Siete

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(Se volverá a recrear los capítulos de aquí en adelante)

Después de descansar un rato y asearse, se dispusieron a llegar a aquellas pirámides. Tal como habías aconsejado tomaron un carro particular o más bien una camioneta debido a que eran muchos.

—¿están de visita? —pregunto el chófer con una sonrisa—no es por presumir pero tenemos la mejor cultura del mundo.

—ooh ahh—habló Valdez nervioso—ver a unos amiguos.

El chófer comprendió que no eran de por ahí.

—¿de donde son?

Se aliviaron que pudiera hablar inglés.

somos de Estados Unidos señor.

—oh perfecto.

El tiempo pasaba y los semiodees hijos de Apolo y Hades estaban más ansiosos de ver a aquellos chicos que se habían ganado su corazón, en su mente solo estaban imágenes de ellos juntos disfrutando del nuevo ambiente. Pero eso cambió cuando un golpe en sus muslos los trajo de vuelta a la realidad, miraron molestas a los causantes pero se detuvieron cuando observaron fuera de la ventana viendo criaturas que ni su mente eran capaces de imaginar, incluso en sus peores pesadillas, los nervios ahora los estaban matando, más cuando se acercaban a los autos a oler.

—tenemos visitas—habló el hijo de Apolo—y no es nada agradable.

Observaron a aquellos seres con un rostro de horror que no fue descartado por el conductor, que noto que veian a varias Maquizcoatl que los seguían.

—esto no es normal.

Presionó con fuerza uno de los anillos de su dedo, siendo observado por la hija de Atenea.

—se está dando cuenta que algo va mal—habló en Griego antiguo—dejen de ser tan obvios.

Ellos iban a asentir cuando una de esas criaturas se lanzó contra el coche asustandolos, dejándole más que claro que no eran mortales.

¿no son simples mortales verdad? —habló mientras miraba por el retrovisor—si no, no serían capaces de mirar a los Maquizcoatl.

Un clic hizo en la cabeza de la rubia y esperando que sus sospechas fueran ciertas respondió.

—¿eres un semidios?

—¿ustedes lo son?

Sin más remedio asíntueron dejando con más Paz al conductor.

—gracias a los dioses, creí que debía de borrar les la memoria o algo así—lo miraron asustados—¿Quienes son ustedes? Jamás los había visto.

—somos Griegos—eso hizo que arrugara su rostro, también detenerse en el alto—venimos porque T/n nos lo pidió.

—¿griegos? —habló él—ooh de quien son, se nos aviso que las demás mitologías llegarían y que tuviéramos en especial cuidado con ustedes ¿quién de aquí es Nico pi Angel y Wiil Sol?

Miraron confundidos cómo es que pronunció sus nombres, pero al menos sabían que estaban a salvo.

somos nosotros dos—señaló el menor a ambos—Yo soy Nico Di'Angelo y él es Will Solace.

—genial, ustedes son... Bueno ya saben.

—así es.

—genial—dijo el hombre más tranquilo—no se preocupen yo los llevo a salvo al campamento, y espero que estén listos para la acción.

𝑺𝒐𝒎𝒐𝒔 𝑫𝒐𝒔 𝑪𝒖𝒍𝒕𝒖𝒓𝒂𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora