Capítulo 1

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Hola soy Emily, una chica normal o así es como todos me ven, aunque yo no me veo así por el motivo de no poder usar estas estúpidas piernas, << Sí soy inválida >>.

Hay personas que creen que ir en silla de ruedas es "guay" pero se equivocan, no puedes caminar, correr, saltar... si no pudieran hacer eso no les parecería tan "guay".

Estoy en mi sofá cómodamente sentada sin poder cruzar las piernas como todas las chicas suelen hacer. Siempre he pensado en como sería enamorarse, algo que lógicamente no me ha pasado, la verdad no creo que a nadie le importe una inválida inútil...

Hoy es mi primer día de clase tras un verano largo y caluroso, volver al instituto me resulta agotador ,volver a tener que subir por el ascensor y ver como el resto de los estudiantes suben las escaleras desganados y con cara de sueño.

Nos fueron separando por grupos "A, B, C y D" a mi me toco el D, 2ºD, no me tocó las personas esperadas pero era una buena clase, un hombre larguilucho, viejo y sonriente nos acompañó a la que seria nuestra clase, el ''larguilucho'' es mi tutor se llama Alfonso Hidalgo Jerez.

Escogimos cada uno un sitio. Evidentemente a mi me quitaron la silla porque ya tenía una grande y cómoda silla de ruedas. No había nadie a mi lado, como es normal, el maestro me miró con cara de "no pasa nada" , pero yo ya estaba acostumbrada a esto, además estamos impares alguien tenía que quedarse solo.

-¿Nadie se va a sentar con Emily?- dijo el profesor con una sonrisita.

Todos se quedaron callados intercambiándose miradas como si lo que el profesor había preguntado fuese algo extraño.

-¿No pensáis hablar?Pero... maestro...es que somos impares así que uno tendría que quedarse solo de todas maneras... - respondió Alba, la niña que siempre tiene que opinar sobre todo, y tiene que saberlo todo.

Un profundo silencio rodeó toda la clase, el sonido de la puerta lo interrumpió.

-¡Toc, Toc! - Adelante, - cedió el profesor.

Hola, esta chica se perdió por el camino, es nueva.

La palabra nueva fue para mi como un signo de salvación, ¿ Podría ser esta niña mi futura mejor amiga?

Siéntate al lado de esa niña - el dedo del maestro señaló mi cara,esa niña iba a ser mi compañera de clase.

La niña se sentó a mi lado, fue una sensación rara, nunca nadie se había sentado a mi lado.

-¿Cómo te llamas? - le dije en voz baja.

-Sara - respondió también en voz baja.

-Yo soy Emily

-Encantada - me dijo con un pequeña sonrisa.

Más tarde el maestro empezó a pasar lista.

Cuando pasaron las horas, fui hacia la puerta de salida y encontré el coche de mis padres, que estaban esperándome para ir a casa.

Como siempre entusiasmados por saber como me había ido todo.

-¿Qué tal el instituto? - dijo mi madre sin poder resistirse.

-Bien mama, bien...

-Y...

-Y ¿qué? - dije intentado cambiar de tema.

-Pues.... ¿no hay algún chico...?

-¡ Qué ! Déjalo ya mama.

Mi madre al fin dejó sus estúpidas preguntas de siempre, y yo me quedé calmada sentada en el coche esperando a llegar a casa.

Cuando al fin llegamos mi padre me cogió en brazos me montó en la silla y me entró en casa.

Mientras mi madre hacía la cena, yo comencé a escribir en el diario que mi tía Tesy me había regalado en mi cumpleaños.

" Querido diario, hoy comienzo a contarte todas mis historias .

[10 - 4 - 15]: Hoy en clase vi a un chico que bueno... pues era guapo y eso , la cosa es que no paraba de mirarme, yo me estaba poniendo nerviosa porque se quedó fijo en mí. Podría decirse que me esta empezando a gustar ese chico. Por lo que parece se llama Gabriel ; es moreno, ojos azules. ¡ES PRECIOSO! Está un poco flacucho y es alto, es decir, casi al contrario que yo, soy rubia, ojos marrones y verdes , mediana y normalita de cuerpo.

De repente mi madre vino hacia mí y yo cerré el diario rápidamente y lo escondí detrás de mi espalda por que sabía que si mi madre me veía con el diario empezaría a hacer sus tontas preguntas de siempre.

-Hija, ya esta la cena.

-Vale mama...

-¿Qué estabas haciendo?Me puse un poco nerviosa y no pude contestar así que me encogí de hombros como diciendo "nada " .Cuando mi madre se marchó a la cocina me senté en mi silla, cogí el diario y lo guardé en una especie de caja fuerte que tengo detrás de un mueble.Sinceramente estaba deseando que fuera mañana para volver a estar en el instituto y volver a

ver a Gabriel.

Es PosibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora