Entre risas y tonterías el canario y yo salimos del baño después de terminar de ducharnos juntos, enjabonándonos el uno al otro. Pedri está únicamente en su pantalón corto de deporte y el torso desnudo, paseándose por mi casa. Me hace morderme el labio.
Yo en cambio he cogido ropa interior limpia y encima me he puesto la camiseta que él llevaba, obligándolo a quedarse como esta, ya que no tiene otra camiseta que ponerse. Su camiseta me llega a la mitad del muslo y huele a él. Sonrío cuando me doy cuenta.
Me dirijo a la cocina y saco una olla para poner agua a hervir. No soy muy buena cocinando pero sé cómo hacer unos macarrones. Mientras espero a que hierva el agua Pedri entra en la cocina y se queda mirando. Me da un repaso de pies a cabeza y sonríe.
-Te queda mejor a ti que a mi.- Me mira mientras se muerde el labio. Le guiño un ojo de forma pícara y me vuelvo a girar hacia la olla para darme cuenta de que el agua ya está hirviendo. Bea y Joel también van a cenar así que echo una gran cantidad de pasta.
Cuando no he terminado de hacerlo unos brazos me rodean desde atrás y me abrazan por la cintura. El moreno se pega a mí, y deposita su cabeza en mi hombro, dejando un pequeño beso en la zona y yo sonrío. Parecemos una pareja de enamorados. Sin embargo tengo la sensación de que ninguno busca amor, ni nada parecido. Mi cabeza duda y cuando estoy apunto de preguntarle sobre el tema, sobre nosotros, me corta.
-Creo que podría acostumbrarme a esto.- Me dice sin despegarse de mí, está con los ojos cerrados sobre mi hombro. Giro mi cabeza y le doy un beso en la mejilla y sonríe aún con los ojos cerrados.
-¿A qué exactamente?¿A que te haga macarrones?- Le digo para picarle un poco.
-A esto, al sexo en la ducha, a verte con mi ropa, a cenar macarrones juntos...- Mi estómago se retuerce ante sus palabras y me giro para mirarlo, pero sus manos siguen en mi cintura, solo que ahora estamos frente a frente. Dejo mis manos descansar en su pecho, dispuesta a preguntar, porque no estoy segura del sentido que tienen sus palabras.
-Pedri...- Empiezo a decir pero justo en ese momento la puerta se del piso se abre, junto con Bea y Joel entrando mientras hablan sobre cualquier tontería. Pedri y yo no nos movemos y mis amigos dirigen la mirada hacia nosotros y se callan abruptamente mientras abren la boca.
-Y una polla.- Dice sin darse cuenta Joel llevándose una mano a la boca con sorpresa y Pedri ríe.
-¡Joel!- Le grito por lo brusco que es. Él levanta las manos en señal de inocencia y Bea no se mueve del sitio, parece que hubiera visto un fantasma. Pedri no se separa de mi y me mira haciéndose el ofendido.
-¿No les has hablado a tus amigos de mí?- Me pregunta el canario en tono de broma mientras se lleva una mano al pecho indignado. Le pego un puñetazo suave en el pecho a modo de respuesta y nos separamos.
-¡Claro que sí! Pero no nos había dicho que estabas en casa desnudo.- Interviene Joel, que se acerca a pasos lentos y yo vuelvo a gritarle por lo garrulo qué es.
-O sea que sí que les has hablado de mí...- Me dice Pedri mientras me mira levantando las cejas intentando avergonzarme, sabe que lo consigue cuando no respondo y miro hacia otro lado.-Por cierto soy Pedri, un placer, y ahora me pongo una camiseta lo siento.- Dice mientras se acerca a mis amigos y les tiende la mano. Joel se la sacude y se presenta. Pedri repite la acción con Bea, a la cual le cuesta más procesar la información pero acepta su mano y se presenta también.
Me meto con Pedri a mi habitación para devolverle su camiseta y vestirme, seguidamente salimos de la habitación para volver con mis amigos. Los macarrones parecen estar listos y me dirijo hacia la olla mientras los tres se sientan en la mesa. Cuando preparo todo y sirvo los macarrones, mis dos amigos conversan animadamente con el canario y me hace sonreír. Han optado por normalizar la presencia de Pedri en casa y lo agradezco, siento que él estará más cómodo así.
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Caricias | PEDRI GONZALEZ //+18//
FanfictionHay veces que el deseo es tal, que somos incapaces de alejarnos aún sabiendo que tenemos que hacerlo. Nuestros cuerpos están hechos para estar juntos pero no nos interesa el amor de por medio.