11. Pide un deseo

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⚠️ Advertencia: el siguiente contenido hace mención de temas que podrían ser sensibles u ofensivos.

Si alguien le preguntara en ese preciso instante si le atraía la chica a la que acaba de besar, la respuesta sería sí. Era linda, carismática, graciosa e inteligente, era un 10 como Ansu decía. Un plus era que besaba bien. Pero hay que ser honestos, cuando Pedri bebe llega un momento en el que medio mundo es un 10. Tal vez por eso pensó que hasta podría besar a Gavi, sí esa debe ser la explicación, el alcohol. Gavi es su amigo y no solo eso su extraño amigo homofóbico, nunca le besaría de esa manera para evitar jugar con sus límites. Pero tal vez ya lo estaba haciendo sin quererlo.

Después de jugar a la botella notó que Pablo lo evitaba como la peste, estaba enojado y no sabía por qué. Se preguntaba si de repente hubiera desarrollado telepatía descubriendo ese efímero pensamiento que tuvo sobre besarlo. Imposible, pero cuando el alcohol toma control de su mente toda clase de ideas se vuelven posibles. Tal vez fue la forma en la que lo vio o como sus mejillas se encendieron con el simple pensamiento o esa sonrisa de idiota que se le salió cuando sus miradas se encontraron. Imposible, entonces ¿por qué no le encuentra en ningún lugar?

—¿Has visto a Gavi?—Se asomó por la cocina donde solo se encontraba Ansu después de que su hermano echara a todo mundo del área. Si había algo que protegería del caos sería la cocina.

—¿Qué?—Preguntó sin despegar sus ojos de su móvil. Parecía muy centrado en la pantalla con una expresión seria. El canario se acercó curioso encontrándose con fotos de joyería y una camiseta.—Hasta la jodida camisa se llevaron.—Ahí los engranajes en la cabeza de Pedro empezaron a funcionar recordando que durante el derbi robaron en la casa de Ansu mientras su familia se encontraba ahí mismo viendo el partido. Esa camiseta que la policía recuperó fue la primera que llevaba el 10 en la espalda desde que esa temporada heredó el dorsal de Messi.

—Sabían que en unos años valdría más que sus casas.—Bromeaba pero Ansu solo atinó a hacer una pequeña sonrisa.

—Lo dudo. A lo mucho habrá un monto de ellas en los almacenes de las tiendas juntando polvo para cuando la joyita sin brillo de La Masia esté perdida en alguna liga de mala muerte con la carrera acabada a los 25 años por incontables lesiones. Ufff ya me vi.

—No digas eso.—A pesar de que Ansu reía a Pedri no le hacía ni un poco de gracia.

—Estoy bromeando—Alargó la "o" como si fuera obvio. Siempre ha sido así, reía en lugar de llorar y ocultaba sus penas en el humor. Decía cosas serias entre chistes para no pensar y sentirse mal con todo su historial de lesiones. La más reciente lo dejó casi un año fuera de las canchas de fútbol y ahora que regresó se acaba de lesionar de nuevo.

—Ni de broma.—Pedri sabía que no era el único pasándola mal en el equipo. Cada uno tenía sus propias batallas y cada quien lidiaba de forma diferente con la presión. Fati la debería tener peor que él cargando con un dorsal que nunca pidió y solo le quedó aceptar cuando ya estaban anunciándolo. Su renovación reciente junto a la Pedri fue el caramelito que les aventó a los socios y a la afición para que dejaran de ladrar. Pero aquí están, sus dos star boys más rotos que nunca embriagados y bromeando sobre sus desgracias.

—Ansu—Por alguna razón le palmeó el hombro llamando su atención como si no estuvieran uno al lado del otro.—¿sabes a qué edad deja de crecer el cuerpo?

—¿17 años o 18? Yo que sé.—Le contestaba sin entender con que intención le preguntaba eso. Tal vez el alcohol ya le estaba haciendo efecto cruzándole cables y cambiando de temas—¿cuando?—Terminó cuestionándolo al encontrarse con sus ojos serios.

VICEVERSA || Pedri • Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora