Ahora tengo un motivo más para acabarlo

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Dejo las mantas en el primer grupo, lleva un tablero donde anota las cosas entregadas y las que faltan por enviar,  su cabeza es un lío, Pero estar en actividad lo calma un poco.

Pasa por los matorrales y se detiene al ver aquel sujeto, su semblante no era sereno y más curiosidad tuvo al verlo bajar la cabeza con algo que le dijo la conocida anciana, nego con la cabeza y decidió continuar su camino, después de todo nunca fue indiscreto y hoy no sería la primera vez para un cambio de su vida. Unos diez minutos de camino y pudo divisar la fortaleza principal, las mujeres y donceles salían y entraban llevando más provisiones, observar a los pequeños niños solo logro estrujar su corazón y esperar para que nada llegara a ellos.

— llego con bien al bloque uno Óbito San

El doncel observa a la mujer pelirroja, quien lleva dos maletas con ruedas.

— si, con eso podrán aguantar el frío está noche — contesto el doncel a la pelirroja

— eso es bueno, Suigetsu está en el bloque dos, nunca pensé que Konoha tuviera muchas personas, son en total cuatro bloques.

— se ha reunido a todos, no sabemos por dónde atacarán, por cierto, ya trajiste las vacunas. — pregunta el doncel

— si, están en estas maletas, Juugo y Hinata están llegando pronto con los utensilios quirúrgicos, con eso tendremos todo lo necesario para usarlo ante una emergencia.

— esperemos que no lleguemos a eso — dijo el doncel.

Ambos caminaron por el largo sitio, si bien todo  era una montaña, lograron dividirlo en varios sectores, la primera habitación era la recepción, luego estan las habitaciones de espera dónde  pusieron varias camillas para los futuros enfermos, también una habitación que tiene implementos quirúrgicos y medicinas, luego dos pequeñas salas de operaciones, Luego esta la cocina, un baño, un pequeño comedor, en la segunda planta lograron colocar diez habitaciones de tamaño regular con tres baños.

La mujer dejo las maletas en la habitación que sirve como almacén para los medicamentos y empezó a sacar los pequeños recipientes y los coloca en la hielera para que mantengan la temperatura requerida.

— iré arriba a ver cómo sigue, llegó mareado y sé que no fue por el largo paseo en la camioneta.

la mujer no dijo nada, pero tampoco miro al doncel, este solo nego con la cabeza y sin esperar respuesta salió del lugar, solo demoro cinco minutos y ya estaba en la habitación que su sobrino escogiera, pero antes de tocar la puerta, escucha unos quejidos en el baño que está al frente de la habitación, preocupado decide ir y. Al ver la puerta entreabierta, empuja un poco y detalla a la persona que busca, está de rodillas y vaciando su estómago, cierra los ojos, sabe lo que pasa sin necesidad de preguntar, luego los abre, observa que respira fuertemente y decide que no es tiempo para reclamos, se acerca y baja la palanca para que todo se vaya, presiona el aromatizante y luego ayuda a su sobrino a llegar al lavado, este lo mira asustado, pero el mayor no dice nada, el doncelito se lava la boca, su tío lo ayuda pasando sus accesorios en completo silencio, luego lo ayuda a llegar a su habitación y lo acuesta en la cama, le cubre con la manta y toma asiento a un lado de la cama, espera en silencio.

— tío. .. yo .... — murmura muy bajo el doncelito.

— si me dices que algo te cayó mal, saldré de aquí enojado. — se apresuro en decir el mayor

— no es eso, solo sé que con esto te he defraudado — bajo la cabeza

El mayor suspira y luego relaja su semblante.

— tu nunca me decepcionaras, solo  ... Solo siento que te apresuraste

— tío, yo no pienso que mi hijo sea un gran error — hablo serio el doncelito

Heridas Del Corazón (M Preg) Narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora