Todo el mundo lo sabía.
Ambos llegaron a tomarse el tiempo de conversar en privado, expresaron sus sentimientos y finalmente dieron por afirmada su relación.
Acordaron en mantenerla en secreto, duraron aproximadamente dos meses a tres, sin que nadie se entere pero, los paparazzis eran persistentes. Y más teniendo en cuenta el vídeo que sacaron ambos cantando, y las fotos en dónde ambos salían posando para diferentes marcas, en revistas.
Eran la pareja más deseada por el público. No solamente en París, si no en el extranjero.
Tanto fans de Europa, Asia, Latinoamerica, entre más, deseaban que ese ship de pareja entre ambos fuera real.
Internet explotó cuando paparazzis filtraron fotos de ambos jóvenes saliendo de una tienda de ropa tomados de la mano. Ese día tampoco fueron tan discretos que digamos pero no esperaron ser fotografiados.
Finalmente, tuvieron que aceptar su relación públicamente. Ambos en sus cuentas de Twitter.
Su relación tuvo altos y bajos pero siempre lo supieron superar. Cómo bien decía cierto kwami, ella era el sol que necesitaba y necesito. Ella era la positividad que agradecía haber encontrado.
Cuando fue el momento de conocer a sus suegros tuvo que viajar a Estados Unidos. Estuvo tensó en todo momento antes de llegar pero el encuentro fue mejor del esperado.
Agradeció en cada momento mentalmente a ambos agradables señores por haber criado a tan encantadora y maravillosa mujer.
Al regresar a París, era momento que ella conozca a su padre. Aunque ya se habían conocido anteriormente, era la primera vez que se veían como yerna y suegro.
Y Adrien, cómo no, estaba muy nervioso. Incluso más que la castaña.
Tuvieron una cena tranquila, con diversos intercambios de palabras y halagos por la buena comida.
Al terminar, el rubio se ofreció a llevarla a su hogar, pues su guardaespaldas estaba de vacaciones y esa vez no podía acompañarlos. Su padre acepto y antes que el se fuera lo llamo y a Adrien casi se le va el alma.
— Es muy agradable, Adrien, y muy inteligente.
— ¡Si! —sonrió—. Ella es muy... —suspiró torpemente—, y sin duda es bastante inteligente. Tiene muchas cualidades, puedo afirmarte padre, que ella es muy maravillosa.
El hombre miraba atento a su hijo, escuchando cada una de sus palabras.
Al verlo mirarlo hablo.
— Era inevitable los Agreste tienden a ir por mujeres inteligentes —dijo, dando una pequeña sonrisa. Le había agradado.
Ese día fue increíble para Adrien.
Todo luego fue para mejor, a pesar de que a veces ella debía dejar París siempre regresaba. Siempre volvían.
A sus 26 años, casi 27, se había planteado una decisión. Llevaba semanas pensando en lo mismo y estaba casi seguro que quería hacerlo.
Lo había conversando con todos. Con Nino, con su guardaespaldas, con Plagg e incluso con la almohada de su habitación.
Era una decisión que los cambiaría a los dos y debía estar seguro. Y lo estaba.
Un paso muy grande estaba por tomar en su vida y quería hacerlo con la persona correcta. Quería dar ese paso con ella. Luego de tres años de relación, casi cuatro, lo había pensando.
Juntos habían desarrollado una conexión y una confianza única.
Y de hecho, ella sabía que era Cat Noir.
Fue muy sorpresivo para la joven saberlo pero finalmente termino apoyándolo.
Eso los unió más.
Ella al saber su alter ego solo lo mejoro. Fue la mejor decisión que el rubio podría haber tomado. La castaña en si, era muy comprensiva y al saber que su novio era un superhéroe que salvaba París, la hizo comprender mucho más su situación.
Ambos fueron más unidos luego de eso y más cuando de vez en cuando la castaña era salvada por él. A ella le encantaba su alter ego.
Corby Brown, fue, literalmente, la pizca de confianza, amor, iluminación y positivismo que le faltaba a su vida.
Por eso se planteó muchas noches esa decisión, no era algo que el quería tomar a la ligera.
Quería casarse con ella, primeramente quería tener en cuenta que podría cambiar y que no.
Lo primero era que, la llamaría esposa.
«Esposa», pensó con ilusión.
— Mi esposa —murmuró, sonriente—. Te presento a mi esposa —dijo, fingiendo sostener la mano de alguien—. ¿Ella?, es mi esposa —afirmó, burlón—. Hola, ella es mi esposa —sonrió, agitando su mano—. ¿Quién es la señorita?, mi esposa.
— ¿Adrien? —sonrió divertida la castaña. Mirando a su novio desde el marco de la puerta de su habitación. Había ido a verlo, fue divertido encontrarlo hablar solo y decir quién sabe que cosas—. ¿Qué estás haciendo?
— ¡Nada! —sonrió, nervioso. Definitivamente su prometida era muy escurridiza.
«Aún no es mi prometida...», pensó.
— ¿Estás seguro?
— Si, amor —respondió. Caminando hacia ella y abrazando su cintura. Ella paso sus brazos por su cuello—. ¿Cómo te fue en la entrevista? —dejo en un beso en su mejilla.
— Muy bien —sonrió—. Fue divertido.
El rubio se mostró feliz.
— Me alegro.
Ambos se miraron mutuamente. Finalmente, ella no puso resistirse y fue a dejar un corto pero amoroso beso en sus labios, los cuales el correspondió muy gustoso.
Al separarse, juntaron sus frentes. Mientras sonreían cómo bobos.
— Guapo.
— Preciosa.
Ella sonrió, dejando un pico en sus labios, mientras el reía.
— ¿Cómo te fue en el patrullaje de ayer?
— Bien —afirmó—. Todo en orden.
— Genial...
Adrien la miró curioso.
— ¿Pasa algo?
— Bueno, y si... —lo miró—, ¿salimos a almorzar?
El oji-esmeralda sonrió, dejo un beso en sus labios y se separó de ella. Fue a su armario y busco algún abrigo.
Antes que la castaña pudiera hablar, Adrien hablo antes.
— Esto es un si, cielo. No hay problema, siempre podemos ir.
— Sabes que estamos ocupados...
— Siempre podemos darnos un tiempo, ¿eso no tendrías que decírmelo tú? —sonrió, divertido.
Ella se quedó procesando sus palabras un momento, mientras el rubio solo podía reír por dentro.
— Tienes razón —rió, acercándose a su kwami que comía tranquilamente un queso Camembert mientras los escuchaba—. No es pregunta, amor, iremos a almorzar —acarició la cabecita de Plagg. El ronroneó.
— Esa es mi...chica.
«Esposa, sonaría mejor», pensó, mirando de reojo a su novia.
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ONLY FOR YOU
FanfictionAdrien Agreste empezó a sentirse estresado y agotado luego de tener que llevar su vida como superhéroe y estudiante universitario al mismo tiempo. Las horas no le alcanzaban y eso comenzaba a frustrarlo, por lo que empezó alejarse cada vez más de s...