¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Conozco un sitio cerca de aquí, ven. —Le cojo la mano y la arrastro conmigo hacia un sitio que mis padres compraron hace alrededor de dos meses.
—Bienvenida a nuestro lugar seguro —le digo, contento.
Ese lugar era un sitio abandonado hasta que mis padres lo compraron y arreglaron. Ahora tiene una enorme biblioteca, una zona de videojuegos, otra de deporte, un pequeño jardín y otra simplemente para pasar el rato.
—Esto es increíble —habla Cassi mirando hacia la biblioteca—. En solo unos segundos he visto cinco libros que me encantan.
—Adelante, cógelos. —Sonrío metiendo mis manos en los bolsillos de mi sudadera.
—No, no puedo, son vuestros, yo...
—Ey, llévatelos, te los regalo. En mi familia nadie lee —reconozco encogiéndome de hombros.
—¿En serio? ¿Nadie? —pregunta como si fuera el mayor de los delitos.
—Nadie. —Abro los ojos como platos—. Inexplicable, ¿no? —digo con sarcasmo.
—No sabéis lo que os perdéis. —Se dirige a la estantería y coge un libro titulado Sol de medianoche.
—¿De qué va? —Quise saber.
—Es Crepúsculo desde la perspectiva de Edward Cullen.
—Oh, no sabía que existía esa versión.
—Ya, yo la descubrí hace unos meses. La relación de Bella y Edward era un poco tóxica, pero la historia mola. —Se ríe.
—Cuéntame más.
—No sabía que te gustaran estas cosas. —Sonríe.
—Y no me gustan, pero adoro la sonrisa que se te pone en la cara cuando hablas de ello —digo acercándome a ella involuntariamente hasta que hay muy poca distancia entre nosotros.
Escucho su respiración acelerada y sus ojos miran los míos fijamente. Miro a sus labios y ella a los míos hasta que terminamos besándonos.
Sus labios carnosos rozan los míos en un lento pero hermoso beso. Pongo mis manos en su cintura y sigo besándola, pero ella se separa.
—Esto no está bien —dice, nerviosa.
—Lo siento, yo... No sé por qué lo hice —me disculpo.
—Tienes novia, John.
—No sé qué me pasa, perdón. —En ese momento me doy cuenta de algo, yo nunca mencioné tener novia—. ¿Cómo sabes que tengo novia?
Ella se ruboriza y me mira a los ojos fijamente de nuevo.
—Al hermanastro de Liv le salió una foto en Instagram donde os besabais. Tres años de relación si no me equivoco. No sabes cuánto me dolió al saberlo —reconoce, entristecida.
—¿Por qué?
—Te lo he dicho con mil miradas, siempre que te veía me ruborizaba o me ponía tensa, nos acabamos de besar. ¿Necesitas algo más para saber que te quiero? —dice, nerviosa, y al darse cuenta de lo que ha dicho coge las cosas y se va. Voy a seguirla, pero la pierdo de vista.
Ahora sí la he cagado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
