Lizzie descubre que tiene flashbacks sobre su futuro en el que descubre que ella y todos sus nuevos amigos tienen una vida para nada buena en la que todos son personas malvadas y sin corazón.
Tendrá que tratar de ayudarlos en el pasado y descubrir e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
☯ Narrador omnisciente
La chica de pelo teñido era una caja de secretos.
Axa fue el nombre con el que se bautizó ella misma cuando tenía 6 años, ya que creía que su nombre real era realmente muy aburrido, así que siempre que se presentaba con alguien decía "Mi nombre es Axa". Los únicos que la llamaban con su nombre real eran sus padres.
En su infancia, Axa fue muy feliz. Desde siempre tuvo una imaginación gigante y constantemente se la pasaba soñando despierta, teniendo una visión inocente sobre la vida misma. Una visión en la que ningún ser humano tenía maldad en su corazón, creía que los villanos solo estaban en la telenovelas, pero esa ilusión terminó justo cuando se dió cuenta que la gente malvada también existía en la vida real.
Todo comenzó con el divorcio de sus padres, justo cuando ella tenía 12 años de edad, divorcio el cuál ganó su madre con la custodia completa tras un largo proceso en el que las peleas eran lo que más estaban presentes. Su pequeña familia se había roto, y ella estaba justo en medio. Empezó a odiar inconscientemente a sus padres por causarle su primera desilusión, a veces se sentía mal por eso, por odiar.
Pasó un año tras el divorcio, y su madre ya había encontrado a otro hombre. Durante días iba y venía de su hogar como si la casa ya le perteneciera. Eso realmente molestaba a Axa, porque el novio de su madre no le daba un buen presentimiento. Solía ser amable con ella y su madre pero por alguna razón a la chica no le pintaba absolutamente nada ese tipo, era como si esa amabilidad ocultara algo mucho peor.
- Estaba pensando que...como prácticamente ya somos una familia, Emilio debería mudarse con nosotras, ¿Qué te parece mi amor?- le preguntó su madre.
Axa volteó a mirar al hombre que la veía de una forma muy atenta, espectante, pero de forma perturbadora, como si un depredador estuviese viendo el siguiente movimiento de su presa. Pero a los ojos de su madre eso no era así, ella no veía lo que Axa veía en su mirada.
Al final Emilio terminó por mudarse con ellas, de todas formas no importaba lo que Axa pensara, después de todo la casa era de su madre.
Los días eran inquietantes, Axa no se sentía cómoda en su propio hogar.
Hasta que un día pasó lo peor.
Axa se encontraba lavando los platos, cuando de pronto Emilio entró a la cocina y sacó una cerveza del refrigerador, en ese momento ella ya se había puesto en alerta y sólo esperaba lo peor. El hombre se acercó a ella lentamente y le tomó un mechón de pelo, en aquel entonces todavía tenía su cabello natural. Trató de mantener la calma, rezó en su cabeza, y solo vio de reojo ese horrible rostro, esos ojos que constantemente la perseguían.
- Amanda- susurró mientras jugaba con su mechón de pelo- Tu nombre real es muy bonito, no sé por qué te lo cambiaste.
Sus piernas empezaron a temblar del miedo. Tal vez en ese momento podría haberle roto un plato en la cabeza y huir lo más lejos posible, pero se quedó congelada.
