SEX IN THE BATHROOM

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Acabábamos de llegar minutos de una agotadora misión, lo único que queríamos era descansar. O al menos, ese era nuestro plan.

Se cambiaron rápidamente, sólo porque mi novio estaba enojado.

"Tenía que haberle dado una patada en el culo a ese imbécil, eso es lo que tenía que haber hecho" Dice mientras se sienta en la cama, molesto.

"Llevas todo el viaje hablando de eso, ¿qué tal si lo olvidas?" Te sentaste en su regazo.

"Oh, claro, ¿ése tipo te estaba coqueteando conmigo y tengo que olvidarlo? ¡Debería haberle roto en la cara!" Dice con un bufido irritado el pelinegro.

Me río y le doy un beso.

"Sabes, me encanta cuando te pones celoso" Digo empezando a besar su cuello.

"Eres tan mala, que no deberías  haberme detenido en ese momento" Dice apretándome mi trasero.

"Nos guste o no, ¡él era nuestra misión!" Digo y me bajo de su regazo.

Camino hacia el baño, pero antes de entrar miro hacia atrás y lo veo mirándome con incredulidad.

"En serio, ¿me vas a dejar así?" Pregunta señalando el bulto de sus pantalones.

"Tienes dos manos amorcito, ¡date la vuelta!" Le respondo con una sonrisa perversa.

Entro en el cuarto de baño sin cerrar la puerta y me quito toda la ropa, dejándome completamente desnuda. Enciendo la ducha y siento el agua caliente correr por mi cuerpo, hasta que noto que dos manos tiran de mí y mi cuerpo se gira rápidamente y se pega al suyo.

"¡Eres realmente mala!" Dice y empieza a besarme el cuello.

"Es la costumbre" Le digo juguetona.

"Te mereces un castigo por eso, ¿no crees" Me mira con su mirada de lujuria.

"Si el castigo es que me folles, ¡me encantará!" Digo, sintiendo un calor recorrer mi cuerpo.

Me dedica una sonrisa pervertida y ataca mis labios, hasta que empiezo a sentir sus dedos jugando con mi clítoris. En cuanto dejamos de besarnos, Obito mueve su boca hacia mi pecho izquierdo, chupando y mordisqueando. Sabía muy bien cómo volverme loca, y se sentía realizado por ello.

"Obi... ¡Obito, idiota!" Le insulto mientras me muerdo los labios.

Deja de jugar con mi clítoris y deja de chuparme el pecho, siguiendo su mirada pervertida hacia mí.

"¿Estás tan loca por mí, mi amor?" Pregunta convencido.

"Tú eres el que está loco por mí, ¡admítelo!" Le digo, mordiéndole el lóbulo de la oreja.

"Los dos estamos locos el uno por el otro, ¡esa es la verdad!" Dice, acercando su cuerpo al mío

Siento su pene golpeando mi parte íntima y suspiro, lo hace a propósito.

"¡O...obito!" Pongo mi cabeza en la curva de su cuello.

"Dime, mi amor" Susurra en mi oído.

"Fóllame ahora, por favor" En forma de susurro, le suplico.

"Dilo más alto, creo que no te he oído bien!" Dice con autoridad.

"¡Fóllame, por favor!" En voz alta lo digo.

"Como quieras" Dice mordiendo el lóbulo de mi oreja.

En un movimiento completamente rápido, levanta mi cuerpo y envuelvo mis piernas alrededor de sus caderas.

Su pene se desliza en mi entrada casi automáticamente, haciéndome soltar un gemido de placer.

Comienza con lentos empujones, haciéndome sed de más.

"Más... ¡más rápido!" Le digo suplicando en su oído.

Los empujes alcanzan una velocidad impresionante, mientras sólo podíamos sólo podíamos oír nuestros gemidos.

Las embestidas se hacen más fuertes y profundas a cada segundo que pasa. Poco después, deja de empujar y siento su líquido dentro de mí.

Apartó mis piernas de sus caderas, luego suspiro.

"Si me dejas embarazada, te mató" Le digo, mirándola con cara de muerte.

"Tranquila, ¡papá ya te quiere!" Me dice frotándome la barriga

"Idiota" Suelto una carcajada, dándole una palmada en su hombro.

"¡Se que soy un idiota, pero amas éste idiota" Me dice, dándome la vuelta y me inmoviliza contra la pared.

Siento sus manos en mi cintura, empujo mi culo hacia fuera y, sin previo aviso, siento su pene penetrándome con fuerza y profundo.

Ya sentí que me temblaban las piernas, resultado de tantas embestidas profundas. Por eso, supe que probablemente, Me quedaría sin caminar un día entero.

Siento su líquido en mi espalda y respiro hondo, luego me doy la vuelta y lo veo mirándome con su maravillosa mirada.

"¿Te amo, lo sabes?" Pregunta mientras sostiene mi cara

"¡Sí y yo también te amo!" Le digo sonriendo.

Incluso con mis piernas un poco tambaleantes, logro ponerme de puntillas y darle un beso en los labios a Obito, quien me estaba mirando con una linda sonrisa.

"¿Quieres que te ayude a ducharte?" Me pregunto socarronamente

"Por supuesto, mi amor" Le respondo y le besó su hombro.

Como aún me flaqueaban las piernas, Obito se aferró con fuerza a mi cintura. Frotó el jabón por todo mi cuerpo, mientras yo hacía lo mismo con él.

Cuando por fin terminamos de ducharnos, nos pusimos un pijama a juego y, muy cansados, decidimos tumbarnos a dormir.

"Que duermas bien, mi pequeña" Dice Obito dándome un beso.

"Que duermas bien, amorcito" Le digo con una simple carcajada y le suelto.

Él pone los ojos en blanco y yo apoyo la cabeza en su pecho. Empiezo a sentir que el sueño llega más rápido que nunca por culpa de Obito acariciándome el pelo.

 Empiezo a sentir que el sueño llega más rápido que nunca por culpa de Obito acariciándome el pelo

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𝗢𝗕𝗜𝗧𝗢 𝗨𝗖𝗛𝗜𝗛𝗔 𝗢𝗡𝗘-𝗦𝗛𝗢𝗧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora