Capítulo 4

191 30 4
                                    

El caos lidera por todas partes, todos pelean contra todos, hay gritos, dolor y rencores, todo eso perfectamente  sincronizado con la sed de venganza del pueblo de Wakanda  contra el suyo, pero puede ver que el creador de ese ambiente  vengativo es...

Es Shuri. 

Entonces eso hace que se sienta culpable.  Un sentimiento horroroso que se aloja en su pecho.

Sabe que le causó  dolor, no era su intención llevar a Wakanda a una guerra contra Talokan, pero ellos habían decidido, ella había decidido. Ella había escogido proteger a un científico, no era solo una niña, era un arma, su cerebro se usaría contra todo pueblo que tuviera Vibranium  en su interior, no importa si con eso arrebatan vidas o destruían  ciudades. Shuri debió  de haber previsto su ataque en el momento que se lo mencionó, se preparó  tal y como le sugirió. Fue un alivio después de todo.

En el momento en que la vio supo que ella lo quería muerto, lo llevó a una nave donde habían aumentado la temperatura  y así perdiera su poder a base del agua, era una mujer lista, debió  de haberlo descubierto, por supuesto  que lo haría  y él se sentía orgulloso incluso si eso le estaba matando. Pero aún así tenía fuerzas suficientes  para deshacer  todo su progreso. 

Ambos caen a la arena de una pequeña isla. Es ahí  cuando la Pantera Negra  hace su ataque y él responde. Pelean sin piedad el uno con el otro, una perfecta sincronización  aún si él está deshidratado. Ella es feroz, digno de un alfa. Sin embargo  está cegada,  está perturbada, no puede olerla en el aire, no sabe que siente o que quiere dar a conocer, es algo nuevo, pero...

Se siente mal, no está bien, ella va a matarlo y  parece que realmente  quiere hacerlo. Si le da la oportunidad  lo hará.

—¡La mataste!, ¡tú la mataste!—Grita dando puñetazos, arañando la piel descubierta, que en ciertos casos eso hubiera sido sensacional, ser marcado por un alfa fuerte.  No obstante ella plenamente  quiere herirlo y verlo desangrar.

Él  responde a los golpes, da uno fuerte que la manda a una pared de roca, pero ella nuevamente se reincorpora y vuelve a la pelea, son rasguños. Ella toma la ventaja terrible y le corta una de las pequeñas alas a sus tobillos. Él grita.  No puede ser.

Ella no debería de hacer eso, se supone que los alfas son protectores, son gentiles ante un omega siempre y cuando no esté en su tiempo de calor, se supone que debería ser amable y sin embargo no lo es.

Ve su lanza y no lo piensa, también está cegado por lo mal que se siente el ambiente, hay algo que se siente raro y sabe que esta mal. Lo clava en el pecho de Shuri y ve como el cuerpo del alfa se retuerce de dolor.

 Es increíble  que lo haya hecho, se siente herido también, aún si ellos no comparten un vínculo, aún si ellos  no son nada más que enemigos. Aún si ella desea matarlo.

—Lo siento— susurra demasiado bajo.

Dejando que su dolor se filtre por haber asesinado al alfa, pero ellos lo habían llevado a tomar esa decisión, esto son las consecuencias  de cada uno de los actos tomados en el pasado. Todo lo que hicieron, lo que dijeron y lo que pensaron los llevó a este momento.

Pero tiene que regresar al mar, si ella no lo mata, la deshidratación  y el calor lo hará, está  mal herido, Shuri había logrado que su cuerpo se sintiera en llamas. Tiene que lograr llegar al mar, camina lentamente, no puede ir más rápido. Pero su alivio no duró  demasiado, Shuri con una fuerza que pudo ver como reunía se quitó  la lanza de su abdomen, su traje instantáneamente se regenera, su herida muy pronto ya no existirá. Entonces eso significa que su fin ha llegado.

Trata de hacer una pose de lucha, sabe que es un poco inútil, pero realmente  quiere llegar al mar, así que voltea y trata de llegar. Ve como ella cruza sus brazos en su pecho y grita.

