Capítulo 14

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No podía creermelo, Gabi estaba llorando, ví como sus lágrimas caían, me estaba escuchando, lo sé.

Despúes de esto llegué a casa, cené y me acosté.

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La alarma me despertó, yo pegue un retemblido, como si no estuviese ya acostumbrada a esto, estoy sudando y un poco acelerada, como si hubiese estado corriendo, algo que es obvio que no puedo hacer, pero que es lógico que deseo hacerlo, mis padres ya me habían comentado algo sobre una operación, pero no se si estoy preparada para ello.

Después de unos largos cinco minutos eligiendo que ponerme, me decanté por unos vaqueros ajustados y una camisa de tirantes negra con las letras "What if I give you a kiss?" que significa " ¿Qué tal si te doy un beso?, esta camiseta simplemente me encanta.

Cuando mi madre me terminó de ayudarme a vestirme, mi padre me bajó a bajo y mi madre bajó la silla.


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Estoy en clase de Mates con el "larguilucho". Ashley está a mi lado.

-¿Sabes que un chico de tercero dice que le gustas?

-¿Enserio? y... quién es...- digo asombrada.

-Te lo diría pero es que me ha pedido que no te lo diga.

Yo arqueo una ceja como diciendo "¿enserio?" porque directamente se que no sabe guardar secretos a no ser que sea algo super mega personal, así que solo me ha bastado con ponerle unos cuantos pucheritos y un " porfi " para que estallase.

-Se llama Sam es un ruabizo con ojos azules y... " está petadísimo ".

-¿Rubio? ¿Enserio? no es mi tipo, puedes quedártelo si quieres, además sabes perfectamente que me van lo morenos...

-¿De verdad me lo dejas? que ilusión, pero... es que te quiere a tí.-dice poniendo pucheros.

-Aver... ¿Por que no me dices quien es y así puedo hablar con el?

-Vale.- sonríe.

Suena la sirena y nos dirigimos a buscar al tal Sam.

Cuando lo encontramos empieza a acercarse a nosotras.

La verdad es que si que está bien... pero amo a Gabi.

-Hola.- me apresuro a decir.

-Em... hola Emily.- dice con un tono nervioso.

Pobrecito a penas puede decir hola. Le sonrío.

-¿Podemos hablar a solas?.- digo dirigiendo la mirada a Ashley.

Sam y yo nos alejamos para que nadie nos oiga.

-Creo que tienes que contarme algo... ¿verdad?

-Sí... es que me... pues...que...

-Que ¿Qué?

-Que... me gustas.- dice aliviado.

-A ver Sam, como te lo digo, es que, a mí me gusta otro...¿vale?

-Eso a mí me da igual, se que puedes quererme.

Se me pone de rodillas y me dice:

-¿Quieres ser mi novia?

-No, Sam, no, te digo que no puede quererte, que en mi corazón habita otra persona, y por favor levántate del suelo, por favor. No puedo estar con alguien que no quiero así que le muestro una sonrisa forzada y me marcho.

Pero veo como mi silla se gira de repente y... me besa, yo me aparto rápidamente, le doy una bofetada tan grande que hasta a mí me dolió, luego le pedí disculpas, me limpie los labios, y esta vez me marché sin ninguna interrupción.

*********

Por la tarde me dediqué a sacarle a mis padres el tema de mis padres (los de verdad).

-A ver... quiero comentaos que lo he estado pensando mucho y... quiero conocer a mis verdaderos padres.

Ellos se miran.

-Hija... es que no puedes conocerlos...-contesta mi madre nerviosa.

-Pero ¿por qué, que razón hay?- digo insistiendo.

-Veras...-empieza mi madre, pero mi padre le corta.

-No, se lo contaré yo. A ver hija tu madre... murió cuando tú naciste, y tu padre no pudo soportarlo y... se suicidó. Y antes de morir le dejó a tú madre un papel de adopción ya rellenado por él y decía que por favor cuidásemos de tí, y que elijiéramos otro nombre para tí.

No pude evitar llorar, me abracé a mis padres. No puedo creer que nunca podré ver las caras de mis verdadero padres, pero si al menos tuviese aunque sea una foto, pero ni siquiera eso.

-Am... y en cuanto a la operación, si quiero operarme.- digo decidida.

Mi madre vuelve a abrazarme contenta. Ahora sé que aunque no sean mis padres de mi misma sangre, son mis verdaderos padres, porque son los que se han preocupado por mí, me han cuidado, me han dado cariño, y eso vale maś que la sangre que corre por nuestras venas.






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