Capítulo 24

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-¿Qué sucede Mikoto-san?, se ve estresada -la Uchiha asintió con angustia en su rostro -estoy preocupada, ayer por la tarde Izumi llamó a mi hijo con un mensaje anónimo, cuando él acudió creyendo que era una amenaza para el clan se encontró con la chica, Naruto lo siguió al verlo entrar al bosque, fue horrible chicas -las señoras la veían con sorpresa, era extraño que la señora dijera algo, pero en verdad se veía afectada -Izumi se dio cuenta que Naruto estaba viéndolos, besó a mi hijo a la fuerza, Itachi ya la había rechazado, está preocupado, hoy salió Naruto de viaje y no pudo arreglar el malentendido, ¿qué puedo hacer para ayudarlo? -la señoras comenzaron a comentar -esa chica es una zorra, ¿cómo se atreve a dañar así la imagen de Itachi-sama? debemos detenerla, no se preocupe Mikoto-san, no se lo permitiremos, le dejaremos caer un infierno -la Uchiha asintió con agradecimiento -gracias chicas, esa mocosa debe pagar por los problemas que quiere ocasionar, seguramente piensa que así quitará a Naruto como obstáculo y que Itachi la aceptará, eso es una tontería, mi hijo ama a su pareja -El acoso dentro del clan se extendió a la aldea causándole terror salir de su casa a la chica, el acoso hacia ella cada día era peor.

……

Itachi a diario estuvo mandando un cuervo a la entrada, no quería darle tiempo a su prometido de hablar con el Hokage, no quería dejarlo ir, estaban a dos días de comenzar el torneo, estaba seguro que ese día llegarían para que Naruto pudiera descansar un día antes de las peleas, ya era tarde, estaba por ponerse el sol cuando el sannin y el rubio cruzaban la entrada de la aldea, ambos platicaban mientras caminaban a la torre -estoy seguro que este torneo será tuyo renacuajo, no debes preocuparte, el chico Hyuga no es un reto para ti, el que me preocupa es Gaara, es un jinchuriki como tú -el rubio asintió de acuerdo -es verdad, Gaara quedó sin contrincante, quien gane el primer encuentro se enfrentará a él -Jiraiya asintió -usa las cadenas -Naruto estuvo de acuerdo -iré directo con papá, ¿puede avisar a Hokage-sama que me encuentro bien?, lo dejé un mes completo -Jiraiya sonrió -eso es perfecto renacuajo, yo iré mañana -el rubio sonrió, salió corriendo.

El pequeño pensaba después del torneo hablar con al sannin para anular el compromiso, no quería ocasionar problemas antes, ya mucho habría con el torneo, por ir emocionado a ver a su padre no sintió la presencia que lo seguía, entró con velocidad al hospital evitando el registro subiendo al piso de su padre por la pared, entró por la ventana, corrió por el pasillo. Al llegar el guardia lo dejó pasar, sonrió enorme -papá, regresé, aquí estoy contigo nuevamente -el pequeño se lanzó sobre el cuerpo de su padre siendo cuidadoso en un abrazo de felicidad, besó su rostro con emoción -te extrañé mucho, Jiraiya-san es increíble, me enseñó demasiado en este mes, aprovechamos los clones para abarcar más terreno, seguiré entrenando para perfeccionar, estarás demasiado orgulloso de mí, ya lo verás-

La puerta se abrió, cerró de golpe con seguro, esa habitación no tenía ventanas, Naruto giró de inmediato dándose cuenta quien estaba a su espalda, seguramente había ocultado su presencia y chakra para llegar hasta donde estaba sin ser detectado por su habilidad. Los ojos del Uchiha se veían molestos, su ceño marcado, el rubio se paró con cuidado, sus ojos se abrieron con algo de miedo -no me diste la oportunidad de hablar, te fuiste preocupándonos a todos -Naruto tragó pesado, bajó su rostro nervioso -ahora me escucharás y no te atrevas a querer huir -el pequeño asintió levemente -esa tarde recibí un mensaje anónimo, creí que mi clan estaba en peligro, así que acudí al lugar como indicaba la nota. Al llegar me encontré con Izumi quien trató nuevamente de obtener algo de mí, la rechacé y de repente se lanzó sobre mí jalando mi rostro, me besó, no lo esperé, traté de quitarme sin ser tosco, hasta que escuché tus pasos y la aventé, le reclamé y salí tras de ti, pero ya no estabas-

Naruto apretó el ceño, mordió sus labios sintiendo sangre en ellos, la mano de Itachi tomó su pequeño rostro desde su mentón suavemente -deja de lastimarte -el rubio zafó su rostro con el ceño marcado -no tienes que mentirme, sé que no me quieres, nuestro compromiso es sólo un arreglo entre tú y el Hokage, no diré nada malo, simplemente le pediré después del torneo a Jiraiya-san anular nuestro compromiso para que puedas ser feliz con quién tú elijas -Itachi apretó el ceño -no quiero seguir siendo un obstáculo en tu felicidad, sé que no quieres lastimarme, así que… -el rubio respiró hondo, soltó el aire lentamente, se estaba obligando a hablar, no quería dejarlo ir, lo amaba -yo mismo te doy tu libertad -los ojos del rubio se hicieron grandes y acuosos, el pequeño trataba de retener las lágrimas y ser valiente, si bajaba la mirada no le creería.

