Cobardes

246 41 4
                                    

Ambos bajan tomados de la mano, en el comedor los demás están teniendo una leve conversación.

— entonces, cuando podremos tomar un tour por todo el lugar, Konoha es un bonito pueblo en crecimiento.— hablo el peliceleste

— por ahora nada de eso lindura, su entrenamiento comienza hoy

— ¡¡¿Entrenamiento?!!— hablaron los tres a la vez

El doncel tomo asiento junto al rubio, este miro a su amigo de marca triangulares.

— más que entrenamiento, todos ustedes aprenderán a usar armas — hablo serio el rubio

— ¡¡¿¿Que??!!! — hablo el peliceleste

— yo no tengo problemas, soy una francotiradora — hablo con orgullo la pelirroja

— eso es bueno, no piensen que estarán al frente de esto, solo es por precaución, quien mejor que uno mismo para protegerse — continuo hablando el rubio.

— ¿Estás de acuerdo con eso Sasuke? — hablo el peliceleste

— pues ...

— él no necesita eso, se irá en unos días — interrumpe el rubio, logrando que el doncel azabache frune el ceño

— estoy de acuerdo con eso Suigetsu, es más la primera clase lo haremos juntos

— Sasuke he dicho que no

— te escucho perfectamente Naruto Uzumaki, pero no he dicho que estaba de acuerdo en eso, no solo apoyaré el que mis amigos aprendan a manejar armas, yo también lo haré, no solo debo proteger mi espalda, sino también la tuya.

El rubio no dijo nada, sus camaradas también se quedaron callados, esperando la reacción del rubio, quien se mantuvo en silencio y tomo un bolillo de la cesta, en eso una peli azul ingresa y al ver a todos se pone nervioso, el pelinaranja se da cuenta y se levanta para guiar a la muchacha a la silla junto a él, los demás dejan de prestar atención y continuan el desayuno.

†***************†

El ruido de las balas hacían saltar a un peliceleste y un castaño de marcas triangulares se burlaba

— a poco tiemblas por unos proyectiles

— odio las armas, me ponen la piel de gallina — contesta el peliceleste

— ya veo, no dejas de saltar como un renacuajo

El doncel frunce el ceño ante las burlas del castaño, entonces un pensamiento regresa a su mente y hace que su rostro muestre la picardía de su plan.

— pues más bien salto como conejo, oh no recuerdas las veces que me pediste que te cabalgara ya que con solo un órganos te habías debilitado, rayos, la mayoría llega a tres, pero tú con uno pedías ayudas.

— ¿En serio Kiba? — hablo el sujeto que estaba del otro lado.

— ¡¡Cállate!! ¡¡Eres un desvergonzado!!

— pues quien no debe no teme cariño

Los demás practicantes solo negaron con la cabeza, en otro lado del lugar estaba nuestra pareja, el rubio serio y el doncel emocionado

— es la primera vez que usaré un arma

— y será la última, no te veo serio para esto

— si me enseñas bien, lo sere, pero si vas a estar con esa cara de poker le pediré a otra persona.

El rubio entonces suspira y saca el arma que lleva en la maleta, lo coloca en la vieja mesa que está al frente de un señuelo.

— no quiero verte usar esto, pero soy conciente que debo darte las armas para defenderte, hoy te enseñare a utilizar esto, a desarmar y armarlo, mañana será pelea cuerpo a cuerpo.

Heridas Del Corazón (M Preg) Narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora