Han pasado varios años desde el nacimiento del heredero del general Crock, y ahora es un adolescente.
—PADRE, ¿DÓNDE ESTÁS? —gritó Drile mientras buscaba a Crock en los pasillos del templo donde vivían—. Vamos padre, si esto es uno de tus juegos para hacerme enojar, lo estás logrando —las pisadas de Drile poco a poco se volvieron más pesadas.
—Muy bien, si esto es lo que quiere, eso le daré —Drile se sentó en el piso—. Vamos amigo, hay que darle a padre lo que quiere.
El espíritu animal de Drile comenzó a aparecer en su hombro; aquel cocodrilo había crecido con él.
—Ve y búscalo, yo me encargaré del resto —dijo mientras lo acariciaba—. Corre amigo. —Aquella manifestación en forma de cocodrilo comenzó a correr por los pasillos.
—Vamos por ti padre, tú sabes que no me gustan este tipo de juegos —un aura de color verde claro empezó a salir de él—. Vamos a hacerte sufrir —al decir un grito de dolor se escuchó a lo lejos.
—¡Ya!, cocodrilo malo, suéltame —dijo Crock mientras trataba de quitarse el espíritu animal de su antebrazo.
—Bien hecho, pequeño —dijo Drile mientras se levantaban—. Ven aquí —el espíritu soltó a Crock y comenzó a correr hacia los brazos de Drile, para subir a los hombros del chico.
—¿Dónde estabas? —preguntó Drile molesto—. Llevo demasiado tiempo buscándote.
Crock se colocó una venda en su antebrazo —sabes que me gusta jugar al escondite contigo, hijo— Drile golpeó a su padre.
—No somos camaleones para escondernos, padre —frunció el ceño mientras miraba a Crock.
—¿Cuándo te volviste tan gruñón, hijo? —Drile comenzó a girar su cabeza en señal de negación.
—No es que sea gruñón, padre, es que ya vamos tarde a la ceremonia —Drile se giró y se encaminó a la salida—. Sabes que madre estuvo esperando este día con ansias —continuó avanzando por aquel largo pasillo.
En la zona exterior del templo se estaba celebrando la ceremonia de ascenso a guerrero.
—Queridos hermanos reptiles, estamos reunidos aquí para ver el nombramiento de estos jóvenes reclutas como guerreros —dijo Crock al comenzar su discurso frente a todos los chicos—. Como saben, el entrenamiento para ser guerrero es algo muy importante entre todas las tribus y con nosotros una de las tribus más fuertes no será la excepción.
Miro a los chicos que estaban formados frente a él, algunos de ellos portaban vestimentas con características de los reptiles; los miembros del clan tortuga portaban una capa de metal que cubría toda su espalda, los del camaleón portaban una especie de visor y las partes de sus ojos que no cubrían las maquillaban, y los del clan de los cocodrilos portaban unos guantes con garras en lugar de dedos.
—Es un gran honor para mí como su general darles el título de guerreros —se acercó un poco a ellos con una sonrisa en su cara—. Así que sin más demora los nombro guerreros de clase 1, y que su espíritu animal los cuide y esté con ustedes hasta que ambos sean uno —se escuchó un grito de festejo por parte de los recién nombrados guerreros, para que la formación se rompiera.
Drile se estaba acomodando los guantes mientras esperaba el abrazo de su padre, conociéndolo sabía que lo haría.
—Vamos padre, ¿por qué se demora tanto? —dijo mientras se giraba desesperadamente—. Le gusta demasiado hacer esto —Drile se sentó y volvió a invocar a su espíritu animal, este salió alterado—. Lo sé, chico, yo también lo odio —acarició la cabeza del animal—. Búscalo y ahora sí, arráncale el brazo —dijo con el ceño fruncido.
El espíritu se dio la vuelta y corrió entre la multitud, notando cómo varias personas solo se movían o hacían ruidos de asombro.
—Ya es la segunda vez en el día que me haces hacer esto, padre —el aura de Drile se volvió más fuerte—. Ahora sí lo vas a pagar —se quedó quieto por un momento mientras su espíritu buscaba a Crock.
—¿Qué haces, hijo? —dijo Crock al llegar.
—Buscándote, ahora cállate que me desconcentras —su aura volvió a alterarse y el cocodrilo saltó entre la multitud.
—Oh no, no otra vez —dijo Crock al verlo—. ¡Abajo, chico! —el cocodrilo le mordió el brazo por segunda ocasión—. ¡Hey! Drile, cálmalo —Crock sacudía su brazo intentando quitárselo.
—Ya voy, padre —hizo una señal con su mano para que el animal saltara a sus brazos—. Te dije que no te demoraras —dijo molesto.
—Perdóname, hijo, pero tu madre no podía pasar sola entre la multitud.
La madre de Drile sobresalía mucho de la multitud, tenía un gran abrigo que dejaba ver un collar en su cuello con una forma muy extraña.
—No era necesario que la trajeras, padre —dijo Drile con preocupación al ver a su madre.
—Eso mismo le dije, pero ella no quería perderse ni un segundo de este momento —Crock se acercó a ella para ayudarla a caminar—. Tranquila, querida, ya casi llegamos.
La gente miraba a la pareja caminar, algunos con cierto disgusto hacia la madre de Drile, quien tenía una extraña enfermedad en su espíritu animal que hacía que cada vez que este lo utilizara, comenzara a comerse su piel. Sin embargo, a Crock nunca le importó eso de su amada. Él
se volvió uno de los guerreros más fuertes para protegerla y ayudarla a encontrar una cura. Si alguien tenía algún problema con ella, tenía que decírselo a Crock.
—Madre, con cuidado —Drile se acercó a ella—. No debiste salir de la cama —la tomó por uno de sus brazos.
—¿Por qué lo dices, hijo? Este es un día muy especial para ti. Claramente, quería ser parte de él —lo abrazó con un aura demasiado cálida para ser de un cocodrilo.
—Lo sé, pero me preocupa que algo le pase.
Ella lo abrazó para calmarlo un poco —Estaré bien, hijo. Tranquilo —Drile sonrió al escuchar a su madre decir esas palabras.
—Me alegra oír eso, querida —dijo Crock mientras se unía al abrazo—. Pero de verdad discúlpenme por tener que retirarme.
Saben que los líderes nos reunimos para hablar de este tema —su esposa lo abrazó con aún más fuerza—. Tranquila, querida, volveré pronto —le besó la frente y se alejó poco a poco.
—Hasta que ambos nos unamos —dijo su esposa al verlo alejarse.
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Jungle Beast War
Actionen una isla remota, viven los clanes animales gente que tiene una conexion muy grande con su espiritu animal, ellos vivian en paz hasta que una raza se quiso alzar entre las demas