Caerte en una fuente a las dos de la mañana con una persona que ni conocías era la cosa más vergonzosa que le había pasado a Izuku, pero aquel encuentro desencadenaría muchas cosas
Tanto buenas como malas y todo por una boda y unos ojos azules.
Dab...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si bien Izuku en su vida había hecho muchas locuras jamás pensó que llegaría a caerse en una fuente con un desconocido, vomitarle encima y de paso follárselo .
Hizo un triple.
Ahora el pecoso no podía ni mirar a la persona que comía delante suya, se acordaba perfectamente de cada suceso de la noche anterior desde el primer beso hasta la última embestida que Dabi había dado a su cuerpo. Joder que si lo había disfrutado.
-Oye, pitufo verde, vas a comer o seguirás en tu mundo de pitufilandia -dijo Dabi levantándose y dejando el plato sucio en el fregadero para volver a sentarse solo que esta vez al lado del pecoso.
-Lo siento estaba pensando en algunas cosas -el pecoso giró su rostro para que el otro no viera su rostro totalmente rojo.
-Y...¿En qué piensas Izuku? -, la voz de Dabi bajó unos cuantos tonos hasta volverse una voz baja pero ronca. Una de las manos del peli negro se posó en uno de los gruesos muslos del pecoso el cual se estremeció por aquel toque.
-Y-yo¡ah! -antes de que el pecoso empezara hablar sintió un pequeño apretón en el muslo, haciendo que soltara un gemido por aquel acto tan repentino.
-Que tal si hablamos luego.
Antes de que Izuku respondiera algo Dabi había quitado el plato de comida de la isla y ahora Izuku estaba encima de la isla con las piernas abiertas y un peli negro entre ellas.
-Dabi ¿Q-qué haces? -dijo el pecoso al sentir los cálidos labios de Dabi sobre su cuello .
-Besarte no es obvio -el pelinegro volvió a apretar los muslos del pecoso con sus dos manos mientras dejaba pequeños besos y mordidas en el cuello del más pequeño.
Izuku soltaba pequeños suspiros y gemidos más no detenía al peli negro, se sentía demasiado bien y su cuerpo le pedí más placer y contacto con la piel del peli negro. De repente el peli negro se separó de su cuello y miró con una sonrisa arrogante al peli verde, bajo sus manos hasta las rodillas del pecoso y separó más las piernas de este, lentamente se fue agachando sin quitar la mirada de aquellos ojos verdes y cuando estuvo en el suelo de rodillas acercó su boca a uno de los muslos internos del pecoso y lo mordió. Izuku gimió gustoso ante tal acto, mentiría si dijera que no le gustaba que Dabi dejará marcas por su cuerpo, le había encantado sentir los pequeños mordiscos y las succiones que Dabi le daba . Su pene palpita dentro de los bóxers que Dabi le había prestado junto una camiseta blanca tres tallas más grandes que la suya.
-Ya estás duro pecoso -hablo Dabi mientras acercaba su cara a miembro de Izuku el cual estaba cubierto por unos bóxers negros, sin esperar más Dabi cogió el elástico del bóxer y lo bajo tirándolo hacia algún lado, el miembro de Izuku apareció ante el chorreando pre-semen, con la mano izquierda cogió el miembro del pecoso y apretó el glande haciendo que Izuku se mordiera el labio para callar sus gemidos, con uno de sus dedos empezó a moverlo en círculos en la punta del pene de Izuku, las piernas del peli verde temblaron al sentir el toque en aquella sensible zona y mordió su labio fuertemente para no hacer mucho ruido.
