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Adrien o mejor dicho, Cat Noir estaba en su típica vigilancia nocturna. Observando los alrededores y tratando de recordar lo poco que había estudiado en la tarde, estaba en finales en la universidad y eso lo estaba estresando bastante.

Finalmente tomo un pequeño descanso sentándose en una chimenea de alguna casa.

Este suspiro cansado, estiró sus brazos y golpeó ligeramente sus mejillas.

— No te duermas.

Miró la oscuridad del cielo, iluminado por algunas estrellas. Sus ojos le pesaban y el sueño le estaba ganando.

De pronto, el brillo de un cartel publicitario lo sobresalto. Sorpresivamente miró el cartel casi enfrente de él, en este estaba la foto de una joven muy bonita, ella sostenía un celular en su mano mientras miraba a la cámara con una bonita sonrisa.

— ¿...Corby Brown? —leyó en voz alta, mirando el nombre que estaba debajo de la imagen de la joven, agradeciéndole su participación para la promoción—. Eres...muy guapa —fue sincero, alzando su pierna izquierda y recostando su brazo en esta, para luego recargar su rostro en su mano—. Y ahora estoy hablando con un cartel... —bufó—. Basta de tonterías, Adrien. A trabajar.

Se lavando rápidamente, tomando su bastón para impulsarse hacia un edificio lejano. Para luego empezar a correr mirando los alrededores, sonriendo con tranquilidad, al igual que las calles.

Luego de un rato de vigilancia, estaba por irse hasta que escuchó los chillidos y silbidos de varias personas. Fue corriendo rápidamente hacía donde provenían los gritos y de pronto se encontró con un gran grupo de adolescentes y personas adultas con carteles y algunos pequeños regalos en sus brazos mirando hacia una dirección en específico.

El rubio miro a la dirección en dónde todos veían y se sorprendió notablemente al ver a la joven que había visto en el cartel publicitario, caminando alrededor de guardaespaldas y saludando a las personas. 

Ella era más guapa en persona, aunque no podía verla bien, se notaba lo preciosa que era.

Adrien, sonrió al darse cuenta que no había peligro y antes de irse y armar más alboroto, miró de reojo a la castaña por última vez.

«Corby Brown», fue su último pensamiento antes de irse y finalmente caer rendido en la cama de su habitación junto a su kwami.

🐧

El rubio se encontraba realmente exhausto. Luego de sus finales había quedado agotado, físicamente y mentalmente. 

Solo quería llegar a su casa y descansar, pero sus obligaciones como hijo del mejor diseñador de París lo obligaban a ir a sus otras clases luego de la universidad.

— Hey, viejo —saludo, Nino. Empezando a caminar a la par de él—.  ¿Cansado por las finales?

— ¿Qué crees?

El moreno río, dándole unas palmaditas en su espalda.

— No eres el único, ayer amanecí estudiando otra vez.

— Me gustaría decir lo mismo —murmuró. El de lentes alzo una ceja.

— ¿Qué estuviste haciendo si no fue estudiar? —cuestiono, curioso. Pero antes que dejara responder al rubio, hablo nuevamente—. ¡Ya se! ¡Seguramente estuviste al pendiente de la llegada de Brown a París! —exclamó, emocionado.

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