Internada con ¿Gemeliers?

13. Oscuridad

Sabía que iba a morir en aquel momento, Jesús nunca llegaría a tiempo. Mi cuerpo entero se hundió, solo quedaron mis brazos fuera del agua, intentando nadar hacia arriba, pero no podía...

Mis brazos seguían haciendo un esfuerzo inútil, en breve iba a terminar de ahogarme, mi cabeza ya se había hundido por completo y no lograba sacarla a la superficie.

Ya me había rendido, dejé de luchar y mis brazos quedaron quietos, empecé a sumergirme lentamente y a la vez recordando todos los recuerdos que viví con ellos y con Gisela, me arrepiento de tantas cosas, pero sobre todo de ser la novia de Jesús, lo amaba tanto que sabía que estaría mejor sin mí.

Adiós mundo....

O no...

Alguien se tiró al agua, o eso pude apenas ver desde debajo del agua, entonces me agarró y tiró de mi hacia la superficie. Me tiró hacia la hierba y él me miró fijamente. Al instante se colocó sobre mi sin aplastarme.

Cuando pude ver su rostro claramente, lo primero que vi fueron sus ojos avellana, me encantaban esos ojos. Su pelo chorreaba de agua, veía que las gotas caían por sus mejillas, tenía una ganas de...besarle. Pero no podía, le amaba tanto que por su bien no debería estar a su lado.

Pero a él le daba todo igual, se lanzó y me besó. Su beso era demasiado apasionado para ser cierto, enredé mis dedos en su pelo castaño...extrañaba tanto aquel pelo castaño y esa sonrisa pícara.

Nos separemos por falta de aire.

-Samy, estás loca.-dijo delicadamente.-

-Aprendí del mejor.-sonreí.-

Él me devolvió la sonrisa. Yo le observaba, él me observaba, ambos nos extrañábamos.

-¿Por qué te marchaste? Siento haberte ofendid...-le interrumpí  tapando con mi dedo su boca.-

-La que se tiene que disculparse soy yo, bobo.

-Todo fue culpa mía, si hubiera tenido un poco más de neuronas me hubiera imaginado que tú jamás enviarias esa foto, y menos te la echarías. No me acordaba de que Laureen estaba contigo... Esa maldita gemelier, es una de las peores...

-¿Laureen es una gemelier?  Ella me dijo que no...

-Te mintió para acercarse a ti y, sobre todo, a nosotros.

Sentí otra vez ganas de besarle, me hacia sentirme tan segura... La camiseta mojada lo hacia aún mas sexy...¿acabo de pensar eso?

-Estábamos todos tan preocupados por ti, tonta. No vuelvas a darnos esos sustos, a Dani casi le da un ataque.

-¿A Dani o a ti?-sonreí y con un movimiento puse a Jesús debajo de mi.-

-A Dani.

-¿Estás seguro?-sonreí divertida.

-La verdad es que no.

Se lanzó hacia mi y me volvió a besar, yo hice el mismo movimiento enredando mis dedos sobre su pelo. Él me agarró fuertemente de la cintura, no quería soltarme, y yo tampoco quería que me soltara. No quería volver a perderle, no quería volver a estar a punto de morir.

Jesús se separó y me subió encima suya, estilo caballito.

-Volvemos al internado.

-Por favor no...-intenté decir.-

-¿Por qué no? Ya no tienes razones para huir.

-Es que...hay cosas que aún no te he contado.

Me bajó de su espalda y posó sus manos sobre mis hombros. Me miró fijamente a los ojos.

-¿Qué no me has contado?

-Las gemeliers no están contentas. Me han agregado números extraños y amenazado, no solo por el móvil, también por instagram. Me dijeron que si seguía contigo me harían más daño del que ya me han hecho. Pero a mi me da igual que me hagan daño a mi, lo que no me da igual es que te hagan daño a ti, no quiero que sufras por mi culpa...-mis ojos se cristalizaron y una lagrimilla cayó.- por eso me fui, porque te quiero demasiado para hacerte esto...

-No llores,-pasó su dedo por mis ojos para secarme las lágrimas.- yo no dejaré que nos hagan daño, porque tu eres mi todo, porque, tú eres mi brujita, la que mi cuerpo hechiza.-me sonrió, y yo le devolví la sonrisa, siempre sabía como hacerme sonreír.-

Me volvió a subir a su espalda y nos dirijimos al internado, allí nos esperarían Dani y Gisela...

-Seremos grandes, abrázame fuerte, lo que la vida juntó, que no nos separe la gente...-susurró Jesús en mi oído, yo le agarré más fuerte, me aferré a él como nunca me había aferrado a nada.-

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Capítulo dedicado a todas ellas que han estado siempre ahí, todas las que me dijeron que lo mejor está por venir. Gracias a todas, A TODAS. Gracias a gemeliers y no gemeliers, nunca os olvidaré.
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