El caos lidera por todas partes, todos pelean contra todos, hay gritos, dolor y rencores, todo eso perfectamente sincronizado con la sed de venganza del pueblo de Wakanda contra el suyo, pero puede ver que el creador de ese ambiente vengativo es...
Es Shuri.
Entonces eso hace que se sienta culpable. Un sentimiento horroroso que se aloja en su pecho.
Sabe que le causó dolor, no era su intención llevar a Wakanda a una guerra contra Talokan, pero ellos habían decidido, ella había decidido. Ella había escogido proteger a un científico, no era solo una niña, era un arma, su cerebro se usaría contra todo pueblo que tuviera Vibranium en su interior, no importa si con eso arrebatan vidas o destruían ciudades. Shuri debió de haber previsto su ataque en el momento que se lo mencionó, se preparó tal y como le sugirió. Fue un alivio después de todo.
En el momento en que la vio supo que ella lo quería muerto, lo llevó a una nave donde habían aumentado la temperatura y así perdiera su poder a base del agua, era una mujer lista, debió de haberlo descubierto, por supuesto que lo haría y él se sentía orgulloso incluso si eso le estaba matando. Pero aún así tenía fuerzas suficientes para deshacer todo su progreso.
Ambos caen a la arena de una pequeña isla. Es ahí cuando la Pantera Negra hace su ataque y él responde. Pelean sin piedad el uno con el otro, una perfecta sincronización aún si él está deshidratado. Ella es feroz, digno de un alfa. Sin embargo está cegada, está perturbada, no puede olerla en el aire, no sabe que siente o que quiere dar a conocer, es algo nuevo, pero...
Se siente mal, no está bien, ella va a matarlo y parece que realmente quiere hacerlo. Si le da la oportunidad lo hará.
—¡La mataste!, ¡tú la mataste!—Grita dando puñetazos, arañando la piel descubierta, que en ciertos casos eso hubiera sido sensacional, ser marcado por un alfa fuerte. No obstante ella plenamente quiere herirlo y verlo desangrar.
Él responde a los golpes, da uno fuerte que la manda a una pared de roca, pero ella nuevamente se reincorpora y vuelve a la pelea, son rasguños. Ella toma la ventaja terrible y le corta una de las pequeñas alas a sus tobillos. Él grita. No puede ser.
Ella no debería de hacer eso, se supone que los alfas son protectores, son gentiles ante un omega siempre y cuando no esté en su tiempo de calor, se supone que debería ser amable y sin embargo no lo es.
Ve su lanza y no lo piensa, también está cegado por lo mal que se siente el ambiente, hay algo que se siente raro y sabe que esta mal. Lo clava en el pecho de Shuri y ve como el cuerpo del alfa se retuerce de dolor.
Es increíble que lo haya hecho, se siente herido también, aún si ellos no comparten un vínculo, aún si ellos no son nada más que enemigos. Aún si ella desea matarlo.
—Lo siento— susurra demasiado bajo.
Dejando que su dolor se filtre por haber asesinado al alfa, pero ellos lo habían llevado a tomar esa decisión, esto son las consecuencias de cada uno de los actos tomados en el pasado. Todo lo que hicieron, lo que dijeron y lo que pensaron los llevó a este momento.
Pero tiene que regresar al mar, si ella no lo mata, la deshidratación y el calor lo hará, está mal herido, Shuri había logrado que su cuerpo se sintiera en llamas. Tiene que lograr llegar al mar, camina lentamente, no puede ir más rápido. Pero su alivio no duró demasiado, Shuri con una fuerza que pudo ver como reunía se quitó la lanza de su abdomen, su traje instantáneamente se regenera, su herida muy pronto ya no existirá. Entonces eso significa que su fin ha llegado.
Trata de hacer una pose de lucha, sabe que es un poco inútil, pero realmente quiere llegar al mar, así que voltea y trata de llegar. Ve como ella cruza sus brazos en su pecho y grita.
—Wakanda por siempre.
Es entonces que las llamas golpean su espalda, arde, se esta quemando.
Cae y Shuri instantáneamente coloca la lanza en su cuello, lo va a matar.
