Capítulo tres

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Jungkook marcó el número de su mamá y espero a que respondiera mientras jugaba con sus manos, nunca antes había salido con amigos, eso lo llenaba de nervios.

— ¡Cielo! ¿Pasó algo grave? ¿Quieres que vaya a buscarte? —
La voz preocupada de su madre hizo que jungkook sonriera aliviado de saber que tenía un apoyo.

— No, nada de eso ma, ¿puedo quedarme? Estaré con unos amigos ─
Claro que estaba emocionado y se notaba en su voz, solo que también debía transmitir confianza.

— ¿Estás seguro? No quiero que te suceda nada malo. —

— Todo estará bien mamá, son cómo yo, no hay de que preocuparse. —

Luego de que su madre aceptara, cortó la llamada, saltando con felicidad en la biblioteca, junto a ambos chicos que le sonreían cálidamente.

— ¡Me dejó quedarme con ustedes! Pero, ¿que haremos? —
Con curiosidad miraba a los mayores que sonreían en complicidad, quizá le esperaba una tarde larga, llena de diversión por supuesto.

. . .

Taehyung ordenaba las cosas de su nueva vivienda en el secundario, si es que se lo podía llamar asi, aún no conocía a su compañero de cuarto y estaba rezando para que no llegara, después de todo era incómodo compartir el mismo espacio, en especial si lo único que había era un baño, un cambiador y una habitación.

Ya era demasiado tarde cuándo escuchó la puerta abrirse, observó rápidamente quién entraba mientras terminaba de colocar sus discos en la pared, reconociendo el blanquecino cabello y la pálida piel del muchacho con el que se había sentado antes, haciendo contacto visual de inmediato con aquellos ojos rojos.

Jungkook entró sin cuidado a su cuarto, creyendo que estaría solo, brincó involuntariamente cuándo hizo contacto visual con esos bonitos ojos color miel, casi hipnotizado por aquellos y algo asustado por la compañía inesperada.
– ¿Kim Taehyu..?
Murmuró tratando de recordar su nombre, quedándose estático en su lugar mientras observaba toda la parte del jóven decorada.

– Taehyung, soy Kim Taehyung –
Contestó con confianza, tirándose en su cama mientras veía paralizado al albino, cosa que le causaba un poco de gracia.
– Jeon Jungkook, ¿no? –

– Así es, soy Jeon Jungkook.. Un gusto –
Finalmente tuvo el valor de moverse, comenzando a quitar las cosas de su mochila, tratando de entrar en confianza aunque sus movimientos eran torpes.

– Vaya, así que somos compañeros de habitación, ¿será porque ambos somos nuevos? –
No pudo evitar sonreír al verlo tan nervioso, su blanquecina piel y su cabello resaltaban aún en la oscura habitación, que solo tenía una tenue luz iluminando aquellas cuatro paredes.

– Oh, si, quizá es eso –
Susurró sin motivo, no podía evitar sentirse intimidado con la presencia imponente del castaño y su mirada penetrante, se sentía demasiado observando.

Taehyung se quedó sentado en su cama mientras lo miraba detenidamente ordenar su lado, lo veía colgar algunos pósters de bandas que él también conocía, sonriendo enternecido al ver los bonitos muñequitos chiquitos que colocaba en sus estantes, junto con sus luces de colores amarillo suave y blanco.

– Apúrate, tengo sueño –
Bufó a modo de burla, largando una risita al ver como el de cabello blanco se ponía más nervioso y apresuraba sus movimientos.

– ¡Lo siento, ahora mismo terminaré! –
Alaró en voz baja, mientras se apresuraba en ordenar su cama, mirándolo avergonzando por causarle molestias, si era demasiado tarde, se había distraído por estar toda la tarde experimentando cosas con sus amigos.

– Ya, solo era broma, los armarios están en el cambiador –
Supuso que el joven blanquecino querría cambiarse antes de acostarse, por lo que le dió aquella información sin más, también esperando agarrar confianza con él.

Jungkook agradeció con la cabeza y se llevó su mochila llena de ropa hasta el cambiador, una vez allí solo buscó su pijama y una pequeña percha, colgó su traje luego de ponerse su bonito pijama, dejándolo allí junto con su mochila, caminando nuevamente hasta la habitación, apagando las luces y recostando se en su cama, su primera noche sería incómoda y ya lo tenía en claro.
– Entonces hasta mañana, Kim –

Taehyung lo escuchó y solo asintió con la cabeza, apagando su velador y tapando su cuerpo con las sábanas calentitas que tenía puestas desde hace rato, aprovechando para dejar su anillo en la mesita de luz.
– Igual Jeon, descansa –
Murmuró ya algo adormecido, no tardó mucho tiempo para que ambos jóvenes cayeran en un sueño profundo.

Delicioso // Vkook (Remodelando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora