XXII.

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Pedri González

El principio de la noche fue un poco un caos, entre mis dolores de espalda y las pesadillas de Luna, pero al final pudimos dormir bastantes horas. Tema pesadillas, Gavi tenía razón, su hermano tuvo una de esas pesadillas pero logré tranquilizarla, logré calmarla haciéndola sentir protegida, haciéndola sentir que no estaba sola. Luna después de tener esa pesadilla, se empezó a agobiar ya que hasta ese momento solo las había tenido enfrente de su hermano, pero antes de que me intentara explicar algo le dije que no tenía que darme explicaciones, que no pasaba nada, que no era algo que me asustara y que intentará volver a dormirse. No la deje abrazar ni un segundo en toda la noche, y la verdad es que tuvo sus frutos, ya que no volvió a tener otra pesadilla.

Para desayunar decidimos ir a una famosa cafetería que conocía ella, para desayunar un buen café con croissant. Luego estuvimos dando un paseo por la ciudad hasta la hora de comer, que volvimos al hotel. Yo me duche primero para preparar la sorpresa que quería hacerle a Luna mientras que ella se duchaba. Bajé al supermercado más cercano del hotel y compré mogollón de comida, sobre todo comida que le encantaba a ella, para poder hacer un picnic frente a la Torre Eiffel. También le compre un tiramisú pequeño y dos velas que formaban el número dieciocho, si, ya habían pasado más de dos semanas de ellos pero el viaje era por su cumpleaños y me hacía mucha ilusión verla soplar las velas en un lugar tan especial para ella.

-Ya estoy- dije cerrando la puerta de la habitación

- ¿Qué has comprado?- me pregunto desde el baño

- Ven y lo verás- le dije para ver lo guapa que estaba, más que para que ella viera las cosas

- Me hago la coleta y voy- me dijo mientras dejaba la bolsa en el suelo

- Tranquila voy yo- le dije yendo al baño

- Si no tienes nada- me dijo riendo cuando vio por el espejo

- Lo he dejado en el suelo, he comprado las cosas para comer- le dije mientras que me acercaba a abrazarla por detrás

- ¿Como que para comer?- me pregunto ella mientras que rodeaba su cintura con mis manos

- Hoy no comemos en un restaurante, hoy toca picnic enfrente la Torre Eiffel- le dije dándole un pequeño beso en su cuello. Levante la mirada y vi como sus ojos estaban llenos de felicidad

- Quien me diria a mi que el canario que ha estado vacilando durante una año me prepararia un picnic al lado de la Torre Eiffel- me dijo ella mientras me sonreía con la sonrisa más bonita que había visto en mi vida

- Esto se me da mejor que esconder mis sentimientos- le contesté riéndome

- Gracias por todo enserio- me dijo dándose la vuelta para poder mirarme directamente a la cara

- No me las tienes que dar, te lo he dicho mil veces- le dije mientras que colocaba mis manos en los bolsillos traseros de su pantalón

- Claro que te las tengo que dar, estoy está siendo increíble, no puedo pedir más- me dijo ella apoyando su cabeza debajo un poco más abajo que mi hombro

- Pues esta noche te tengo otra sorpresa preparada- le dije y volvió a mirarme

- ¿Otra?- me pregunto sorprendida

- Claro que sí- le contesté sacando las manos de sus bolsillos y llevándolas a su cara

- Te quiero- me dijo ella clavando su mirada de ojos color miel en los mios

- Y yo morena- le dije y bese sus labios que saben a cereza por el cacao que se había puesto antes

- ¿Te acuerdas de nuestra apuesta?- me pregunto cuando nuestros labios se separaron

Mis fotografías favoritas [Pedri González]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora