No tengo miedo, soy su presente

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El pequeño dormía plácidamente, el mayor daba vueltas de un lado al otro y la pelirroja tenía puesto el bolso del pequeño.

— ¿Qué estará pasando?— pregunta el adulto

— a lo mejor son conocidos de Naruto, por eso está todo tranquilo. — responde la mujer

— si, debe ser — pero el adulto no dejaba de tocarse el pecho

— ¿Le sucede algo Óbito San? — pregunta preocupada la mujer

— no lo sé, mi pecho me aprieta, como si algo malo está por suceder

— cálmece, está alterado, vera que nada pasará, por favor tranquilicese o Sasuke tendrá un ataque

— si, soy un viejo exagerado

La mujer iba negar lo último, pero entonces la puerta es abierta y ambos dan un saltito.

— ¡Idiota!! Casi se me va el alma— reprocha la mujer

— ¿Qué sucedió Suigetsu? — pregunta el doncel mayor

— este día es de locos, Óbito San, le voy a pedir que tenga la mente abierta para lo que estoy a punto de revelarle

El doncel mayor y la mujer se miraron interrogantes, el peliceleste solo resopla, sabe que hoy no será un día tranquilo.

†**************†


El silencio aún es presente en el gran salón, ambos azabaches no han dicho nada, pero tampoco han bajado la cabeza.

— Naruto, él no tiene nada que ver en este asunto, solo los tres debemos tratarlo — habla el rubio mayor

— por su propia voluntad ingreso a mi vida, claro que le corresponde opinar — el rubio toma la mano delicada de su doncel y la besa, el doncelito sonríe, la otra pareja se miran entre si al entender la escena, entonces el azabache mayor interfiere.

— no lo permitiré, no voy permitir que uses a mi hermano para lastimarme.— hablo serio el hermano mayor

El doncelito frunce el ceño y el rubio toma las palabras tan indiferente.

— pues que te digo, en realidad no fuiste tan importante, mi doncel llegó y borro tu mal recuerdo.— hablo serio el rubio menor.

— eso es bueno primo, verás nosotros estamos aquí por el mismo tema que ustedes, Minato

— no te confundas Deidara, será nuestro enemigo en común, pero nunca trabajaría al lado de dos seres sin escrúpulos que usan a los demás con tal de protegerse entre ustedes.

— entonces aún sigues resentido — hablo el rubio mayor

— piensa lo que quieras, ahora regresen por dónde vinieron

— ¡¡Nos necesitas!! — grito el rubio mayor

— ¿A quien? ¿A ustedes dos? ¿A Nagato o a Kisame?

Los mencionados no dijeron nada

— te crees importante, te recuerdo que tienes la misma cantidad de guerreros— hablo con burla el rubio mayor

— jajajajaja, sabes que no es así, por eso no te importa venir arrastrado a pedirme ayuda, entiende esto, no movere un dedo para salvar tu estúpido trasero  ... ¡¡Lárgate!! Y llévate a esa víbora contigo.

La pareja no se inmutó, el azabache mayor observo al doncelito, este no dejaba de abrazar al varón.

— Sasuke, hablemos — rogo el mayor

Heridas Del Corazón (M Preg) Narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora