ਏਓ 𝑩𝑨𝑩𝒀𝑺𝑰𝑻𝑻𝑬𝑹 ✩꙱ 𝗲𝗻𝘇𝗼 𝗳𝗲𝗿𝗻𝗮𝗻𝗱𝗲𝘇.ffc

Capítulo uno

Ya era domingo, son las doce del mediodía y Enzo me dijo para venirme a buscar para llevarme a conocer su casa y a Olivia, que al final llegaba hoy. No había tenido la oportunidad de comer nada porque resolvió todo esto recién, así que solamente me pegué un duchaso y me cambié para parecer decente.

Mientras miraba TikTok (como siempre) escuché el ruido de una bocina fuera de mi departamento, supuse que ya había llegado. Cerré la aplicación, agarré mi mochila y las llaves, y abrí la puerta.

Cuando salí, me encontré con un hombre alto, vestido con ropa deportiva y recién bañado. Estaba con la vista en el celular, y cuando escuchó que abrí la puerta me miró y sonrió. No quería exagerar, pero su dentadura tan perfecta y blanquecina me encandiló. Enzo era mucho más lindo que en las fotos que vi.

—Justo te estaba por mandar mensaje. —dijo y su voz salió ronca e hipnótica. Cuando pensé que nada más me podía sorprender: habló. A pesar de haber dicho solamente una pequeña oración me hechizó.

—Ah si —le sonreí igual—, es que justo estaba cerca de la puerta y escuché la bocina —me acerqué un poco tímida y lo saludé con un típico choque de mejillas.

—Atrás está Oli así que si querés podés venir adelante conmigo —me señaló la puerta y asentí a su propuesta. Se adelantó a mí y me abrió la puerta.

Cerró y lo vi pasar por enfrente del auto antes de subir y arrancar viaje a su casa. Atrás se escuchaba la música de "La granja" así que supuse que era la bebé, que por desgracia no tuve oportunidad de verla todavía.

—Y qué onda, ¿hace cuanto que estás acá en Portugal? —habló sin apartar la vista del camino, eliminando el silencio incómodo.

—Llegué hace como un mes y pico. Me vine a estudiar un año acá porque ya me estaba volviendo loca en argentina —le conteste en una media sonrisa intentando no parecer nerviosa.

—Re bien ¿y qué estás estudiando?

—Licenciatura en Diseño de Interiores —dije tal cual el nombre de la carrera—. Estoy en mi ante último año.

—Me mataste, ni idea que es eso —admitió y se rió. Por el rabillo del ojo vi nuevamente su sonrisa. Este hombre me va a hacer mal. No podía verse lindo hasta riéndose.

—Es como las personas que preparan los salones para las fiestas y eso, pero con un nombre más lindo.

—Ah, tipo organizadora de eventos y eso.

—Masomenos. Algo así pero con casas y eso —asintió, entendí que fue un poco por obligación, creo que no me expliqué muy bien.

—Llegamos —dijo en general—. Oli, apaga el celu mamá, ya llegamos.

Se bajó del coche y me abrió la puerta primero para que me pudiera bajar, con cuidado la cerré y esperé a que sacara a al bebé de auto. Fue inevitable no sonreír cuando la cargó en brazos. Era igual a él, una nena hermosa.

Le puso seguro al coche y me invitó a pasar a su casa. Lo seguí detrás y cuando pasé me quedé embobada mirando lo acogedor y luminoso que era todo.

—Está un poco desordenado porque no tuve tiempo de limpiar —reconoció el quilombo—. Igual eso de limpiar y ordenar no lo tenés que hacer, me encargo yo.

Bajó a la nena que a pasos cortitos, con los brazos estirados para no caerse, se acercó a mí y me dijo "Hola" con la voz más tierna que nunca escuché hasta hoy.

—Hola hermosa, ¿cómo te llamas? —me agaché un poco para estar a su altura y le tomé la manito.

—Oli.