Internada con ¿Gemeliers?

19. Te Odio

Me giré para ver quien era y me quedé totalmente pálida.

-Ya te puedes marchar Tomas.

-Sabes que me deseas.-dijo guiñándome un ojo, yo en cambio le miré repugnante.-

Podía ver que los ojos de Jesús estaban llenos de ira. ¿Qué se supone que hacía Tomas aquí? Lo pase fatal cuando estaba con él, le odio.

-Venga Samantha,-me agarró de la muñeca.- aún podemos volver.

Me solté de su agarre y vi como Jesús apretaba los puños. Yo, por mucho que deseara que le partiese la cara a Tomas, tenía que hacer algo. Miré a todos lados y no encontraba nada que me ayudase. Tenía sed, el agua ayudaba a pensar, fui a la parte baja del lago y tomé un poco de agua, pero al agacharme me caí dentro. Cómo estaba en una zona con poca agua, el agua solo me llegaba hasta la cintura, pero aún así me había mojado.

Los dos tontos se pusieron a reírse de mi, yo rodé los ojos. Por lo menos ya no se peleaban, aunque yo seguía queriendo verle la cara partida a Tomas.

-Hasta luego pequeña, si decides bajarle los humos a tu orgullo mi habitación es la 208.

¿Por qué todo el mundo se tenía que mudar cerca de la 201? Cuando miré hacia Jesús vi que estaba dispuesto a lanzarse contra Tomas, pero le agarré a tiempo.

*****

Estábamos en nuestra habitación nosotros cinco.

-¿Cómo que Tomas ha vuelto?-abrió los ojos como platos Patricia.-

-¿Quién es Tomas?-preguntó Gisela.-

-Un idiota.-contestó Jesús.-

-Tenemos que matarlo.-afirmó Dani.-

¿Aquí todo el mundo opinaba menos yo o que pasa?

-Es un miserable, ¡HEY TOMAS SI ME OYES ERES UN MISERABLE!.-gritó Patricia.-

Rodé los ojos.

-¡CÁLLENSE YA QUE ESTÁIS TODOS OPINANDO CUANDO SAMY NI A ABIERTO LA BOCA PARA EXPLICAR NADA!-gritó Gisela a lo que todos me miraron.-

Me aclaré la garganta y me dispuse a contar todo lo que ocurrió con Tomas.

-Haber, Tomás y yo salíamos apenas no hace mucho, aproximadamente un mes antes de llegar al internado. La verdad que acabar en este internado me ayudó mucho, de camino al internado hablaba con Tomas por teléfono diciéndole que quería cortar, la verdad es que siempre se lo decía pero él no lo aceptaba, era un sicópata. Aprovechando mi huida al internado, bueno, más que huida acabé aquí por culpa de Patri, pero bueno, él no consiguió encontrarme hasta hoy.

-¿Pero qué paso entre tu y Tomas?-curioseó Dani.-

-Es complicado. Tomas y yo éramos novios, yo le quería, pero en medio de una fiesta le pillé liándose con otra. Él me pedía perdon constantemente pero yo se lo rechazaba. Una vez, iba con un chico, solo eramos amigos. Yo me había caído a la fuente del centro comercial y él me estaba poniendo su chaqueta. Pero de repente Tomas apareció de la nada y le pegó un puñetazo a mi amigo. Se pusieron a pelearse allí en medio y un guardia les tuvo que separar, Tomas jamás asumió que no seguiamos juntos, y me espía, incluyendo que hacía daño a todos los chicos a los que me acercaba, a pesar de que solo eran amigos.

Toda la habitación quedó en silencio. Gisela estaba alucinando, Patricia se mordía nerviosa las uñas, Dani se mordía el labio inferior y Jesús apretaba los puños con rabia.

-Samy...-comenzó a decir Jesús.- No te volveré a dejar sola, y menos con ese sicópata.

Le sonreí a Jesús amistosamente, me encantaba cuando se ponía en plan protector, pero a la vez me daba miedo, ¿qué estaría planeando el loco de Tomas? ¿le haría algo a Jesús?