Capitulo XV. Ellos

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(Recomendación musical: botella tras botella, aparecerá en escena)

Como pudo Min se las arreglo para cuadrar la disponibilidad de todos quedando sus sesiones en lapsos cortos, ya solo le faltaba la última que no sabia si Namjoon había accedido o tendría que trabajar con alguien más.

— Estoy dispuesto, Hoseok me ánimo— sin más soltó esa respuesta en una noche de trabajo. El menor simplemente llegó a la taqueria y se sentó en la "mesa de Jungkook" que ahora se había vuelto mesa de cualquiera de ellos cuando llegaba solo pues se habían acostumbrado gracias a Jeon.

—¿Qué? Dame un minuto— Min atendió rápidamente a los pocos clientes de la noche y con otra orden en mano tal como le gustaban a Kim, llego a la mesa.

El menor devoró los tacos en apenas un par de minutos para después explicarle que los chicos le habían estado animando de poco en poco durante ese tiempo, y aunque tenía miedo quería intentarlo.

El mayor estaba agradecido y le prometió a Kim que tendría paciencia. Además, de que hizo el trato de no presionarlo si al final se arrepentía. Quedaron para verse el día siguiente por la tarde.

¿Y qué tenía que ver la fortaleza con un pandillero? Pues tampoco lo sabía del todo sin embargo en su "época oscura", cuando fue parte de la pandilla del Garras había descubierto que su antiguo líder era alguien que podía ser un "mal ejemplo" pero eso no quería decir que iba a ser un cobarde si se atrevían a tocar a sus cachorros como los llamaba.

Aún cuando en realidad eran una pandilla tranquila dentro de lo que cabe pues en sí se dedicaban a grafitear, vagar un poco, practicar con las patinetas o patines y de vez en cuando tirar baldes de agua sucia a otros (según ellos solo cuando se lo merecían).

Bueno tal vez no eran tan tranquilos pero al menos no amenazaban a los demás, ni les robaban o consumían sustancias tóxicas. A lo más que llegaban era a hacer una fogata con períodico y cantar sin camisas mientras bebían cerveza sin alcohol cuando uno de los miembros cumplía su mayoría de edad pues sería su despedida. Una regla importante era salir de la pandilla cuando llegarán a ser mayores, siendo la única excepción el mismo Garras.

Por alguna razón aquel líder le había demostrado fortaleza pues aún haciendo cosas que no estaban del todo bien hacia la sociedad nunca se acobardo al momento de defender a sus cachorros, nunca les hizo perder su infancia ¿los había corrompido? Probablemente, pero para él significó mucho cuando se encontró sólo. Apenas estuvo un año en la pandilla pero gracias a eso pudo sobrellevar la pérdida de su abuela. Y aunque quisiera contactar a su antiguo líder sabía que ya no sería posible, ahora era un gran abogado que había dejado todo eso atrás.

Ahora bien, Namjoon se veía confiable, audaz, fuerte como un dragon y sensible como un golden retriever.

Él mismo había escuchado la historia de Kim, sabía cuánto había soportado. El desprecio que el mismo comprendía, las palabras hirientes y los prejuicios. Sabía cuán sólo se había sentido.

Namjoon era un joven solitario, un chico amante de la lluvia pues entre ella podía llorar sin que nadie lo notará, era el único momento en donde se permitía romperse para después de que las gotas cesarán volver a reconstruirse.

Joon tenía a Taehyung su hermano menor que siempre lo apoyaría y a Jin, su mejor amigo. No obstante fue hasta que conoció al resto fue que pudo descubrir que también podía "ser como los demás" a su manera, que tenía más cualidades de las que él podía ver.

Esos chicos le daban felicidad, verlos crecer con los consejos que les daba y que estos lo buscarán al igual que su Taehyung era reconfortante. A él le hubiera gustado tener a alguien así, más nunca se quejaria, solo disfrutaba de lo que tenía. Eso era fortaleza a los ojos de Min.

Solo universitarios (cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora