Epílogo

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No podías creer como habían cambiado las cosas en el último par de años, la ciudad de los cristales habían comenzado a recuperar un poco del brillo que poseía originalmente, después de todo ahora todo dentro de ella se había vuelto más activó.

Aún recordabas con claridad la siguiente vez que te reuniste con Luffy desde su partida, no había pasado mucho tiempo cuando divisaste su barco en la distancia y para tu sorpresa no venía solo, una parte de tu pueblo le acompañaba. El pelinegro había comenzado a buscarlos desde el momento en que abandono la isla y no tardó en dar con un grupo de ellos, ahora sabía dónde estaban los demás y pronto también los traería.

Te sorprendió lo agradecidos que estaban todos de volver a pisar su hogar, más de una vez habías pensado que abandonaron la isla por qué no quería estar más ahí. Poco a poco te explicaron que al salir a explorar en busca de más comercio terminaban perdidos en unas turbulentas aguas que los llevaban a mares desconocidos y como en tu pueblo se acostumbraba a hacerse a la mar con toda la familia era obvio que parecía que estaban abandonando a la isla, en el momento en que las desapariciones se hicieron sospechosas se enviaron grupos de búsqueda que jamás volvieron.

Con alegría le agradeciste a Luffy por cumplir con su palabra, por su parte el pelinegro era feliz con solo el hecho de verte sonreír. Nuevamente no podía desaprovechar la oportunidad de unir sus labios a los tuyos, era lo que más anhelaba al estar en altamar, no había día que no soñara contigo. Hacían lo posible por mantenerse comunicados pero no siempre era posible, aún así ahora era un habito el llamarse al menos una vez a la semana.

Luffy siguió visitandote y cada vez que regresaba traía consigo a otra parte de tu pueblo, pronto todo el lugar estuvo habitado, cómo él había prometido no volverías a estar sola.

Ya habían pasado más de seis meses desde su última visita pero en ese tiempo todo había cambiado, el mundo había cambiado. Ahora el cristal de la vida se exhibía en el centro del pueblo con un brillo especial pues había cumplido su propósito. Recordabas claramente el día que sucedió, hubo un temblor que sacudió todo, los cristales comenzaron a apagarse para después volver a iluminarse, algo dentro de ti te dijo que había llegado el momento.

Tomaste el cristal de la vida y corriste hacia la habitación secreta donde estaba aquel extraño mapa y colocaste aquel artefacto tan valioso en el centro. Inmediatamente este brillo con tal intensidad que te cego, aquel brillo atravesó la tierra y resplandeció en el cielo para después esparcirse por todos los confines de la tierra. El mapa frente a ti comenzó a cambiar, él mundo estaba cambiando, Luffy estaba liberandolos a todos.

Habían pasado ya algunos días desde ese cambio, por lo que ahora te dedicaba a sentarte a observar el horizonte pues aún que habías perdido toda comunicación con él estabas segura de que volvería pronto.

Una tarde lograste verlos acercarse, tu corazón latió con fuerza al sentir aquellos tambores venir hacia ti. En cuanto estuvieron cerca Luffy estiró sus brazos para poder llegar hacia ti y se lanzo en tu dirección, corriste a su encuentro. Lo abrazarte con fuerza mientras él hacia lo mismo, unieron sus frentes sintiendo la calidez del otro, sonrieron antes de unir sus labios con el sabor de una promesa cumplida.

—Soy libre— murmuraste aún con tus labios sobre los de él.

—Ven conmigo— asentiste antes de volver a besarlo, este era el comienzo de tu nueva vida.

Fin.

Quiero agradecerles por acompañarme en esta historia. Se que fue corta pero quería ver si lograba escribir a Luffy de una manera que me gustara y a pesar de que fue difícil creo que de algún modo logré mantener su esencia.

Espero disfrutarán de esta lectura.

Gracias por leerme ❤️

Ven conmigo  [Luffy y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora