaje a su madre y después de poco tiempo le respondió diciéndole que si. Paso por su casa y recogió ropa de recambio y pijama.
Fuimos a mi casa y le preparé una cama al lado de la mía y cenamos pizza mientras veíamos la tele.

Nos dormímos tarde porque estuvimos hablando y criticando a gente de nuestra clase, por la mañana, me desperté con Nico tocándome el hombro diciéndome que me despierte.

Bajamos a la cocina y desayunamos mientras hablábamos en voz baja, mis padres se despertaron un rato después y se fueron de compras dejándonos solos en mi casa, estuvimos viendo Netflix y después, pusimos música y bailamos, nos estábamos riendo muchísimo.
Se escuchó un ruido altísimo, mire por la ventana y estaba lloviendo a mares mientras tronava. A mi, me da miedo el ruido de los rayos, así que Nico se quedó abrazándome un rato largo diciéndome que no pasaba nada.
En ese momento sentí una eufòria increíble, el calor que desprendían sus brazos me hacía sentír muy feliz y cómodo.
Definitivamente estoy enamorado.

Después de la tormenta, nos pusimos a cocinar galletas y, aún que se nos quemaron un poco, se podían comer, Nico sabía cocinar y se le daba súper bien.

Se fue a su casa y me quedé el fin de semana pensando en el. El 8 de marzo, día de la mujer, Nico salió a manifestarse por los derechos de la mujer así que yo salí con el.

Todo iba a mejor.