El poder de una mirada.

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Marcela terminó de hablar con Doña Carmen y se puso en camino a la comisaría, quería contarle lo que había descubierto a sus compañeros.

En el camino de vuelta no pudo estar pensativa. Pensativa de más. Las palabras de Doña Carmen la sorprendieron mucho y no podía dejar de darle vueltas a ese asunto. La seguridad y el amor con el que Doña Carmen le había hablado de uno de ellos... eso le había resultado muy sorprendente, pero decidió no darle más vueltas al asunto, finalmente había cumplido con su objetivo: averiguar más sobre esas dos personas y eso era lo importante. Todo lo demás no era asunto suyo, simplemente era una información que le servía para su trabajo y nada más.

Marcela llegó a la comisaría y se encontró con Adriana, a quien le contó lo que había descubierto.

- Adriana: "¿Y? ¿Descubriste algo?"

- Marcela: "Sí... efectivamente Doña Carmen los conoce a los dos desde que son pequeños y me estuvo contando algunas cosas."

- Adriana: "Cuéntame."

Marcela no sabía muy bien por qué, pero quiso omitir la parte que le contó Doña Carmen de la personalidad de ambos... y finalmente eso hizo.

- Marcela: "Bueno, a modo de resumen, ambos estuvieron en esa casa de acogida varios años, se quedaron sin familia y acabaron ahí, pero escaparon y Doña Carmen no los volvió a ver."

- Adriana: "¿Te dijo algún dato más respecto a ellos? ¿Algo nuevo que nos pueda servir?"

- Marcela: "Nada... que eran problemáticos, llevaron una vida difícil, ya sabes, sin familia, siempre solos... y ambos se hicieron muy amigos desde que se conocieron. Doña Carmen hablaba con cariño de ellos, es normal y lo entendí, finalmente ella habrá sido como una madre para ellos."

- Adriana: "Lo típico... pasar una vida difícil y acabar siendo un criminal."

- Marcela: "Exacto."

- Adriana: "Marcela tienes que ir con cuidado, tenemos que ir con cuidado... ya sabes como se maneja esta clase de personas, no son novatos y saben perfectamente lo que hacen, llevan muchos años haciéndolo."

- Marcela: "Lo sé, tranquila, los atraparemos y pondremos fin rápidamente a este caso y ya, estoy segura que todo irá bien."

- Adriana: "Que así sea."

- Marcela: "Oye, ¿Y Darío? ¿No está aquí?"

- Adriana: "Se fue hace un rato para la casa, eso me dijo."

- Marcela: "De acuerdo, voy para allá entonces."

- Adriana: "Marcela... le dije a Darío que habías ido a casa de esa señora a investigar, me preguntó por ti y no quería mentirle ni meterme en problemas... discúlpame si hice mal."

- Marcela: "Tranquila Adri, no hay problema... ahora en casa hablo con él."

Las compañeras se despidieron y Marcela fue camino a casa y efectivamente, allí estaba su esposo, allí estaba Darío y no muy contento precisamente. En cuanto Marcela entró, Darío empezó con sus reclamos provocando una discusión entre ellos.

- Marcela: "Hola, ya llegué."

- Darío: "¿Desde cuándo me ignoras y me apartas de tu vida de esta manera? Yo también soy policía y necesito que me cuentes las cosas."

- Marcela: "¿Perdón?"

- Darío: "Me tengo que enterar por Adriana que fuiste a investigar a una señora que está relacionada con el caso de las dos ratas esas..."

- Marcela: "En primer lugar no me vuelvas a hablar así, y en segundo lugar cuando te calmes hablamos."

Marcela hizo el amago de irse, pero él la frenó.

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