Caerte en una fuente a las dos de la mañana con una persona que ni conocías era la cosa más vergonzosa que le había pasado a Izuku, pero aquel encuentro desencadenaría muchas cosas
Tanto buenas como malas y todo por una boda y unos ojos azules.
Dab...
En este mundo nacimos para morir, pero de ser así antes de que me muera hazme arde en tu amor.
SCYLLA_
Nacimos para morir
Capítulo 17
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—Kyoto, 23:41 pm
—Entonces no tenemos nada.
—No, aquel hombre fue contratado para matar a Kazuyu Suzuki, seguramente con la intención de callarlo —le explicó la rubia mientras bebía su jugo.
—Y no lo contrató en persona, le mandó un mensaje el cual Toga no puede rastrear y el dinero estaba repartido en diferentes partes de la ciudad —añadió el de ojos rojos mientras bebía aquella lata de cerveza.
—¡Joder! —exclamó el azabache pagando su enfado con una silla, la cual pateó tan fuerte que se rompió.
—El caso de el asesinato de tu hermano tiene muchos huecos —dijo la rubia poniéndose seria.
—Es cierto, si hubiera sido una mafia enemiga que buscaba destruir a tu padre, os hubiera matado a Shoto y a ti en ese momento. Además tú serías el blanco principal porque se supone que eres su sucesor —dijo el chico de pelo largo.
—Te dejaron vivo por alguna razón que desconocemos, además de que también está lo de Izuku y la mano. Ese chico no tenía nada que ver en esto, pero sin embargo le dijeron que se alejara de ti o se ahogaría y justamente le dejaron la mano de ese tipo —, hubo una pausa—. Hay algo que se no está escapando, si te quisieran hacerte daño a ti esa persona no hubiera dudado en matar a Izuku, pero no lo hizo.
—Creo que deberíamos buscar más cerca. Esto no va contra tu padre Touya.
—¿Entonces?.
—Esto va contra ti, alguien te quiere hacer sufrir, no matarte, quiere verte sufriendo —comentó el de ojos granate mientras lo miraba muy serio —. O tal vez ni eso.
—La persona que esté haciendo esto pareciera que nos conozca, se anticipa a cualquier jugada que hagamos, al matar a Kazuyu rompió la fina línea por la que nos acercamos. Con la muerte de ese tipo ha formado un hueco en la cadena, pero eso también nos dice que estamos demasiado cerca —dijo la rubia .
—¿Qué harás cuando encuentres al responsable? —cuestionó Shigaraki mientras dejaba la cerveza en la mesa.
—Al principio pensaba matarlo, pero se lo daré al viejo para que se encargue él —dijo el azabache encendiendo un cigarrillo.
—¿Y por qué ese cambio de pensamiento?.
—Está más que claro Shiga, el cambio de pensamientos se debe a un chico con pecas y cabeza de árbol —dijo la rubia con una gran sonrisa.
