Almas unidas (Chara x Lector)

Capítulo 9: Memorias olvidadas I

El viento se oía con fuerza y aún así se sentia... solitario, como si no fuera mas que un recordatorio de que ahí solo se encontraban tú y Frisk, completamente solos. Ya no te importaba a este punto, solo querías acabar con todo.

Estaban a la orilla mirando el vacío de un enorme agujero en el Mt. Ebott que habían encontrado y les pareció perfecto para lo que intentarían a continuación.
¿Tú?.- ¿Lista Frisk?
Ella no respondió, solo te miro con una cara derrotada y asintió. Diste un profundo suspiro. Usualmente a este punto estarías con nervios preguntándote si debías hacerlo o llorando pero no. Dentro de ti ya no había nada mas que resentimiento así que no dudaste y saltaste al abismo.

El aire que sentiste mientras caías era frío, como si simbolizara tu propia muerte. Ojala fuera rápido y no terminaras al fondo herido pero vivo.

Cerraste los ojos por lo que pensaste sería la última vez y entonces.

¡PUM!

Un golpe duro se escuchó seguido de otro, pétalos amarillos comenzaron a volar y volviste a abrir los ojos, pensaste por un momento que habías muerto pero no. El dolor era real así como lo que veías; habías sobrevivido para tu desgracia.
¿Tú?.- Maldita sea... no puede estar pasando esto.
Volteaste a ver a Frisk, estaba boca abajo tirada en la misma cama de flores, poco después se levantó con lentitud. Parecía también estar herida.
Frisk.- ¿Q-Qué hace esto aquí?
Aun si dolía decidiste levantarte y mirar mejor el lugar, ahora estaban dentro de lo que parecía una cueva profunda pero solo había un camino hacía adelante.
¿Tú?.- Debe de haber una salida... vamos.
Frisk no parecía muy convencida pero eras la única persona en la que confiaba así que te siguió. Se levantó igual con dolor y caminaron hasta atravesar una puerta que llevaba a una sala oscura con una pequeña porción de pasto de la cual emergió una pequeña flor.

Flowey.- ¡Hola! Soy Flowey. Flowey, la flor.
Y como pasaría nuevamente en el futuro, a pesar del nulo interés que tenías en sus "pétalos de amistad" y la sorpresa de ver una flor parlanchina, terminaron tocando uno de sus pétalos dejándolos cerca de la muerte solo para ser rodeados por más pétalos mortales mientras la flor se burlaba.
Conforme se iban acercando el miedo te empezó a invadir, pero más que eso la duda de porque te sentías así. Esto era lo que tanto querías, entonces ¿porque tenías miedo?
Fue entonces cuando la flor dijo la frase que se te quedaría grabada en la cabeza como un mantra.
Flowey.- En este mundo... ES MATAR O MORIR.
El miedo se transformó en ira, como si hubiese sido una revelación te quedo claro. Querías morir pero no querías hacerlo así, como un maldito animal herido y asustado, si ibas a hacerlo sería bajo tus propios términos. Ya estabas cansado de todo el sufrimiento, las burlas, los gritos, la nula compasión que este mundo te había dado. Ahora lo entendías, si no atacabas de regreso, si siempre te dejabas pisotear todo seguiría igual. Era momento de retomar el control de tu vida, era matar o morir.

Antes de que los pétalos finalmente los alcanzaran algo los detuvo y no solo eso, los regreso a un estado saludable.
Flowey.- ¿Q-Qué?
Un pequeño fuego mágico apareció y alejó a Flowey, fue entonces cuando ella apareció.
Toriel.- Que criatura tan terrible... torturando a unos pobres e inocentes jovenes.
Y así fue como comenzó el infierno que acontecería mas adelante.

Luego de que ella se presentara los empezó a guiar por las ruinas, tú estabas aun procesando lo que pasó allá atrás con Flowey mientras Frisk estaba algo mas confundida pero sin perder lo deprimente en su expresión.
Llegaron a la primera sala con un "enemigo", el muñeco de entrenamiento. Toriel les hablo de como debían hablar con los monstruos que encontraran y evitar cualquier enfrentamiento. Pero para ti eso era una tontería, hablar jamás había hecho nada mas que crearte mas problemas así que te acercaste lentamente al muñeco tomando una pequeña vara puntiaguda y junto a Frisk atacaron al muñeco apuñalandolo y golpeándolo hasta que su cabeza se desprendió. No había sido nada realmente impresionante pero la violencia que mostraron y la falta de duda sobre si atacarlo o no preocupó a Toriel.
Toriel.- No... mis niños, no deben usar la violencia. Eso solo creara mas problemas.
No la escuchaste.