Heridas Del Corazón (M Preg) Narusasu

Reencuentro Familiar

Una semana había pasado desde que nuestro joven doncel tomara la decisión de aceptar sus sentimientos hacia un rubio de mirada neutral.

Ahora mismo se encontraba en el jardín frontal, terminando de abonar las hermosas rosas que crecían en ese lugar.

— deja eso por ahora y ven a tomarte este jugo de maracuyá, el sol esta muy fuerte el día de hoy.

Seco con la manga de su camisa el pequeño sudor y se acercó a la anciana, quien se ha mostrado más servicial con él.

— gracias Chiyo San, estoy casi por terminar

— no se por que lo haces tú, podemos pagarle a un jardinero

— oh vamos, no lo hago mal

— no es por eso, aún te estás recuperando, no puedes exigirte

— gracias por preocuparte, pero mis pulmones ya están libres

— aún así.

Entonces escuchan el auto estacionarse y como una mujer sale de él corriendo y un castaño solo suspira y camina hacia la misma dirección

— ¿Qué habrá pasado?

— es difícil desprenderse de nuestros demonios, mejor sal y date un baño, pronto será la hora del almuerzo.

— pero cuando esa señorita está así, suelen mandarme el almuerzo al dormitorio, todo se cierra para la lady

— mocoso celoso, vamos adentro, si eso pasa yo almorzare contigo.

— vaya, debo rezarle al cielo por ese milagro.

— deja de molestar a estos huesos, vamos sal ya.

El Doncel salió del jardín y camino junto a la anciana, en el camino siguieron conversando hasta que entraron en la casona, en la sala estaba el varón rubio, pero no le dijo nada ya que la mujer estaba hecha un mar de llanto y se restregaba en su pecho, aquello lo molesto pero sabía que nada podía hacer

— Sasuke

— ya sé, ya sé, comeré en mi habitación

Contesto sin verlo, de haberlo hecho habría visto su rostro molesto.

— no olvides lo que te dije — concilio la anciana.

— entonces te estaré esperando

Con una sonrisa el doncel subió las escaleras, antes de que la anciana abandonara la sala, el castaño la abordo.

— ¿Desde cuándo tienes esas confianza con ese doncel?

— desde cuándo debo darte explicaciones, solo a mi niño le debo mis explicaciones

— cuidado Chiyo, no pienso aprobar eso

— no veas fantasmas donde no los hay

— ya es bastante que un Uchiha lo usará, no permitiré que suceda dos veces.

La anciana giro y miro de forma retadora al castaño.

— si mi niño accedió ayudarlo, quienes somos nosotros para negarnos, además, desde cuándo somos cuidadores de las personas que íntiman  con él, no olvides tu posición Shikamaru, eres su amigo y yo la mujer que lo crío, lo último que haré es apuñalarlo por la espalda.

— es que te veo llevarte bien con él

— prefiero llevar la fiesta en paz, ahora sí me disculpas regresaré a la cocina.

Diciendo eso, la anciana finaliza la conversación, dejando solo al castaño

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