A Tweek le causaba algo de paranoia sentir la mirada del ojiverde sobre él, le hacía pensar que quizás tenía algo entre sus dientes o que un calcetín colgaba de su mochila, siempre revisaba bien antes de salir por las mañanas, por suerte solo eran ideas locas.
-Siento que me odia.-Habló el rubio, quién hizo un mohín con sus labios mientras apoyaba su cabeza sobre la mesa, es mucha presión.
-Hey, no digas eso, quién podría odiar a Tweek? -Lo animó Butters, abrazándolo por los hombros en un intento de consuelo.
-Es verdad, no le has hecho nada, viejito-Habló esta vez Jimmy, colocando una mano sobre sus dorados cabellos, acariciando con dulzura estos.
-Quizá le gustas -Agregó una muchacha pelirroja quién llegaba a pocas ganas a su mesa, lanzando su mochila sobre la silla y dirigiéndose hacia sus amigos.
-Reeeed -Exclamó riendo el ojiazul el cual seguía sin levantar su cabeza de la mesa.- Qué dices? -preguntó con ironía.
-Pues, ya sabes cómo es Craig, normalmente pasa de todos nosotros, aunque por alguna razón siempre se pone nervioso cuando tú estás cerca, es como si activara algún mecanismo de defensa para no hacer ni decir nada por miedo a cagarla. -Respondió la chica jugando con un lápiz que robó de la mochila de Jimmy.
Los tres chicos se quedaron en silencio, Tweek levantó su mirada para dirigirla hacia la chica, le sacó la lengua para luego darle un par de sorbos a su café matutino.
-Bueno, tiene un punto. -Exclamó jimmy, cerrando su mochila pues no había notado que estaba abierta y que así fue cómo la pelirroja tomó su lápiz.
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Al día siguiente, Craig, Clyde y Tolkien charlaban sobre sus ideas para el proyecto de artes, para la suerte del pelinegro, a sus amigos les había tocado juntos.
-Piénsalo, viejo, es tu oportunidad para conocerlo mejor, pueden ser buenos amigos -exclamó Clyde, quién jugaba con un finger skate recorriendo toda la mesa.- Y quién sabe si con el tiempo se transforma en algo más.-una mirada coqueta deslumbraba en su rostro, le gustaba molestar a Craig, aunque en el fondo le gustaría que así fuera, extrañaba ver a su amigo enamorado.
Craig no dijo nada, solo se limitó a observar a su amigo con esa característica expresión suya, entre "cállate la boca" a "eso nunca va a pasar"
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Era el momento de ponerse de acuerdo con el rubio sobre el proyecto, como tenían 3 semanas para realizarlo debían empezar lo antes posible, no le gustaban los atrasos. Craig esperó hasta el final del día para acercarse a Tweek y coordinarse, intentó mantener la compostura y no parecer más nervioso de lo que ya estaba.
Sonó el timbre indicando el fin de la jornada escolar, todos los alumnos presentes levantaban sus cosas rápidamente para poder irse, Craig se quedó sentado esperando a que el rubio se levantara de su mesa, pero para su sorpresa el rubio se quedó en su lugar, tenía la vista pegada al celular, bueno, era más conveniente que interrumpirlo al salir del aula. Tomó aire y se levantó junto con sus cosas y se dirigió al puesto del rubio, quién al sentir la presencia del más alto miró hacia arriba y le sonrió en modo de saludo.
-Oh, hola Craig -saludó el más bajo, dejando su celular a un lado- Vienes a charlar sobre el proyecto? ven, siéntate -le indicó al ojiverde, apuntando la silla que estaba delante suya.
-Hola Tweek -saludó también Craig, tomando asiento donde el más bajo le indicaba- Sí, claro. sabes, como es un proyecto algo extenso pensé que teníamos que estar en contacto seguido, así que..-apretó sus labios y se quitó su gorro, era un acto que hacía por inercia cuando estaba nervioso, dejando a la vista sus cabellos color azabache que a los ojos del rubio se veían muy suaves. era extraño, nunca había visto a Craig sin gorro, pero definitivamente le gustaría verlo así más seguido. El más alto buscó entre sus cosas y le extendió su teléfono- Me darías tu número? si quieres, por supuesto. -preguntó, mirando al rubio a los ojos, intentando tomar su actitud despreocupada y cool de siempre.
A Tweek le pareció tierna la manera tan formal de pedirle su número de teléfono y no pudo evitar que su boca emitiera una pequeña carcajada, dejando al más alto algo confundido.
-Claro, con gusto. -tomó el celular del contrario y agregó su contacto, para luego devolvérselo.- Espero nos saquemos una buena calificación en esto, juntos.-exclamó el rubio, algo inseguro de si cumpliría las expectativas de Craig, sabía que el pelinegro tenía buenas calificaciones siempre, y le daba miedo estropearlo.
Craig sonrió ladino transmitiéndole su confianza al más bajo, mientras miraba el nombre del contacto que su compañero había agregado.
