CAPÍTULO 15

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Cuando me despierto intento ubicarme en la cama. Un brazo me rodea la cintura y cuando abro los ojos me doy cuenta de que es Diego el que se encuentra dormido plácidamente detrás de mí. Son las 7:30 de la mañana y todavía no me ha sonado la alarma para ir a clase, pero sé que no me voy a volver a dormir.

Intento levantarme con cuidado de no despertar a Diego, que parece tener el sueño lo suficientemente pesado. Recojo mi ropa del suelo, le robo a Diego un par de calzoncillos para no ponerme mi ropa interior y salgo de la habitación cerrando la puerta con cuidado. Me visto tranquilamente mientras le escribo a Joel para que venga a recogerme.

Busco por el salón un pequeño papel en el que dejarle una nota. encuentro un bloque de post-its en una estantería y agarro un boli de uno de los cajones. Husmeo en la cocina y le hago un par de tostadas. Cojo un post-it y lo pego en la mesa al lado de las tostadas.

"Buenos día grandullón, me he tenido que ir a clase pero te he dejado algo para desayunar con mucho amor. Escríbeme cuando te levantes. Besitos Jud"

Sonrío como una tonta con la ñoñería que acabo de hacer, y me dirijo hacia la puerta cuando Joel me llama avisando de que está fuera. Sin embargo, mi cuerpo se paraliza cuando abro la puerta del portal de Diego y veo un mini cooper verde enfrente de este. Sin pensarlo dos veces, antes de acercarme saco mi móvil y llamo a Joel.

-¿Qué pasa Jud?- Pregunta en tono inocente, y solo quiero estrangularlo.

-¿Que qué pasa?, has dicho que vendrías a recogerme.- Le digo intentando no gritar, todavía desde el interior del portal de Diego.

-Es que Bea se ha llevado el coche y Pedri se ha ofrecido a traerme y recogerte, y ven ya hacia aquí coño, que te estamos esperando.- Dice como si fuera lo más normal del mundo y yo solo quiero que la tierra me trague. Cuelgo enfurecida y me dirijo hasta el coche.

Abro la puerta de atrás y me siento en el asiento del medio, ya que Joel está en el lugar del copiloto con Pedri al volante. Reprimo mis ganas de gritarles, así que solo me cruzo de brazos.

-Buenos días a ti también Jud.- Dice Pedri mirándome a través del retrovisor, y yo le saco la lengua haciendo que se ría. Parece que nos estamos tomando en serio lo de ser amigos. Ruedo los ojos y Pedri arranca el coche.

-Hemos pensado que como no tenemos clases hasta dentro de un buen rato podemos ir a desayunar a alguna taberna.- Dice Joel mirando hacia atrás para buscar mi aprobación. Esto de que Pedri y él se lleven tan bien no sé si me convence.

-Vale, pero 10 minutos antes de la primera clase nos vamos.- Digo cediendo ante mis dos "amigos", que me miran expectantes desde delante.

-¡Oído cocina!- Dice Joel alto y claro y Pedri se ríe con su comentario mientras yo niego desesperada con la cabeza.

Después de unos minutos, Pedri detiene el coche en un barrio muy discreto, dónde hay una cafetería pequeña, pero muy bonita. Tiene terraza y aprovechamos el buen tiempo para sentarnos fuera.

-Bueno pues voy dentro a pedir y vuelvo.- Dice Joel después de habernos sentado en una mesa y haberle dicho lo que queríamos cada uno. Joel desaparece y me quedo sola con el canario, que me mira con una sonrisa divertida.

-¿Qué?- Le digo intentando parecer molesta. El canario solo se ríe de mí.

-Nada, que pareces nerviosa.- Me dice en un intento de burlarse de mí.

-Ah, perdona si no estoy acostumbrada a ir a desayunar con el tío que me estaba tirando hace unas semanas.- Digo intentando ponerle nervioso, pero no surte efecto.

-Técnicamente antes de ayer.-

-¡Pedri!- Le pego un golpe en el hombro y se ríe. Es un descarado.

Caricias | PEDRI GONZALEZ //+18// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora