Capitulo 12: Huida-Parte 2

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El camionero nos dejó en un pueblo pequeño en algún lugar de Castilla y León.

-Javi.

-Marco.

-¿Porque sigues aquí conmigo?
¿Porque no me has delatado a la policía?
¿Por que no te has parado a pensar ni un segundo y has seguido hacia adelante?

-Porque te quiero.

Quise preguntarle el porqué de su amor por mi, pero tenía miedo de parecerle pesado.

Una lágrima me brotó del ojo.

-¿Donde estamos?

Pregunté.

-En un pueblo. ¿Cual? No lo sé.

Empezamos a caminar, y dejamos pasar el pequeño pueblo.
Bajamos por un pinar y cruzamos un puente de madera que crujía.

Acabamos en la orilla de un río con una cascada a un lado y rodeada de piedras.
Apoyé la cabeza en Javi.

-Hueles a sudado.

-Deberíamos bañarnos.

Me desnudé y me lancé al agua. Estaba helada, se me aceleró la respiración. Javi se lanzó al agua también y jugamos un rato lanzándonos el agua helada.

Nos dirigimos a la cascada y pusimos la cabeza bajo el agua. Agarre a Javi de la mano y le miré a los ojos.
Me agarró de la cintura y me acarició con la mano.

Me besó.

Seguimos caminando por unas horas cuando me empezó a rugir el estómago.

-Tengo hambre.

-Y yo.

-¿Ahora que hacemos? Esto no lo había pensado... Soy imbecil.

-Amor, no digas eso. Seguro que hay algún restaurante cerca de aquí.

Por el bosque, salimos a la carretera.

Caminamos por el lado de la carretera por 20 minutos aproximadamente hasta llegar a un area de servicio.

-Necesito ir al baño.
Le dije a Javi.

-Vale, yo voy a comprar comida y tabaco ¿vale?

-Vale, nos vemos aquí.

Camine por el costado del área de servicio y entre en el baño. Me puse enfrente de un urinal y me disponía a abrir la bragueta de mis pantalones cuando escuché una voz grave que venía de el lado derecho.

-Que guapo eres, ¿estás aquí solo?

Era un hombre gordo y de mal olor con una barba desproporcionadamente grande y con muy poco atractivo.

-¿Que quieres de mi?

-A ti, hermosura.

Se empezó a bajar la cremallera de la bragueta despacio.
Me acerqué a él.

Acercó los labios para besarme y cuando estaba apunto, pegué una patada en su flácida polla de forma que cayó al suelo, entonces le quité la cartera y el teléfono móvil.
Le pegué otra patada en los huevos antes de salir del baño y encontrarme con Javi que me esperaba.
Le conté todo y entró en el baño.
Después salió el hombre con el ojo morado y mi novio sonriendo detrás.

-Te amo Javi.

-Y yo a ti más.

Fuimos por detrás de la tienda y subimos al tejado del área de servicio, nos sentamos para ver el atardecer como hacíamos normalmente antes, sólo que en vez de verse los tejados de los chalés se veían las montañas mientras nos rodeaba una brisa suave.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2023 ⏰

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