VICEVERSA || Pedri • Gavi

24. Hazlo aun que te de miedo

Ah, el hermoso derbi catalán.
Una obra maestra como los frescos de Michelangelo en la capilla sixtina, tantas cosas sucediendo al mismo tiempo todo envuelto en un perfecto caos. Un deleite para los ojos de las personas que aman ver el mundo arder. La sinfonía inició con Pedri al minuto 2 encajando el primer gol y la vorágine se desató. Los periquitos anotaron al 40 y 64 saboreando la victoria entre tarjetas amarillas por los aires, faltas a diestra y siniestra, encontronazos y choques con las gradas y los banquillos, un gol anulado, más tres expulsados y dos lesionados solo para que entrara de cambio un holandés volador a empatar el encuentro en el minuto 96.

Y así otro preciado día de derbi llegó a su fin en Cornellà. Un empate amargo con el que nadie está satisfecho, mucho menos los visitantes azulgranas que se van solo con un punto y estando de nuevo fuera de puestos de champions en la tabla de clasificación. Nadie parecía estar de muy buen humor y Nico sabia que en especial no le había caído nada bien al 30 del Barça con el que caminaba por el parking hacia el bus del equipo. Era normal que Gavi estuviera malhumorado pero había algo más, tenía el ceño fruncido como si quisiera llorar y desde hace tiempo no le seguía el hilo de conversación mientras tenía la vista pegada al canario que iba caminando frente a ellos conversando con una chica de redes sociales. De lo poco que escuchó Nico hablaban de que lo harían mañana en 14 de febrero pero la conversación se cortaría cuando llegaron a la puerta del bus solo para los jugadores y el equipo técnico.

El humor de Gavi no parecía mejorar mientras subían y se hacían paso entre asientos y Nico que iba detrás casi choca con él cuando se detiene en medio del pasillo. Tenía la mirada fija en Pedri que tomaba asiento junto a Eric.

—No vayas a esa cita.—Nico no sabía de que iba todo esto cuando el menor dijo eso de repente con un Pedro que solo le observaba sin mucha expresión. Lo había notado, todos lo había notado, lo extraños que han estado esos dos desde hace unos días.

—¿Qué es esto? ¿Una orden o algo así?—El canario respondía con un tono ácido que no parecía caer para nada bien en el sevillano.

—No, te lo estoy pidiendo porque no quiero que vayas.—Se veía como apretaba los puños al igual que los dientes como si estuviera aguantándose algo. Nico se giró al percatarse de que estaban estorbando el pasillo.

—Muévete tío.—Le tocó el brazo a Gavi que parecía estar demasiado centrado en el canario.

—Ah ¿una petición?—Su tono sonaba sarcástico cuando le daba una sonrisita ladeada.—ahora me quieres pedir algo.

—Por favor.—Parecía que el mismo tono del canario le molestaba a Gavi que más bien parecía exigirle cuando pronunciaba las palabras.

—¿Y a ti por qué te importa, eh?—Los dos parecían estar a un nivel de enojo muy por encima de todo el resto de equipo, Nico no entendía por qué están discutiendo por algo como una cita cuando él lo único que quiere hacer es quedar noqueado en el asiento hasta llegar a la ciutat esportiva.

—Gavi, estam-

—¡Porque me gustas, joder!—Por un segundo parecía que el bus había quedado en completo silencio por la repentina exclamación o tal vez solo fue que los tres más cercanos se quedaron estupefactos tras esa confesión y se quedaron sordos. Nico fue de la cara sorprendida de Pedri a la de Gavi igual o más pálido.—Mierda.

El derbi catalán parece despertar pasiones de todo tipo.

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Una semana atrás...

—¿Esta enojado?—La voz de Ferran parecía perderse con los ruidos ambientales de esa fría mañana en el campo de entrenamiento.