E S P E C I A L DULCES SUEÑOS

288 39 18
                                    


"LOS CELOS DE NEYEYAM"


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Nawi y Tuk se encontraban armando animadamente unos collares de piedras que habían recogido hace un rato. Todas de distintos colores, texturas y formas. Cada cristal representaba una característica de su portador, como su forma de ser, apariencia y personalidad.

—¿Para quién es ese, Nawi? —preguntó la menor con curiosidad.

—Para tu hermano... —respondió con timidez.

Tuktirey sonrió alegre y después de unos segundos volvió a preguntar —¿Y qué significado le diste?

—Fuerza, perseverancia, residencia y... —miro a la pequeña que la escuchaba con atención y prosiguió—. Amor. —confesó con las mejillas ruborizadas.

—Mi hermano ha estado hablando de ti todo el día. —Contó—. Ya nos tiene a todos cansados. —bromeo soltando una risilla.

—¿De verdad? —inquirió eufórica—. ¿Él habla de mí?

—Sí. —afirmo—. Esta enamora...

Y antes de terminar la oración, Neteyam apareció como si hubiera sido invocado. Saludo a las dos jóvenes con un beso en la cabeza y se ubicó al lado de su hermana. —¿Qué hacen?

—Collares. —contestó Tuk con simpleza e inocencia.

—Se ve divertido. —dijo el mayor acariciando las hebras de la menor y sin quitar los ojos de Nawi, la cual se puso nerviosa al notarlo.

—¡Yo ya me voy! —aviso la Metkayina poniéndose de pie.

—¿Ya? ¿Por qué tan pronto? —musito la pequeña con un puchero formado en sus labios.

—Eso. ¿Por qué tan pronto? —Repitió Neteyam como un niño.

—Recordé que tengo que ayudar a mi madre con algo importante. —excuso—. ¡Nos vemos! —se despidió como una bala y corrió lejos de allí antes de que la detuvieran.

...

En el camino, Nawi pensó en lo anteriormente dicho por Tuktirey. ¿En serio Neteyam hablaba de ella con su familia? Esa idea ponía sus pelos de punta y aceleraba su corazón con emoción. Rio al imaginarse aquel escenario y en lo divertido que sería presenciarlo. De pronto, sin siquiera darse cuenta, choco con el pecho de alguien más, dejándola de culo sobre la arena.

—¡Auch! —se quejó al recibir el impacto—. ¿Acaso no me viste pedazo de idiot..? —freno en seco al divisar de quien se trataba.

—Lo siento mucho, Nawi. —se disculpó Tswuey tomándola de la mano. Ella permaneció en silencio, totalmente apenada y limpiándose las piernas—. ¿Cómo has estado?. —refuto con una sonrisa linda en el rostro.

—Bien. —replico de forma cortante, puesto que no tenía ganas de hablar, y mucho menos con él.

El mayor se acercó a ella con intenciones de tocarla, pero esta se alejó con de un paso y confundida por las acciones del chico. —Oh vamos, Nawi. —hablo con un tono más bajo de lo normal—. Somos amigos, ¿O no? —cuestiono con un semblante decepcionado.

La nombrada alivio su cuerpo al ver la tristeza de Tsuwey y apaciguo su miedo contra él. Ya que, al parecer, no quería hacerle daño.

—¿Y tú como has estado? —reitero la menor con amabilidad, provocando que el mayor sonriera contento.

—Antes bien. Sin embargo, ahora estoy mejor al verte a ti. —declaro tomando las manos de Nawi con mucha delicadeza.

Ella sonrió con ternura ante sus palabras. Tswuey parecía un chico malo y bravucón, pero era todo lo contrario. Tan amigable, dulce y cariñoso que cualquiera se sorprendería al conocer su verdadero ser.

—Nawi. —Interrumpió Neteyam con firmeza y fulminando con la mirada al Metkayina.

—Net. —se separó de Tswuey y sonrió contenta al ver a su enamorado. Rápidamente, camino hasta él y tomo su brazo con dulzura—. ¿Qué pasa?

Al escuchar la suavidad de su voz, relajo su semblante y dirigió su mirada hacia ella. —Quiero decirte algo. —justifico, para luego volver su vista a Tswuey, quien observaba el momento con los puños cerrados—. Me la llevo. —declaro el Omaticaya con una sonrisa victoriosa al no recibir ningún reproche de la menor.

Pasearon en total silencio hasta la choza de los Sully, la cual se encontraba vacía, dándoles la oportunidad de charlar, o en este caso por parte de Neteyam, desatar su furia retenida.

—¿Qué estabas haciendo con ese imbécil? —interrogo.

—Neteyam, no digas groserías. —Corrigió Nawi.

—¿Por qué estabas con él? —volvió a preguntar, pero esta vez acercándose mucho más, con la voz ronca y el ceño fruncido.

—¿Estás celoso? —insinuó la menor con una sonrisa burlona.

—¡Sí, lo estoy! —vocifero enojado—. Estoy muerto de los celos, porque te tomo de las manos, porque sonreíste al escuchar sus estúpidas palabras y porque él quería ir más allá desde un principio. —delato arrinconándola en las falsas paredes y con un fuego notable en sus ojos.

—Neteyam...

—Dime que solo eres mía. —ordeno mirándola directamente y a centímetros de sus labios—. Dime que solo yo puedo tocarte y acariciarte, decirte palabras bonitas al oído y abrazarte durante las noches

Eso que todos sentimos y escuchamos, era su corazón bombardear con desesperación.

—Net, yo...

—Dímelo. —la interrumpió agarrándola por las caderas y atrayéndola hacia el de un solo tirón, pegando mucho más sus cuerpos temblorosos.

—Soy solo tuya, Net. Sola y exclusivamente tuya.

Y esa fue la luz verde para que atacara sus labios, uniéndolos en un feroz y necesitado beso. Compartiendo saliva y jugando con sus lenguas.





¡Buenas noches! Aquí les traigo un especial demasiado fuerte. Quiero aclarar que esto ocurrió mucho después de que ellos dieran su primer beso. En los siguientes episodios detallaré muy bien el desarrollo de su relación, así que no se preocupen.

Me despido por hoy, BYE BYE





SWEET DREAMS.  [Neteyam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora