Internada con ¿Gemeliers?

27. Último Capítulo

Me encontraba sentada en la ventana de mi habitación, hoy era una bonita mañana. No pude evitar mirar el colgante que colgaba de mi ventana, nunca tuve el valor de tirarlo.

Había ya pasado un mes de aquello, había abandonado el internado y me encontraba en casa.

Una llamada me sacó de mis pensamientos.

-Hola Gisela, cuanto tiempo...-me interrumpió.-

-Samy, los gemelos se van a México dos meses.

-¿Y qué? Ya no pertenezco a sus vidas.

-¿Estás segura de eso? Sé que sigues pensando en Jesús cada mañana al despertar, y estoy más segura aún de que jamás tiraste el colgante que te regaló. Por favor Samy, vuelve....

-Gisela, compréndelo, Jesús me odia y siempre me odiará.

-Samy, él dice que te odia, él es muy orgulloso, pero él es el que llora cada noche desde el día en que te fuiste. Vivimos en la habitación de al lado, le escucho cada noche, y apuesto a que tu también lloras.

-El pasado, pasado está.

-¡Samy escúchame!

-¡Escúchame tu a mi! ¡Él me abandono y nunca me creyó! ¡Él me echó la maleta a la cara y se fue pegando un portazo!

-¡Pero tú lo amas!

Quedé en silencio durante unos segundos...

-Samy, ellos se van esta tarde. A las cinco toman el vuelo a México y no vuelven hasta dentro de dos meses, ven con nosotros, es el aeropuerto de Air Clouds, piénsatelo.

Gisela me colgó. Me quedé un rato observando las nubes, en esas nubes pasaría el avión que les llevaría a México. ¿Debería ir a por ellos? ¿Debería llamar a Jesús? ¿Debería...? Ya no sé ni lo que debería hacer.

Él era demasiado orgulloso, y yo demasiado cobarde. Él estaba tan enfadado aquel día... juró que no quería volver a verme, que jamás le llamara. Aún así, sigo guardando como una tonta el colgante que me regaló.

Ya era hora de calmar todas mis dudas. Ya era hora de calmar todo mi sufrimiento.

Me puse mis Vans, cogí mi bolso y mi móvil. Cerré la puerta de mi casa y me fui.

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Aquí acaba el libro...ains que bonito. Todavía queda el Epílogo eeeh.
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