NARRA HANAKO
Estuve mucho rato con Iwaizumi en aquella acogedora cafetería, hablando de muchos temas.
Entonces él me acompañó hasta mi casa.
Hanako: Gracias por acompañarme, Iwa.
Iwaizumi: Es muy tarde, es lo mínimo que puedo hacer. (Me sonrió)
No sé qué pasó, pero entonces el silencio reinó entre nosotros y lo único que hacíamos era mirarnos a los ojos.
Sentí como Iwaizumi lentamente se acercaba a mí y yo no hacía nada para evitarlo.
Pero entonces algo hizo que nos acabáramos separando.
El sonido de mi móvil.
Miré la pantalla, era Ushijima.
Iwaizumi: De-debería irme... (Dijo con las mejillas rojas)
Hanako: Sí, yo debo contestar... Buenas noches Iwaizumi, gracias por todo. (Le dije con una ligera sonrisa)
Él asintió con una son y comenzo a irse mientras se despedía con la mano.
Yo agarré el teléfono y marqué el número de Ushijima.
Ushijima: Hanako...
Hanako: ¿Qué es lo que quieres, Ushijima?
Ushijima: Disculparme, sé que fui muy duro hoy.
Hanako: Mira Wakatoshi, yo no tengo nada que perdonarte, me parece que te has pasado mucho conmigo y no lo vas a arreglar con un simple perdón, por una vez, Wakatoshi, demuéstrame que te importo.
Entonces colgué y apagué el móvil para no recibir más llamadas.
Caminé hacia mi casa, un poco entristecida por todo lo que había pasado y, al mismo tiempo, reconfortada gracias a Iwaizumi.
Llegué a mi casa, donde mi hermano me esperaba para que cenásemos, yo no quise hablar macho, sinceramente no estaba de humor para nada, solo pensaba en dos cosas... Mejor dicho, en dos personas: Iwaizumi y Wakatoshi.
Me duché y me dormí. Sé que mi hermano estaba preocupado por mí, pero sinceramente no me encontraba de humor para explicarle lo que había sucedido, ni mucho menos para escuchar sus quejas acerca de Wakatoshi.
Y tan rápido como me dormí, amaneció.
El ruido del timbre me despertó de un salto.
Parecía que no había nadie en casa porque no paraba de sonar, así que tuve que levantarme yo a atender.
Al abrir me sorprendió ver a Wakatoshi con un ramo de tulipanes en mi puerta.
Sus mejillas estaban rojas como tomates.
Ushijima: Esto es para tí... Espero que puedas perdonarme. (Dijo entre tartamudeos)
¿Acaso estaba enfermo?
Ushijima no solía hacer este tipo de detalles.
Yo agarré el ramo y no pude evitar sonrojarme.
Él me miro y comenzó a acercarse a mí lentamente. Estaba claro que iba a besarme.
Entonces los pasos de alguien nos interrumpieron.
Iwaizumi.
Estaba justo detrás de Wakatoshi y me miraba de forma intensa, incluso podría jurar que vi algo de tristeza en su mirada.
Wakatoshi pareció percatarse de cómo nos estabamo mirando Iwaizumi y yo, en respuesta a esto él me agarró de la cadera y me besó.
Yo sentí como mis mejillas ardían y lo aparté suavemente de mi, me daba mucha vergüenza que gente como Iwaizumi me viera haciendo este tipo de cosas.
Wakatoshi frunció el ceño y yo vi a Iwaizumi apartarse un poco de nosotros, con las mejillas rojas y mirando el suelo.
Agarré a Wakatoshi de la mano y subimos a mí habitación.
Hanako: ¿Se puede saber qué bicho te ha picado? (Dije tras cerrar la puerta de mi habitación, dejándonos a solas)
Ushijima: Bueno, reconozco que ayer me pasé contigo, me sentía algo frustrado y la pagué con quién no debía, esta es mi forma de disculparme.
Mientras él hablaba, yo me encargaba de dejar los hermosos tulipanes en una jarrón con agua encima de mi tocador.
Cuando me giré para volver a ver a Wakatoshi, lo tenía justo en frente mío y aprovechó la situación para aprisionarme contra la mesita del tocador.
Su rostro se encontraba muy cercano al mío, tanto que notaba su respiración.
Entonces pegó nuestros labios de nuevo, en un beso lento y apasionado, llevó una de sus manos a mi rostro, para evitar que yo pudiera apartar la cara.
Era un beso posesivo, es ese beso Ushijima me quería transmitir un mensaje: «eres mía».
No sé qué bicho le habría picado, pero me encantaba.
Su mano libre viajo por mi cadera y muslos y en mis piernas desnudas podía sentir los pequeños callos de sus manos creadas por el voleibol.
Me sentó encima de la mesa del tocador, dejando caer algunas cosas que había encima.
Entonces, despegamos por un segundo nuestros labios.
Hanako: No podemos hacer mucho ruido, creo que hay gente en casa.
Ushijima: Entonces tendré que taparte la boca.
----------------------------------------------
Sí, sé que llevo 1000 años sin actualizar y no tengo excusa.
Espero que al menos disfrutéis de este capítulo algo cortito.
Un abrazo<3
~Ty~
ESTÁS LEYENDO
DESTINO (Hajime Iwaizumi x ti)
Fiksi PenggemarHanako Oikawa, hermana de Tooru Oikawa, decide volver a la casa de su madre para terminar la preparatoria junto con su hermano por petición de este. Lo que ella no sabe es que su relación amorosa dará un giro de 180° cuando construya su nueva vida.