El Uchiha buscaba en su mirada, sabía que no quería decir esas palabras, afiló su mirada, sus manos se levantaron capturando las mejillas del rubio y acercándolo a su rostro para que lo viera y escuchara bien -no -Naruto abrió sus gemas aún más, amaba esa cercanía en la que se encontraban, su mirada se perdió un poco -no acepto que anules el compromiso, eres mi prometido y esa boda se realizará en cuanto cumplas dieciocho años, así que deja de decir estupideces, despídete y deja tu clon, nos iremos a casa ahora mismo -Naruto lo veía con sorpresa, negó, aún sin perderle la mirada, lágrimas comenzaron a salir de sus gemas -no, no entiendes, no quiero un matrimonio forzado, quiero que me ames de verdad, que me desees-

Itachi abrió sus onix con sorpresa al escuchar su grito -tú no me amas, es simple compromiso lo que sientes ¿qué no entiendes?, yo sólo- lamió sus labios -sólo quiero que seas feliz -el Uchiha lo observó con cuidado, acarició su pequeño rostro con sus pulgares suavemente, su frente la pegó con cuidado a la del rubio -¿por qué quieres algo que ya tienes? -Naruto lo vio con duda sintiendo con deseo su cercanía, los labios del mayor besaron suavemente los suyos, el rubio no se negó al beso, cerró sus ojos, lo amaba demasiado como para negarse a él, la lengua del Uchiha se coló en su pequeña boca saboreando lentamente su sabor, el pequeño se sentía en el cielo, trataba de seguir el ritmo del beso suave, sus lenguas bailaban un vals lento y necesitado, el aire comenzó a faltar, separaron sus labios tratando de tranquilizar su respiración, las grandes gemas lo observaban con adoración -no soy muy expresivo, habló en pocas ocasiones, pero creí que entendías, creí que te demostraba a diario cuánto me importas, cuánto me gustas, cuánto te amo-

Naruto abrió sus azules demasiado observando por primera vez angustia en los onix que a diario lo veían con una mirada en blanco, sus manos se elevaron lentamente y temblorosas aferrándose al pecho del Uchiha -yo, yo te amo demasiado Itachi, desde nuestro primer encuentro, desde la primera vez que me salvaste, te amé, yo creí que nunca me amarías, siempre pensé que eras demasiado para alguien como yo -Itachi besó sus labios suavemente con una ligera sonrisa -no digas estupideces, eres un ser hermoso y con un corazón enorme, ¿por qué no te amaría? -Naruto se sonrojó con una leve sonrisa -vamos a casa -el rubio asintió más tranquilo, feliz.

Naruto caminaba emocionado a su lado por la aldea, estiró su mano con algo de vergüenza, con su meñique sostuvo el del mayor, giró su rostro avergonzado. Itachi levantó una ceja con duda, sonrió casi imperceptible, dobló su dedo sosteniendo el del pequeño, al entrar al barrio, los saludaban con una sonrisa a ambos, el rubio los vio con sorpresa, antes de irse comenzaban a saludarlo, pero esas sonrisas y alegría al verlo, levantó su rostro viendo al mayor con cuidado -madre -Naruto ligero y tímido sonrió divertido. Al entrar a su casa Mikoto corrió, afiló su mirada, el rubio tragó pesado, la azabache abrió sus brazos, sonrió, el Uzumaki sonrió, la abrazó con cariño -nos tenías preocupados Naruto, no vuelvas a irte de esa manera -el rubio asintió -no lo volveré a hacer Mikoto-san -la señora jaló de él -ven aquí, hice un ramen especial para ti, ya verás, Teuchi-san esta vez no me vencerá -ambos sonrieron divertidos, comenzando a platicar -supongo si tiene un preferido -Itachi y Sasuke asintieron -tch mientras sea él, está bien -el líder lo vio con sospecha -¿no deberías estar con Kakashi? -Sasuke sonrió arrogante -me apuré para volver antes -Shisui sonrió divertido -¿tú también?, ¿no tenías misión fuera de la aldea? -el mayor sonrió arrogante y burlón -no te llevarás toda la atención del pequeño Naru-chan -Itachi afiló su mirada viendo como ambos se sentaban junto a su rubio, soltó el aire que retenía con frustración tomando su lugar.

Papá, vuelve a mi lado... (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora