Formabas parte de Akatsuki porque necesitabas el dinero, no para hacer amigos. Tratar de convencer a un niño hombre de que no se hiciera amigo tuyo era más exasperante de lo que pensabas.
Intentaste ignorarle, pero era difícil cuando siempre estaba pegado a ti. Con el tiempo te acostumbraste. Recogía y compraba los objetos más extraños para regalarte, y tú le sonreías y le dabas palmaditas en la cabeza. Le gustaba que le acariciaras la cabeza.
En cierto modo eras la madre de Tobi, no te gustaba ese efecto que tenía sobre ti, o más bien te gustaba demasiado.
Era tan enérgico, siempre arrastrándote a algún sitio que quería enseñarte o tirándote de la ropa. A veces te abrazaba de la nada, este tío no sabía lo que te hacía... y con él llamándose a sí mismo buen chico la mayoría de las veces, estabas acabado.
Podrías llevártelo en ese momento. Era frustrante no poder satisfacer tus necesidades, al menos no como querías.
Esta frustración sexual le llevó a la masturbación, la mayoría de las veces no tenía que acceder a este método, pero últimamente era demasiado.
Estaba a tu alrededor con demasiada frecuencia, te tocaba inocentemente, el hecho de que fuera tu pareja hacía que esto fuera increíblemente duro, y que tú estuvieras increíblemente mojada. En tu frustración le gritabas muy a menudo, diciéndole que se callara.
No querías levantarle la voz, pero no te dejó otra opción. Un día paseabas por el bosque, intentando despejarte, y le pillaste haciendo ejercicio, no llevaba su capa, sino ropa negra muy ajustada y ceñida. Era más fuerte de lo que parecía, observaste.
La vista fue demasiado y volviste corriendo al escondite. "¡Quiero un nuevo compañero!", dijiste al entrar en el despacho de tu líder. Pain levantó la cabeza, suspiró y asintió. "De acuerdo, ahora trabajarás con Sasori", te dijo.
Le diste las gracias y te fuiste a ducharte. El agua caliente era relajante, pero por desgracia tu mente volvió a vagar hacia Tobi, la forma en que practicaba sus patadas altas, la forma en que su ropa no dejaba lugar a la imaginación pero seguía en el camino....
Tus dedos vagaron hasta tu núcleo, frotándose lentamente sobre tu clítoris. Gemiste ligeramente y pensaste en aquel momento en una misión en el que Tobi te apartó de un empujón y te susurró "No te preocupes, (T/N)-chan... Tobi te tiene...". Te mordiste el labio mientras introducías dos dedos en tu interior y empezabas a presionarlos contra tu punto G.
La sensación de sus fuertes brazos a tu alrededor, cuando te abrazaba y cómo siempre quiso ser un buen chico para ti sin saber lo que significaba, te puso al límite.
Sales de la ducha con las piernas temblorosas y te secas el pelo. Te envuelves en una bata y te metes en la cama, dispuesta a dormir profundamente. Hasta que alguien llama a tu puerta.
Gemiste y te levantaste, mirando a Tobi. "¿Qué haces aquí? Estaba a punto de irme a la cama...", refunfuñaste. "¿Odia (T/N)-chan a Tobi?", susurró en voz baja. "¿Qué? No, claro que no. ¿Por qué dices eso?" dijiste en tono molesto.
"Deidara-senpai dijo que (T/N)-chan tiene un nuevo compañero ahora, porque Tobi la molestaba..." odiabas que sonara tan triste.
"Bueno, es cierto que ahora tengo una nueva pareja, pero tú no me molestas, al menos no de la forma que tú piensas... es complicado, Tobi. Pero créeme, es mejor para ti que te alejes de mí" le dijiste, no soportabas hacerle daño.
"¡Pero Tobi no quiere dejar a (T/N)-chan!" se lanzó sobre ti, cogiéndote por sorpresa. El impacto fue tan repentino que el escote de tu túnica se dilató. "¡T-Tobi! No me abraces así!", gritaste, apartándolo de ti y arreglándote la túnica.
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𝗢𝗕𝗜𝗧𝗢 𝗨𝗖𝗛𝗜𝗛𝗔 𝗢𝗡𝗘-𝗦𝗛𝗢𝗧
Short StoryMini historia de Obito Uchiha + 18 No hago pedidos No hago contenido yaoi