Capitulo 7

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En ese momento, cómo Luffy lo prometió te bajo de su espalda pero entrelazó su mano con la tuya para evitar que te acercarse demasiado hasta estar seguro de que no estuvieras bajo peligro, sin embargo también lo hizo para cumplir su deseo de tener contacto contigo.

La enorme oruga frente a ustedes se mantenía inmóvil, observandolos. Diste un paso al frente e hiciste una reverencia antes de hablar.

—Gran Señor, este juicio ha sido un error. Es cierto que falle en proteger el cristal sagrado pero vengo con la promesa de recuperarlo y regresarlo a dónde pertenece— mantuviste el rostro hacia tierra —pero para ello debo salir de aquí pues el enemigo no tardara en volver—

La oruga gigante frente a ustedes los observo, Luffy le devolvió una fiera mirada y finalmente aquel gigante se hizo a un lado dejándoles el camino libre.

—Se lo agradezco— mencionaste aún sin levantar la mirada —prometo que todo volverá al orden que debería tener— Luffy comenzó a caminar y lo seguiste sin soltar su mano.

El corazón del pelinegro había comenzado a palpitar con fuerza, sea lo que sea que le pasará no deseaba que se detuviera, la felicidad que le causaba que le tomarás de la mano era demasiada y su sonrisa era la clara muestra.

Por desgracia la alegría no duró mucho, poco después de abandonar la zona donde estaba la oruga el suelo bajo sus pies comenzó a temblar, Luffy te atrajo hacia él con la intención de protegerte, entonces escuchaste un ruido provenir de la oscuridad, un siseo. La gran serpiente que temías enfrentar había ido en tu búsqueda.

—Estamos en problemas— murmuraste justo segundos antes de que fueran atacados.

Aquella gran serpiente dejo caer su cola en dirección a ustedes cómo si de un látigo se tratara, lo hizo con tal fuerza que la estructura de la cueva comenzó a temblar amenazando con derrumbarse. Luffy fue lo suficientemente rápido como para esquivar el ataque mientras te tomaba en brazos.

—¿También vas a hablar con ella?— pregunto el pelinegro.

—Eso quisiera pero dudo que me escuche— Luffy seguía esquivando de un lado a otro —aun así lo intentaré—

Trataste de llamar la atencion de aquel Gran Señor pero era imposible, estaba cegado por el odio y la furia. Pequeñas rocas comenzaron a caer a su alrededor, todo el lugar caería sobre ustedes si no hacían algo pronto, pero todos tus intentos por comunicarte eran en vano.

—Voy a hacer algo— amenazó el pelinegro y con desesperación le suplicaste que no le hiciera daño pues el animal que se encontraba frente a ustedes era de los más importantes del lugar, si lo herían todos los demás seres se volverían en su contra —no le haré daño— con la mirada fija en el enemigo Luffy uso un poco de Haki del rey, solo lo suficiente para amedrentar a la serpiente.

Por suerte pareció funcionar, aquel gran animal detuvo su ataque y los observo fijamente. En ese momento Luffy te bajo de sus brazos pero sin soltar tu mano. Nuevamente hiciste una reverencia antes de dirigirte a ella.

—Suplico su perdon— dijiste sin levantar el rostro —falle cómo guardiana y perdí el cristal de la vida— un siseo se escuchó como respuesta a tus palabras, aquella serpiente te estaba reprendiendo —se que fue un grave error pero no me he dado por vencida, él me ayudara a recuperar el cristal solo debemos salir de aquí, así que se lo suplico, permítanos continuar nuestro camino—

Aquel enorme ser se mantuvo inmóvil y en silencio unos segundos que parecían eternos, observandolos, finalmente la mirada de decisión de Luffy y lo que ella logro percibir le hizo tomar una decisión, era cierto que no le agaradaban los extranjeros en la isla pero esto estaba más allá de lo que le gustará o no, era una obra caprichosa del destino y sabía que no podía hacer nada.

Ven conmigo  [Luffy y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora