La vida en Borderland es desesperante para la mayoría de sus turistas, pero cuando la fé es sustituida por un amargo ansia de venganza, Borderland se convierte en el nuevo paraíso de los locos...
Pero, cuando esa ansia desaparece, y es sustituida nu...
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Cuatro meses antes...
Habían entrado a una tienda de productos capilares, llevaba un tiempo sin retocarse las raíces, las cuales estaban de un color azabache. Satō habia accedido a ayudarlo a cambio de que le cortará el pelo después, quisieron jugar al roll de cliente y peluquero, les hacía falta algo de normalidad en sus nuevas vidas, y divertirse haciendo cosas que hacían antes, serviría para que la cordura de ambos no desapareciera....
Actualmente...
Chishiya estaba estancado, de manera figurada, estancado en un mar de abrumadores sentimientos de los cuales no había sido consciente hasta que habló con su amiga. No era algo loco por su parte haberse enamorado del pelirrojo, era un chico bastante atractivo, tenía buen cuerpo, a pesar de no haberlo visto desnudo, y además...." Chishiya, por dios, voy a besarte...". Esto ya era una tortura en todas sus formas posibles. Había intentado buscar al chico, aunque fue solo eso, intentarlo, ya que lo único que hizo fue ir a preguntar al de la cafetería si había visto a alguien con arma por ahí, cosa que no era muy útil puesto que habían más de veinte paramilitares repartidos por allí. Estaba decidido a intentar conquistar a su Crush, la pregunta era cómo, por que si le preguntabas a él, no tenía ni idea.
El sonido de la puerta del cuarto se hizo presente, el albino miró al causante de aquel chirrido.
- Chishiya -. El nombrado se sentó en la cama, mientras miraba al chico expectante, hoy parecía ser su día de suerte.-¿Estás libre por ahora?-. El albino asintió, acompañado por un sonido de afirmación, el más bajo sonrió, extendió la mano en dirección al chico sentado, el cual la miró extrañado, no sabía qué quería que hiciera, y tampoco se atrevía a preguntar. - Vamos -. Movió el brazo de arriba hacia abajo.
Chishiya se levantó de la cama aún confundido, caminó hacia la puerta y metió las manos en los bolsillos. - Vale, pero no me lleves a ningún sitio raro..-. El pelirrojo sonrió más ampliamente, metió la mano que tenía extendida en el bolsillo del peli blanco y tiró de él, esto hizo que Chishiya se pusiera nervioso, aunque jamás lo admitiría, y su expresión serena no había cambiado.
Arashi sacó la mano de Chishiya del bolsillo, la cual estaba entrelazada con la suya, dejándolas expuestas a las miradas ajenas del pasillo. Se dió la vuelta sin soltarlo y comenzando a caminar hacia las escaleras arrastrando al albino. Chishiya no estaba mirando al frente, si no a su propia mano siendo envuelta por el chico pelirrojo, se dejaba llevar a dónde fuera necesario con tal de que no le soltara la mano, no quería admitirlo, pero el calor que le daba por la palma se extendía jugosamente por el brazo, y se sentía bien. El más bajo lo guío hasta uno de los cuartos más lujosos de la playa, paró frente a la puerta, mientras tomaba el pomo con la mano libre. Chishiya miró la puerta detenidamente, apretó la mano del chico, el cual se giró para mirarlo con interrogativas visuales.
