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Sentía el viento en mi cara, mientras llegaba al principio de ese precipicio

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Sentía el viento en mi cara, mientras llegaba al principio de ese precipicio. Desde ahí podía observar todo el río y los pueblos cercanos a la zona de la manada.

Amaba la sensación de mis patas al pisar la tierra mientras corría, el viento dándome en la cara y el olor que desprendían los hierbajos al ser arrancados mientras corríamos sobre ellos.

Amaba la sensación de libertad y lo salvaje que me sentía aquí. Ari se posicionó a mi lado y sin dudarlo aulló al viento. No tardé en unirme a ella.

Aria y yo nos unimos de una forma especial, al estar todo el día con aspecto de lobo todo es mucho más primitivo. Pasamos de llevarnos cordialmente a ser uña y carne en este bosque.

Ambas tuvimos que volver a la cabaña del abuelo al escuchar su fuerte aullido. Había noticias nuevas por lo apresurado que fue.

Llevábamos ya un año y medio aquí, él tiempo pasa volando cuando eres un lobo. Las horas pasan como minutos al estar todo el día aprendiendo en el bosque.

El abuelo nos enseñó a ser lobos, a conocer nuestra parte más animal. Ahora me sentía segura siendo un lobo y no me daba miedo mostrar mi verdadera forma.

Llegué antes que Aria a la cabaña, al volver a forma humana agarré una de las batas puestas en la entrada. Me la acomodé y entré. El abuelo nos esperaba en la cocina, nos hizo sentar a ambas en el sofá.

-- Ambas están graduadas, pasaron la prueba del lobo superviviente.

Ambas bosque abrazamos, fue una prueba dura, donde estuvimos todo un mes pérdidas en el bosque con dos de mis primos y teniendo que guiarlos como alfa para sobrevivir.

Una experiencia entre traumática y satisfactoria. Peleamos con un oso, peleamos con cazadores. Pasamos una ventisca de nieve, lluvias y hambre. Pero sobrevivimos y me siento mucho más fuerte y segura que antes.

-- ¿¿En serio pasamos la prueba??

-- Si, Rubí. Pasaste las cinco pruebas, supervivencia, liderazgo, confianza, lealtad y maternidad... Estás lista para volver a tu hogar y guiar a tu manada.

No pude evitar llorar, mientras lo abrazaba. El abuelo se había convertido en mi maestro, él se molestaba en enseñarme todos sus trucos al detalle.

-- Hoy será vuestra última noche aquí, pueden ir a preparar sus cosas y nos vemos esta noche en la hoguera de despedida bajo la luna llena.

Tras anunciar sus palabras, él hombre se convirtió en lobo y salió por la puerta. Aquí todos prefieren ir en su forma de lobo, que en su forma humana.

-- Felicidades Rubí, ya eres un alfa de verdad. -anunció Tyler entrando por la puerta desnudo.

Ya no me espanto con eso, aquí son muy liberales y van así por todas partes. Tyler es mayor que yo por un año, y fue uno de mis ayudantes durante estas pruebas. Es hijo de uno de los amigos de mi madre durante su infancia.

-- Yo ya tengo ganas de volver a casa y joder un poco a Izan, añoro tanto a ese mocoso... -confesó ari, mientras subía a la segunda planta de la cabaña y me dejaba sola con Tyler.

Este se puso unos pantalones cortos deportivos y tomó asiento a mi lado. Tenemos ropa por todas partes para estos casos.

-- Gracias, Tyler... creo que la mayoría de pruebas las pasé gracias a ti.

-- La verdad es que soy un gran profesor.

-- De supervivencia en la montaña sí, pero en la ciudad seguro no duras ni un día... eso si da miedo.

-- ¿Es una apuesta? Podría ir una temporada con vosotras y aprender un poco de allí.

-- ¿Oh serías capaz de venir? ¿no te da miedo? Allí tenemos coches a los que no debes perseguir, tenemos mascotas y llevamos ropa... no se si serias capaz de hacerte a nuestras normas de convivencia.

-- Me gustaría probarlo... ¿Puedo ir con vosotras?

Asentí, no podía negarme. Gracias a él aprobé mis exámenes de alfa y la convivencia fue más agradable con el resto de la manada. Le debía un gran favor.

Tras un rato explicándole que debía llevarse, me subí a mi habitación donde comencé a guardar mis cosas en la maleta. Tenía ganas de volver a casa, añoraba a Yoongi, a mi padre y a Izan.

Me daba vergüenza presentarme un año y medio después, más sin haber podido hablar con Yoongi de nada. Aquí no hay cobertura, los teléfonos no van y vivimos literalmente en mitad de una montaña en la nada. Sólo hay un pueblo y es de cazadores, está bajo el enorme barranco al que solemos ir Ari y yo. Para ver a los simples humanos y salir un poco de la vida salvaje.

Tras una tarde tranquila y con la maletas ya listas. Ambas fuimos a la hoguera de las reuniones, debíamos ir como lobos. Esa noche nos despedimos de la manada, de los más viejos lobos, de las hembras líderes de la manada y de los más cachorros de esta.

Añoraria bastante esto de poder ser libre, me llevará tiempo adaptarme de nuevo a Seúl y a convivir en la ciudad. Pero las ganas de ir y recuperar mi vida me podían más.

No veía el momento de subir al avión y poder oler de nuevo a Yoongi. Lo necesitaba tanto, que durante mi estancia aquí, no fui capaz de alejarme de la camiseta de pijama que le robe para no sentirme sola.

Todas las noches dormía abrazada a ella, oliendo el peculiar aroma de Yoongi.

Por fin iba a volver a mi vida y más fuerte que nunca.

❅─• 「 」 •══••✧๑♡๑✧•ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡ ۣۣ፝ۜ͜͡ஓ♡

Y aquí está el segundo!

Pronto espero traer más jsjs aunque me gusta más subir maratones, siento que es más entretenido para ustedes y no se pierde tanto el hilo de la historia.

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Shadow;El Regreso De Las Sombras +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora