𝗢𝗕𝗜𝗧𝗢 𝗨𝗖𝗛𝗜𝗛𝗔 𝗢𝗡𝗘-𝗦𝗛𝗢𝗧

✞︎𝕆𝕓𝕤𝕖𝕤𝕚𝕠́𝕟✞︎ ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝕝𝕝🔥

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 (𝗧/𝗡)

Gemí al sentir el frío metal contra mis muñecas, que contrastaba con mi tez ardiente.

- Creo que te di una orden, (T/N)...-Su voz ronca y profunda me hizo estremecer.

Las yemas de sus dedos recorrieron mi cuerpo, deteniéndose en la parte superior de mis finas bragas de encaje. Su mano se frotó contra mi coño, haciéndome gemir aún más.

-¿Me acabo de frotar la mano y ya estás así? - Su tono sarcástico me provocaba odio, que era fácilmente manejado por la lujuria que sentía por el.

Levanté las caderas, haciendo que sus dedos se frotaran contra mí con la ayuda de sus movimientos. Le miré a los ojos oscuros que ardían de lujuria. Sus dedos tenían ahora movimientos precisos por su parte, haciendo movimientos circulares bajo la tela sobre mi clítoris. Era evidente su placer al verme sufrir por no poder gemir, ni siquiera hablar. Cerré los ojos y arqueé la espalda al sentir su cálida boca en mi cuello. Su lengua recorrió el tirante de mi sujetador, deslizándolo dentro.

Me temblaban las piernas, mi pecho subía y bajaba, mis expectativas eran tan altas como mi delirio. Respiré hondo e hice sangrar mi trasero de tanto morder para no gemir cuando me corrí.

- ¿Ya? - tus dedos ya no tienen contacto conmigo. - Empiezo a pensar que eres débil. - Le fulminé con la mirada, obteniendo como respuesta una sucia sonrisa. - No sé si podrás soportarlo...

Como si no hubiera terminado de burlarse de mí, el Uchiha se levantó, permitiéndome admirarlo mientras se quitaba la corbata y luego la camisa. Ver cómo la tela se deslizaba por sus musculosos brazos, dejando al descubierto su abdomen desgarrado, casi hizo que me corriera de nuevo.
La corbata ahora en sus manos me hizo hacerme una idea de lo que haría. Lo deslizó alrededor de mis ojos, bloqueando completamente mi vista.

- Si intentas mirar será peor. - el movimiento en la habitación fue rápido y no por mi parte.

Contuve un gemido al sentir el hielo deslizarse por mi clavícula, hasta la curva de mis pechos. Mi respiración se aceleró a medida que la sensación descendía más y más.

-¡Ah! -un gemido imposible de contener me desgarró la garganta mientras me llevaba el hielo a las bragas, frotándomelas en un vaivén.

- Silencio.

Quería gritar su nombre hasta quedarme sin voz, lo deseaba tanto que temblaba de anhelo. Sus dedos salieron de mi coño, recorriendo mi vientre, provocando escalofríos por los bordes helados.

Realmente leyó cada página de ese maldito diario. Es como si hubiera decidido mi futuro al escribir cada palabra. Dicho esto, sé que mañana no tendré la más mínima capacidad para mantenerme en pie.

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗢𝗯𝗶𝘁𝗼

Rocé mis labios con los suyos, interrumpiendo su respiración entrecortada. Dejándola tranquila, continué hasta su clavícula.

Cada rincón de su cuerpo me hacía delirar. Todas las noches que soñé con tocarla de esa manera por fin se hicieron realidad. Tiré del fino encaje hacia un lado, me tumbé entre sus piernas y apoyé la cabeza en su muslo. La admiraba.

Su esfuerzo por abrazarme y complacerme fue tremendo.

Le pasé la lengua por el coño mojado, haciendo que arquease la espalda. Exploré cada espacio con mi lengua, prestando atención previa a su clítoris.

- Relájese, señorita (T/A).

Levanté la vista y vi sus manos, aunque atadas, tirando de las sábanas, y sus ojos se entornaron de forma tan excitante que mi polla palpitó.