—Wakanda por siempre.

Es entonces  que las llamas golpean su espalda, arde, se esta quemando.

Cae y Shuri instantáneamente coloca la lanza en su cuello, lo va a matar. 

—Vamos, rindete— Ella pide.

Ahora puede ver nuevamente su rostro y hay una clara pizca de esperanza pero es muy leve.

—Me rindo— Dice simplemente.  Porque es lo único que puede decir, no quiere morir en las manos de ese alfa, no con ella.

Ella retira la lanza de su cuello y nuevamente puede respirar, son los minutos que tiene, probablemente  no morirá por las manos de Shuri.

—Oh alfa, no tenía que terminar así— dice mirándola, ella por lo menos no lo va a asesinar hoy.

—Me has traído a esta situación  omega— dice ella tan vaciamente, melancólica y triste, —no puedo perdonar  lo que has hecho, lo que me has hecho a mi y a mi pueblo. 

Ella habla de la reina.

—Lo sé, lo siento— murmura mareado. Se da cuenta de que es inevitable  el dolor que ahora  siente, no solo por las heridas, es otra cosa, algo más profundo.

—Alfa.

Con sus brazos sostiene el cuello de la mujer que está postrada encima de él, la acerca lo suficiente para poder susurrar a su oído —Voy a morir alfa, necesito... necesito llegar al mar.

No le queda tiempo, su tobillo arde ante la falta de una de sus alas, su cuerpo duele al llevar rasguños que se incrustan con arena y su espalda maltratada por el fuego que anteriormente le había quemado.

Shuri lo sostiene, su rostro vaga levemente a su cuello y da un pequeño olfato pero rápidamente  se aleja como si quemara, lo carga  para llevarlo rápidamente al agua. Lo sumerge, eso no lo curará  pero es como si pudiera nuevamente  recuperar su estabilidad.

— Gracias—dice suavemente.

Pues después de todo esta agradecido de que ella le diera una oportunidad.

— Mira lo que has hecho, tú la mataste, tú trajiste la guerra a mi pueblo— dice mientras aún sujeta su cuerpo para que no se hunda.

—Creí... creí  que podríamos, que tú podrías cambiar de opinión respecto  a la decisión  que tomaste, sigo pensando que la científica traerá a los americanos  a tu pueblo y el mio.

  La preocupación  aún no abandona su cuerpo, sigue con la angustia  de que ella los traería a corromper a ambas ciudades.

—No puedo matarla Namor, tampoco  permitiré  que le hagas daño, lo sabes—ella dice frunciendo  su ceño, —lo se, pero pensé que después de todo lo sucedido aceptarías mi propuesta.

Aún con la esperanza en su corazón, aún con el anhelo.

—¿Quemar el mundo juntos? Es una propuesta de alianza realmente  extraña.

—No solo es para unir a ambos reinos—dice nervioso dejando que el alfa a su lado interpretara las palabras.

—Tú querías... unirnos, tú y yo—su voz se oye sorprendida.

— Si, tú y yo, juntos.

Y por fin lo dice, su necesidad, el anhelo que ha estado guardado desde que la vio, su amor lo cegó, su amor por ella lo llevo a incluso matar a la madre de Shuri, no quería llegara hasta ahí pero necesitaba hacer que ella aceptara.

—Namor, los consejeros querían también  que tú y yo tuviéramos una alianza, que nos vinculemos, pero yo...—  Y eso es, hasta ahí llega su esperanza.

—Yo no necesito unirme con ningún omega, el reino no es para mi y por supuesto  tampoco lo es una relación, no soy tradicional, no me malinterpretes pero yo tengo que rechazar tu oferta.

  Por segunda vez, su omega se retuerce en su interior, no está complacido, esta herido y desea que el alfa a su lado lo muerda pero ella ha decidido, aún si eso le afecta hasta morir.

—Entiendo.

Pero en verdad no lo hace..




¿Es un amor no correspondido? Tal vez.

Te adoraria aunque tú no me quisieras. [Namor X Shuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora