Internada con ¿Gemeliers?

17. ¿Qué?

-Te amo, y siempre te amaré....-le dije susurrando en su oído.-

Él se revolvió entre las sábanas y antes de que abriera los ojos yo ya había desaparecido.

Cuando crucé la ventana para entrar a la habitación de Patricia puse la oreja a la pared. Se podían escuchar sus voces.

-¿Samy?-preguntó Jesús.-

Se escuchaba como Dani se revolvía entre las sábanas y se despertaba.

-Samy se ha ido.-dijo Dani serio.-

-¿Cómo que se ha ido? ¿A dónde?-preguntó Jesús preocupado.-

-Jesús, así es mejor, ella no te hacia ningún bien.

-¿¡Cómo puedes decir eso!? Yo la amo...

-Jesús, ella es la encapuchada de aquella noche.

Hubo durante unos segundos un silencio incómodo, hasta que Jesús habló.

-Dani, el que se tiene que preocuparse por eso eres tú. Tú eres el que te pusiste hasta arriba de alcohol porque Lucía te dejó, tú eres el que te tiraste a la primera fan que pillaste para olvidarla. Tú eres él que quiere ocultarle a nuestros padres que esa noche bebiste por primera vez y que te acostaste con una fan medio borracho. Samy solo fue a pedirnos una foto y yo tuve que tratarla mal para asustarla y que no hablase. El único aquí que tiene que preocuparse de que Samy no cuente nada eres tú, y si me disculpas, voy a buscar a Samy.

No podía seguir escuchando más, ¿Dani ebrio? ¿Qué? No puede ser.

Escuché un portazo que provenía de la habitación de los gemelos. Suspiré y miré a Patricia.

-Samy yo...-unos toques a la puerta la interrumpieron.-

-Patricia soy Jesús, ¿está Samy?

Tragué saliva ruidosamente y cuando fui a sentarme a una silla que tenía Patri, me resbalé en el suelo y al intentar sujetarme en la lámpara la tiré.

-Apuesto a que sí está.-dijo Jesús riendo.- Nadie es tan torpe como ella.

-Gracias, eh.-dije sarcástica.-

-De nada.-

Cuando Jesús entró no pude evitar mirarle a los ojos y sonreír, argh, me encantaban sus ojos.

-Las chicas me suelen mirar los músculos o algo por el estilo, pero tú me miras los ojos.-dijo acercándose a mi.-

-Jesús yo...-me interrumpió.-

-No digas nada Samy, sé que con lo cotilla que eres habrás escuchado la conversación con mi hermano, así que, solo, ven.

Me agarró de la muñeca y me llevo a nuestra habitación contra mi voluntad. Allí estaba Dani, de pie.

-Samy, perdóname.

-No hables Dani, perdóname tú a mi, sé que querías proteger a tu hermano...-dije abrazándole.-

Jesús observaba tierno la escena.

-Creo que ya hemos solucionado todos los traumas pasados de Samy.-dijo Jesús riendo.- Ahora, respóndeme, si antes eras gemelier, ¿por qué ahora nos odias?

-Respuesta sencilla, por lo borde que me tratasteis aquella noche.

Estaba feliz, estaba con ellos, sin problemas.

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Os doy un pequeño adelanto, en el siguiente capítulo ya será 21 de febrero, si sois gemeliers sabréis que es el cumpleaños de los gemelos, ellos en mi novela cumplirán 16.
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