21. ¿Sentir o pensar?

2.8K 202 123
                                    

Gavi y Pedri subieron la mirada del móvil con el contacto de Xavi al escuchar el cerrojo de la puerta abrirse. Se quedaron quietos por un momento como en un duelo por ver quien de los tres hace el primer movimiento y fue Pablo el que presionó el botón de llamada. En un parpadeo la puerta se abrió y una mano veloz le arrebató el móvil antes de volver a cerrar la puerta.

—¡Eh! Mi móvil, coño.—El castaño golpeó contra la puerta con la palma reclamándole a Ansu.

—Ansu, venga, ábrenos.—Pedri le cogió la mano a Gavi para que dejara de golpear cuando pegaba su oreja a la superficie para escuchar lo que ocurría adentro, pero no había ruido alguno.

—No le llaméis a Xavi—Se escuchaba su voz temblorosa al otro lado mientras Pedri deslizaba su pie cerca del marco de la puerta.

—¿Cómo no le vamos a llamar cuando se escuchó como si acabaras de cargarte la puta tina?—Pedri le recriminó a Pablo con una mirada de ojos saltones y un "sh" estirándose a cubrirle la boca.

—No escuches al tonto este, solo danos el móvil y te dejamos para que descanses.

—Promételo...

—Lo prometo.—Los dos chicos compartieron una mirada mientras Pedro le volvía a señalar que se callara con un dedo sobre sus labios cuando volvían a escuchar el cerrojo. Así se volvió a abrir la puerta con rapidez saliendo un teléfono volador directo al piso y con reflejo de gato Pedri metió su pie antes de que se cerrará la puerta.

—Me cago en todo...—Gavi se quejaba al recoger su preciado móvil, que desde antes ya se caía a pedazos pero solo él tiene permitido maltratarlo, nadie más.

—¿Un poco de ayuda?—Pedro le decía haciendo fuerza contra la puerta y con un pie aplastado que seguro le dolerá horrores mañana. En seguida el menor corrió a hacer presión contra la puerta hasta que se venciera de repente. Los dos terminaron cayendo contra el suelo con Gavi encima de un adolorido canario.

—No me vuelvas a prometer nada en tu jodida vida Pedro—Era obvio que no era el momento de los accidentes románticos cuando Pedri subió su mirada viendo de cabeza a un Ansu con los ojos llorosos. Sin pensárselo dos veces se quitó a Pablo de encima y fue directo a abrazarle con todas sus fuerzas. Se resistió un poco pero terminó por hundirse en sus brazos.

—Ya no quiero...ya no puedo...ellos dicen—Las palabras no parecían salirle de su garganta que se cerraba cada vez más ahogándose entre su llanto. El canario solo le rodeó con un brazo su cabeza para sentir el costado de su rostro con el suyo.

—¿Qué dicen?—Le habló al oído animándole a seguir hablando.

—No me quiero operar.—Decía como una alarido roto rodeando la cintura de Pedro con sus dos brazos aferrándose con fuerza a la tela de su camiseta. Si no lo hacía se derrumbaría en ese preciso instante para nunca más levantarse. Gavi aún estaba sentado en el suelo viéndoles cuando uno de los puños de Ansu atrajo su atención por estar cubierto de sangre.

—No otra vez, Pedri, ya no lo puedo hacer.—Parecía que las mismas piernas le temblaban al igual que todo su cuerpo con los incontrolables sollozos. Así que Pedro le llevó a sentarse en la cama quedándose a su lado y haciéndole una seña al sevillano medio perdido para que fuera por papel higiénico. Como si fuera la misión más importante de su vida entró al sanitario para encontrarse con el espejo del lavamanos hecho trizas con pedazos de cristal y manchas de sangre decorando el piso. Intentando no pisar nada que no fueran las baldosas mejor cogió una caja de pañuelos en el lavabo para volver al par sentado en el filo de la cama.

—Nadie te va a obligar a hacer nada.—Pedri le decía cuando Gavi le entregaba la caja con Ansu aún escondido en su cuello sin parar de llorar. Solo se intensificaba más y parecía que se quedaba sin aire.—Ansu, hey.—Le acarició la mejilla limpiando algunas lágrimas para atraer su atención.—Escúchame—Se separó de él sosteniendo su rostro entre sus dos manos para que le viera directo a los ojos.—Respira ondo y escúchame.

VICEVERSA || Pedri • Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora