𝘛𝘞𝘌𝘓𝘍𝘛𝘏 𝘊𝘏𝘈𝘗𝘛𝘌𝘙

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—Ludo me cae muy bien —dijo el señor Weasley en un tono afable—Es el que nos ha conseguido las entradas para la Copa. Yo le hice un pequeño favor: su hermano, Otto, se vio metido en un aprieto a causa de una segadora con poderes sobrenaturales, y arregle todo el asunto...—

—Desde luego, Bagman es una persona muy agradable —repuso Percy desdeñosamente—pero no entiendo cómo pudo llegar a director de departamento. ¡Cuando lo comparo con el señor Crouch...! Desde luego, si se perdiera un miembro de nuestro departamento, el señor Crouch intentaría averiguar qué ha sucedido. ¿Sabes que Bertha Jorkins lleva desaparecida ya más de un mes—

El señor Weasley y Percy se enfrascaron en una conversación que de verdad a Harry no le importa mucho hasta que Percy mencionó algo que sucederia despues del mundial, algo "super secreto" que no se note la ironio con la que paso ese pensamiento en la cabeza del azabache.

Ron puso cara de resignación y les susurró a Harry y a Hermione:

—Ha estado intentando que le preguntemos de qué se trata desde que empezó a trabajar. Seguramente es una exposición de calderos de culo delgado—

Harry se mordió la lengua para evitar soltar un comentario hacia el pelirrojo menor

En el medio de la mesa, la señora Weasley discutía con Bill a propósito de su pendiente, que parecía ser una adquisición reciente.

—... con ese colmillazo horroroso ahí colgando... Pero ¿qué dicen en el banco?—

—Mamá, en el banco a nadie le importa un comino lo que me ponga mientras ganen dinero conmigo —explicó Bill con paciencia.

—Y tu pelo da risa, cielo —dijo la señora Weasley, acariciando su varita—Si me dejaras darle un corte...—

—A mí me gusta —declaró Harry, que estaba sentada al lado de Bill—Con todo respeto señora Weasley usted está muy anticuada. Además, no tienes más que mirar el pelo del profesor Dumbledore...—dijo con una sonrisita

Bill le dio una mirada agradeciéndole al azabache.

Junto a la señora Weasley, Fred, George y Charlie hablaban animadamente sobre los Mundiales.

—Va a ganar Irlanda —pronosticó Charlie con la boca llena de patata—En las semifinales le dieron una paliza a Perú.—

—Ya, pero Bulgaria tiene a Viktor Krum —repuso Fred.

—Krum es un buen jugador, pero Irlanda tiene siete estupendos jugadores —sentenció Charlie— Ojalá Inglaterra hubiera pasado a la final. Fue vergonzoso, eso es lo que fue.—

—¿Qué ocurrió? —preguntó interesado Harry, lamentando más que nunca su aislamiento del mundo mágico mientras estaba en Privet Drive. Harry es un apasionado del quidditch; o bueno lo era estaba seriamente pensando en salir del equipo y concentrarse más en sus estudios. Y pensando en estudios tiene que ir al callejón diagon a comprar sus cosas, sacar dinero de su bóveda e ir a hablar con un duende llamado Gornuk algo sobre su herencia y testamentos decía la carta la cual estaba sellada con un sello color dorado el cual casi parecía oro fundido.

—Fue derrotada por Transilvania, por trescientos noventa a diez —repuso Charlie con tristeza— Una actuación terrorífica. Y Gales perdió frente a Uganda, y Escocia fue vapuleada por Luxemburgo—

Antes de que tomaran el postre, helado casero de fresas, el señor Weasley hizo aparecer mediante un conjuro unas velas para alumbrar el jardín, que se estaba quedando a oscuras, y para cuando terminaron, las polillas revoloteaban sobre la mesa y el aire templado olía a césped y a madreselva. Harry había comido maravillosamente y se sentía en paz con el mundo mientras contemplaba a los gnomos que saltaban entre los rosales, riendo como locos y corriendo delante de Crookshanks.

Ron observó con atención al resto de su familia para asegurarse de que estaban todos distraídos hablando y le preguntó a Harry en voz muy baja:

—¿Has tenido últimamente noticias de Sirius?—

Hermione vigilaba a los demás mientras no se perdía palabra.

—Sí —dijo Harry también en voz baja—dos veces. Parece que está muy bien— 

Harry por un instante, estuvo a punto de contarles a Ron y a Hermione que la cicatriz le había vuelto a doler y el sueño que había tenido... pero decidió no decirles porque entonces querría contarle a Dumbledore y él personalmente quería ver al viejo muerto.

—Mirad qué hora es —dijo de pronto la señora Weasley, consultando su reloj de pulsera—Ya tendrías que estar todos en la cama, porque mañana os tendréis que levantar con el alba para llegar a la Copa. Harry, si me dejas la lista de la escuela, te puedo comprar las cosas mañana en el callejón Diagon. Voy a comprar las de todos los demás porque a lo mejor no queda tiempo después de la Copa. La última vez el partido duró cinco días—

—Muchas gracias señora Weasley, pero me gustaria ir a mi tengo unas cosas que hacer en el callejón diagon  —dijo Harry.

𝘛𝘩𝘦 𝘚𝘦𝘳𝘱𝘦𝘯𝘵 𝘪𝘯 𝘓𝘪𝘰𝘯'𝘴 𝘋𝘪𝘴𝘨𝘶𝘪𝘴𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora