"You're in the kitchen humming All that you ever wanted from me was sweet nothing" t.s
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-Me dejé ganar -exclamó el pelinegro al ver cómo la pantalla de su televisor marcaba un "you lost" , Tweek rió, le acarició su rodilla en forma de consuelo.
-Por supuesto, yo te creo -respondió cantarín el ojiazul, mirando a Craig, notando que éste también le miraba.- Qué pasa? -preguntó el, con curiosidad.
-Nada, solo que te quiero -dijo Craig, su voz no vaciló ni tembló, dejando una respuesta clara.
Las mejillas de Tweek se tornaron de un color carmesí, él sonrió y golpeó suavemente la rodilla del contrario, demostrando sus así nervios, provocando que el azabache riera.
-Yo también -murmuró el rubio, una dulce sonrisa se formó en sus labios, se acercó más a Craig y plantó un pequeño beso sobre la comisura de sus labios.
Craig sonrió, más no dijo nada, la sonrisa que tenía plantada en su rostro ya hablaba bastante.
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Los chicos se encontraban en casa de Craig, luego de la bonita escena que ambos protagonizaron, llegaron a su destino y no se les ocurrió otra cosa más para hacer que jugar videojuegos, pero ellos eran felices con sólo pasar más tiempo con el otro.
No habían vuelto a hablar de aquello, pues sus acciones hablaban por ellos mismos, estaban contentos, aliviados, y, por supuesto, enamorados.
Craig pensaba en qué seguía ahora, si le pedía a Tweek ser su novio o si sería prudente esperar un par de días, aunque si fuese por él, no esperaría ni un segundo más.
Y para Tweek era igual, se preguntaba cómo continuarían las cosas, si Craig hará como si nada frente a los demás o si mencionará algo con sus amigos, Tweek por su parte se moría de ganas por contarle a su pequeño grupito, según él, el que más se emocionaría sería Butters, o quizás Red...pues eran quienes estaban más expectantes a lo que pasaba entre el rubio y Craig.
Ambos sonrieron al pensar en el otro, incluso estando juntos, se emocionaban.
-Quieres bajar a comer algo? -preguntó Craig, dejando el mando a un lado mientras se levantaba.
-La verdad no tengo hambre -dijo Tweek, con una mirada inocente en su rostro.- pero podemos bajar si quieres -exclamó, levantándose también de la cama.
-Okay, me parece bien -dijo Craig, tomando a Tweek de los hombros y guiándolo hacia las escaleras, mientras estaba en eso, pudo sentir el olor del shampoo del más bajo sobre su nariz, era una mezcla de granada y uva, un olor muy adictivo y fresco.- Hueles muy bien..-exclamó, provocando que Tweek riera.
-Gracias, existe algo que se llama ducha, deberías probarlo -dijo, provocando que el más alto soltara una carcajada.- Es broma, también me gusta mucho cómo hueles, es adictivo -confesó, y a Craig le impresionó la forma en la que Tweek a veces podía leer sus pensamientos.
Los padres de Craig no se encontraban en casa, así que se sentía muy silenciosa, Craig encendió la televisión, colocando su cuenta de Spotify en ella.
-Qué quieres escuchar? -preguntó él, aunque la respuesta era obvia, Tweek sonrió y lo abrazó.
-Ya sabes...-exclamó, Craig sacudió su cabeza suavemente y una dulce sonrisa se expandió por su rostro, abrazó devuelta al rubio, mientras escribía en el buscador.
"Taylor Swift"
Tweek, emocionado, comenzó a debatir entre qué canción sería la correcta para este momento, hizo que Craig pausara en una específica, Tweek sonrió al leer el título de la canción, y Craig sonrió devuelta al ver al rubio contento, "escucharé esta canción todas las veces que quieras si eso significa verte así de feliz" pensó.
Y Tweek no podía más con la felicidad de estar escuchando aquella canción, con aquel chico especial que tenía la capacidad de que la más mínima cosa con él fuese como un sueño hecho realidad.
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Craig se encontraba tostando unos panes mientras Tweek lo observaba desde el sofá, >por qué tiene que gustarme tanto< se preguntaba a si mismo cada vez que veía a Craig hacer cualquier movimiento, incluso tostando unos panes se veía guapo.
La música sonaba de fondo mientras Tweek observaba a Craig, su cabello, sus manos, su espalda, Craig le hacía gestos de vez en cuándo, Tweek le sonreía de vuelta. Le hizo imaginar en cómo sería si ambos vivieran juntos y Craig le estuviera preparando el desayuno, al darse cuenta de aquello, sacudió la cabeza y un notable sonrojo se hizo presente >tonto< pensó.
De todas formas le gustaría.
Y Craig se imaginaba a sí mismo en las futuras mañanas junto al rubio, mientras este lo esperaba en el sofá y él preparaba el desayuno.
La verdad era que ambos disfrutaban la compañía del otro, incluso si no hablaban, si no hacían nada y sólo estaban juntos, al saber que existen en el mismo espacio, tiempo, y lugar, son más que felices.