—Vamos, rindete— Ella pide.
Ahora puede ver nuevamente su rostro y hay una clara pizca de esperanza pero es muy leve.
—Me rindo— Dice simplemente. Porque es lo único que puede decir, no quiere morir en las manos de ese alfa, no con ella.
Ella retira la lanza de su cuello y nuevamente puede respirar, son los minutos que tiene, probablemente no morirá por las manos de Shuri.
—Oh alfa, no tenía que terminar así— dice mirándola, ella por lo menos no lo va a asesinar hoy.
—Me has traído a esta situación omega— dice ella tan vaciamente, melancólica y triste, —no puedo perdonar lo que has hecho, lo que me has hecho a mi y a mi pueblo.
Ella habla de la reina.
—Lo sé, lo siento— murmura mareado. Se da cuenta de que es inevitable el dolor que ahora siente, no solo por las heridas, es otra cosa, algo más profundo.
—Alfa.
Con sus brazos sostiene el cuello de la mujer que está postrada encima de él, la acerca lo suficiente para poder susurrar a su oído —Voy a morir alfa, necesito... necesito llegar al mar.
No le queda tiempo, su tobillo arde ante la falta de una de sus alas, su cuerpo duele al llevar rasguños que se incrustan con arena y su espalda maltratada por el fuego que anteriormente le había quemado.
Shuri lo sostiene, su rostro vaga levemente a su cuello y da un pequeño olfato pero rápidamente se aleja como si quemara, lo carga para llevarlo rápidamente al agua. Lo sumerge, eso no lo curará pero es como si pudiera nuevamente recuperar su estabilidad.
— Gracias—dice suavemente.
Pues después de todo esta agradecido de que ella le diera una oportunidad.
— Mira lo que has hecho, tú la mataste, tú trajiste la guerra a mi pueblo— dice mientras aún sujeta su cuerpo para que no se hunda.
—Creí... creí que podríamos, que tú podrías cambiar de opinión respecto a la decisión que tomaste, sigo pensando que la científica traerá a los americanos a tu pueblo y el mio.
La preocupación aún no abandona su cuerpo, sigue con la angustia de que ella los traería a corromper a ambas ciudades.
—No puedo matarla Namor, tampoco permitiré que le hagas daño, lo sabes—ella dice frunciendo su ceño, —lo se, pero pensé que después de todo lo sucedido aceptarías mi propuesta.
Aún con la esperanza en su corazón, aún con el anhelo.
—¿Quemar el mundo juntos? Es una propuesta de alianza realmente extraña.
—No solo es para unir a ambos reinos—dice nervioso dejando que el alfa a su lado interpretara las palabras.
—Tú querías... unirnos, tú y yo—su voz se oye sorprendida.
— Si, tú y yo, juntos.
Y por fin lo dice, su necesidad, el anhelo que ha estado guardado desde que la vio, su amor lo cegó, su amor por ella lo llevo a incluso matar a la madre de Shuri, no quería llegara hasta ahí pero necesitaba hacer que ella aceptara.
—Namor, los consejeros querían también que tú y yo tuviéramos una alianza, que nos vinculemos, pero yo...— Y eso es, hasta ahí llega su esperanza.
—Yo no necesito unirme con ningún omega, el reino no es para mi y por supuesto tampoco lo es una relación, no soy tradicional, no me malinterpretes pero yo tengo que rechazar tu oferta.
Por segunda vez, su omega se retuerce en su interior, no está complacido, esta herido y desea que el alfa a su lado lo muerda pero ella ha decidido, aún si eso le afecta hasta morir.
—Entiendo.
Pero en verdad no lo hace..
¿Es un amor no correspondido? Tal vez.
ESTÁS LEYENDO
Te adoraria aunque tú no me quisieras. [Namor X Shuri]
أدب الهواة-Por favor- susurra entre los muros de piedra que los rodeaban, su voz quebrada por la urgencia de que ella aceptara, declara la evidencia de su necesidad. Demostrando que después de todo él es un omega aceptable, con mucho que ofrecer. -Quememos...