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Capítulo seis

Al rededor de las seis y pico terminó mi reunión, le agradecí por haberme prestado su computador y enseguida nos pusimos a tomar mates mientras jugábamos al chinchón. Después me fue a dejar a mi departamento. Había pasado un día excelente a su lado, me ponía mal pensar que mañana iba a volver a la monotonía de estar en casa, igualmente el lunes estaba cada vez más cerca y ya iba a poder ver a Olivia de nuevo.

Los días restantes me los pasé en el gym, mirando series o hablando con Caro. En estos días me estuvo contando que estaba hablando con un chico y que habían congeniado bastante bien, todavía no me dijo ni como llama ni nada, se estaba haciendo la misteriosa, pero estaba feliz por ella.

El sábado en la tarde me llegó un mensaje de Enzo.

Enzo Fernández:
"Holaa Cami todo bien?"
"El domingo a la noche me traen
a Oli asi que el lunes tipo siete y diez
pasate por casa"

Creo que ya era hora de reagendarlo, se me hacia muy raro leer "Enzo Fernández" en el chat.

Cami:
"Hola todo bien ¿y vos?"
"Dale a esa hora estoy por tu
casq entonces"
"Escuchame te hago una pregunta"
¿Oli que talle tiene de remera?
Porque le quiero comprar
una que vi y ni idea que talle pedir"

Enzo:
"Es talle 8 la gorda"
"Igual no hace falta que le
compres eh"

Cami:
"Que te metes si no es
para vos"
"Gracias Enzito, nos vemos
después"

Enzo:
"Chauu 🙄"

Con una sonrisa cerré el chat y me levanté de un brinco de la cama. Eran las cuatro y media, y a las seis cerraba el lugar dónde le quería comprar la remerita a Olivia. Nada complejo, solamente era una remera celestita con un dibujito de gatito en el frente, me había gustado como un regalito para ella.

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Ya era lunes, doce y media, y estaba esperando a que me entregaran a Oli del kinder. Me llevé una de las imágenes más tiernas al ver a Olivia buscándome entre toda la gente, levantaba su cabecita y se movía ansiosa. Cuando me vió sonrió y levantó la mano para saludarme.

Ya en casa decidí darle su regalito. Ella estaba distraída jugando con un cochesito de juguete, entonces me acerco y le muestro la bolsita.

—Mirá Oli, esto es para vos. —digo y muevo la bolsita. Saco la remerita y se la muestro, se sorprende y sonríe.

—Es uno gatito. —dice gramaticalmente mal. Recién se estaba soltando a construir oraciones.

—¿Te gusta? —pregunto y me asiente.

—Quiero. —demanda para pedirme que le ponga su nueva remerita. La ayudo a levantarse y le saco su chombita para ponerle rápidamente la nueva.

—Ahora cuando venga tu papá le mostramos ¿querés? —me sonríe y me dice que si. La dejé en paz y siguió jugando a gusto con su nueva prenda.

A penas me volví a sentar en el sofá me llega un mensaje de él.

Enzo:
"En 5 llego"
"Les llevo helado"