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Extra inspirado en la fotito de JiMin 💖


—Me gusta tu cabello.— señaló YoonGi, pasando el cepillo por el largo cabello gris de JiMin.

—Siempre quise dejarlo largo, pero en la iglesia nos prohibían usarlo de esta manera porque era algo femenino.— comentó, viendo a su novio a través del espejo mientras balanceaba sus piernas en el banco que estaba sentado.

JiMin acababa de tomar una ducha instantes atrás y YoonGi no perdía la oportunidad para llenarlo de mimos, así que se ofreció a peinarle el cabello como varias veces ya había hecho.

Con el paso de los años su amor no se había agotado, en cambio, parecía crecer cada día un poco más y JiMin estaba muy feliz viviendo de esta manera.

Por su parte, YoonGi se encontraba orgulloso y satisfecho de ver que su pareja ya no estaba tan restringida como antes y realizaba las cosas que antes no por temor a dios.

Un claro ejemplo de ello era que se dejara crecer su grisáceo cabello, ya lo tenía al largo del pecho y sus rasgos se realzaban perfectamente en contraste. Todos los que lo veían creían que era una mujer, pero obviamente era un hombre y se había llevado comentarios fuera de lugar múltiples veces en la calle.

Sin embargo, JiMin no planeaba cortar su cabello, realmente le gustaba como lo tenía y se sentía más seguro de sí cuando YoonGi le decía lo hermoso que se miraba.

—No creo que se deban clasificar las cosas por género, hay mucha gente que ni siquiera tiene uno.— refuto, realizando una mueca inconforme.

JiMin asintió sonriente —Lo sé amor, eso me lo has enseñado con los años y por eso no pretendo cortarlo.

YoonGi se sonrojó al escuchar la dulce voz del menor llamándolo amor, no pudo evitar mostrar sus rosadas encías por la emoción que provocaba en su interior. No contestó nada más y dejó el cepillo en el mueble para admirar la belleza que era JiMin con su cabello largo, era tan perfecto y estaba tan orgulloso de él que solo pudo acercarse a besarlo.

—Yoonnie~— gimió el menor al sentir como la lengua del contrario probaba cada rincón de su cavidad bucal, se sentía tan bien y no habían hecho nada sexual en varios días porque seguía lastimado de su última vez.

—Perdón.— se disculpó YoonGi apartándose, aunque sus pálidas manos seguían ubicadas en la cintura de su pareja sobre la toalla que traía puesta.

—N-no, está bien, solo que... deberíamos hacerlo en el cuarto y en la cama.— aclaro JiMin un poco avergonzado por sus propias palabras.

A veces no podía decir lo que quería con exactitud porque no estaba acostumbrado, pero después de convivir tanto con YoonGi no era precisamente un inocente.

—¿Por qué no aquí? — preguntó el pelinegro riéndose por su forma de actuar, no veía tan diferente hacerlo en la sala o en el cuarto.

JiMin observó a su alrededor y fijó su mirada en las múltiples ventanas que tenía esa área de la casa, por una de ellas podía ver a la propiedad de los vecinos e incluso había otra que daba a la calle.

—Alguien podría vernos.— respondió con obviedad.

YoonGi no discutió con él, aunque le gustaba la idea de que alguien los observa y viera como tomaba a su ángel. Entonces lo cargó entre sus brazos y lo llevó hacia la habitación para poder su intimidad como deseaban. Le gustaba que JiMin se sintiera cómodo y adoraba complacerlo en todos sus caprichos.

Pero en cuanto se encontraban solos y en el acto, cambiaban los papeles, JiMin se volvía un sumiso atrevido y YoonGi un dominante sin piedad.

—Quítate la toalla para mí.— pidió el mayor, dejándolo frente a la cama para luego sentarse sobre el colchón.

𝓜𝔂 𝓻𝓮𝓵𝓲𝓰𝓲𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora