𝘚𝘐𝘟𝘛𝘏 𝘊𝘏𝘈𝘗𝘛𝘌𝘙

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Del otro lado de la puerta de la sala le llegó el ruido que hacían los Dursley moviéndose aterrorizados y descontroladamente por la sala. Un instante después, Dudley entró en el recibidor como una bala, completamente lívido.

—¿Qué rayos fue eso? —preguntó Harry 

En el interior de la chimenea de los Dursley, que tenía empotrada una estufa eléctrica que simulaba un falso fuego, se oían golpes y rasguños.

—¿Qué es eso? —preguntó jadeando Petunia, que había retrocedido hacia la pared y miraba aterrorizada la estufa—¿Qué es, Vernon?—

La duda sólo duró un segundo. Desde dentro de la chimenea cegada se podían oír voces.

—¡Ay! No, Fred... Vuelve, vuelve. Ha habido algún error. Dile a George que no... ¡Ay! No, George, no hay espacio. Regresa enseguida y dile a Ron...—

—A lo mejor Harry nos puede oír, papá... A lo mejor puede ayudarnos a salir...—

Se oyó golpear fuerte con los puños al otro lado de la estufa.

—¡Harry! Harry, ¿nos oyes?—

Los Dursley rodearon a Harry como un par de lobos hambrientos. Harry jamas habia sentido tantas ganas de matar a alguien como sentía en ese momento

—¿Qué es eso? —gruñó Vernon—¿Qué pasa?—

—Han... han intentado llegar con polvos flu —explicó Harry, tratando de calmarse y evitar que su tono de voz saliera mas venenoso—Es una manera de viajar entre chimeneas—Explicó mientras se acercaba a la chimenea para hablar con el señor Weasley.

—Señor Weasley, ¿Puede escucharme?—preguntó Harry mientras mordía fuertemente su lengua para evitar que el tono venenoso laiera de su boca

El martilleo cesó. Alguien, dentro de la chimenea, chis tó: «¡Shh!»

—Soy Harry, señor Weasley, La chimenea está cegada. No podrán entrar por aquí—

—¡Maldita sea! —dijo la voz del señor Weasley—¿Para qué diablos taparon la chimenea?—

—Tienen una estufa eléctrica —explicó Harry tratando de que la exasperación no se notara en su voz

—¿De verdad? —preguntó emocionado el señor Weasley—. ¿Has dicho ecléctica? ¿Con enchufe? ¡Santo Dios! ¡Eso tengo que verlo...! Pensemos... ¡Ah, Ron!—

La voz de Ron se unió a la de los otros.

—¿Qué hacemos aquí? ¿Algo ha ido mal?—Harry rodó los ojos ante la estúpida pregunta

—No, Ron, qué va —dijo sarcásticamente la voz de Fred—Éste es exactamente el sitio al que queríamos venir—

—Sí, nos lo estamos pasando en grande —añadió George, cuya voz sonaba ahogada, como si lo estuvieran aplastando contra la pared.

Harry casi se ríe por el tono y el contenido que acaba de salir de la boca de los gemelos casi a Harry solo le caian un poco mejor los gemelos y Percy (y por alguna extraña razon sentia que los hermanos mayores del clan Weasley le caerían mejor que los menores del clan)

—Muchachos, muchachos... —dijo vagamente el señor Weasley—Estoy intentando pensar qué podemos hacer... Sí... el único modo... Harry, échate atrás—

Harry se retiró hasta el sofá sin querer quedar con alguna herida, en cambio Vernon dio un paso hacia delante demostrando ser más estúpido de lo que Harry pensaba.

—¡Espere un momento! —bramó en dirección a la chimenea—¿Qué es lo que pretenden...?—

¡BUM!

La estufa eléctrica salió disparada hasta el otro extremo de la sala cuando todas las tablas que tapaban la chimenea saltaron de golpe y expulsaron al señor Weasley, Fred, George y Ron entre una nube de escombros y gravilla suelta. Petunia dio un grito y cayó de espaldas sobre la mesita del café. Vernon la cogió antes de que pegara contra el suelo, y se quedó con la boca abierta, sin habla, mirando a los Weasley, todos con el pelo de color rojo vivo, incluyendo a Fred y George, que eran idénticos hasta el último detalle.

—Así está mejor —dijo el señor Weasley, jadeante, sacudiéndose el polvo de la larga túnica verde y colocándose bien las gafas—¡Ah, ustedes deben de ser los tíos de Harry!—

El señor Weasley extendió su mano de manera educada (algo que Harry aprobó bastante) hacia Vernon pero este solo arrastro a su esposa e hijo lejos del mago pelirrojo mirando con incredulidad al hombre.

El señor Weasley ofreció una disculpa por el desastre que acaba de hacer y de paso también explico el porque, pero los Dursley no entendieron ni una palabra de lo que el Señor Weasley dijo.

—Hola Harry ya tienes tus cosas empacadas?—Pregunto dándole una mirada al azabache

—Si, mi baul esta en mi habitación —Respondió en tono tranquilo combinado lo con amigable puede que pensara muchas cosas de los Weasley pero no iba a ser maleducado 

—Vamos por él —dijo Fred de inmediato. Él y George salieron de la sala guiñandole un ojo a Harry. 

A Harry se le colorearon las mejillas de un tono rosado entre otra de las razones por las que les caía bien los gemelos era que eran supremamente guapos siempre lo dejaban sin palabras y con el rostro muy caliente.






𝘛𝘩𝘦 𝘚𝘦𝘳𝘱𝘦𝘯𝘵 𝘪𝘯 𝘓𝘪𝘰𝘯'𝘴 𝘋𝘪𝘴𝘨𝘶𝘪𝘴𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora