- Mírame cuando te hablo. - dijo entre dientes, apretándome cada vez más fuerte los brazos.
Seguí con la cara vuelta, no iba a ceder y obedecerle.
- ¡MÍRAME! - Obito soltó a gritos uno de mis brazos y llevó su mano libre a mi mandíbula, tirando de ella con fuerza y obligándome a mirarle.
-Suéltame, me haces daño. - Me debatí en su agarre e intenté apartarlo, pero el Uchiha era un maldito muro de músculos.
- Me debes obedecer, ¿entendido (T/N)? - dijo furioso mientras me apretaba contra la pared del balcón.
- Nunca me inclinaré ante ti, ¡NUNCA! - Le escupí las palabras a la cara con rabia.
Obito me miró con odio e intensificó aún más su agarre sobre mí.
- tu... - Antes de que termine de hablar reúno todas mis fuerzas, consiguiendo por fin escapar y correr hacia la puerta del dormitorio.
Estaba a punto de abrirla cuando siento que sus brazos me agarran bruscamente y me tiran sobre la cama con rabia. Obito se puso rápidamente encima de mí inmovilizándome con su peso, me golpeé contra su pecho con la esperanza de apartarlo pero pronto tuve mis manos aprisionadas por las suyas.
El morena esperó a que me cansara de luchar y me miró fríamente. Sus ojos eran pura ira y, cuando me di cuenta, sentí miedo. Estaba a su merced y por muy fuerte que intentara ser, seguía temiéndole.
- Intenta huir de mí una vez más y verás un lado de mí que no te gustará (T/N)- Me amenazó Obito.
Tragué con fuerza y, por primera vez, sentí miedo de él.
La mano libre de Obito subió lentamente por mis muslos, levantando cada vez más el corto jersey que llevaba, hasta llegar a mi cara, donde empezó a acariciármela mientras me observaba con aquellos ojos tan intensos. Volví la cara para no mostrar lo mucho que me estaba fastidiando aquella maldita cosa.
- ¡Mírame! - ordenó con voz ronca y autoritaria.
Continué en la misma posición.
- Te gusta volverme loca, ¿verdad (T/N)? - Me tiró de la cara y me miró con fiereza.
Sus ojos brillaban con ira y deseo al mismo tiempo, y algo en mí se encendió. Intento ignorar las reacciones que este maldito Uchiha tiene sobre mí y permanezco impasible.
-¡Déjame en paz! - Digo ya cansada de este juego del gato y el ratón.
Y pensar que sólo era el principio.
- Lo haré, siempre y cuando cumplas tu parte. Hoy bajarás y harás lo que hay que hacer, y esta vez sin llorar. - me dice, mostrándome una sonrisa sarcástica.
Me siento humillada, lo cual no es nada nuevo en mi vida.
-Si me acuesto con esos hombres, ¿seré libre? - Pregunto y siento como me aprieta las muñecas.
Obito cierra los ojos y se ríe durante unos segundos, luego se vuelve para mirarme.
- No vas a acostarte con nadie antes que conmigo. - Dice con malicia y me pasa los dedos por los labios, intento volver a girar la cara pero su mano me detiene - No tienes que tener miedo, sé que nunca has estado con nadie, así que prometo tener toda la paciencia posible, ¿hmm? - Deposita húmedos besos en mi cuello.
Siento que todo mi cuerpo reacciona a sus caricias. ¡Maldita sea!
Me concentro en repeler esas reacciones y pienso en cómo escapar de esta situación.
- Prefiero acostarme con cualquiera menos contigo. - respondo ácidamente. Siento que el cuerpo de el moreno se pone rígido e interrumpe los besos, me encara de nuevo y me aprieta las muñecas cada vez con más fuerza.
- Así que siento informarte, mi dulce (T/N), pero si no te acuestas conmigo, no te acostarás con nadie más. - me dice enfadado.
Le había pegado y ahora me tocaba a mí reírme. Una sonrisa magnífica, enorme estampó mi cara, y él comprendió, ahora él era la broma aquí y eso lo hizo aún más furioso.
Obito me arranca la camisa bruscamente, asustándome y casi haciéndome daño, dejando mi cuerpo sólo con las diminutas bragas negras que llevaba puestas.
Aprovecho su distracción e intento escapar, y vuelvo a fracasar. El Uchiha fue rápido y ágil al atraparme de nuevo en sus garras.
-¡Suéltame! - suplico, forcejeando, esperando con la esperanza de que esta vez hiciera caso a mi petición.
- Necesitas un buen correctivo para aprender a respetarme. - dice, pasando la mano por mi pecho y apretándolo. - ordena.
Obito suelta mis muñecas y baja lentamente su otra mano hasta la mitad de mis piernas, protesto cerrándolas y entonces el moreno me lanza una mirada perversa.
El Uchiha se baja de mí arrodillándose en el colchón y me abre las piernas violentamente. Sus manos recorren mis muslos mientras los acaricia y aprieta.
Dejo escapar un gemido involuntario con sus caricias y me lo reprocho.
El moreno comienza a besarme las piernas desde abajo hasta la ingle, besa mi sexo por encima de las bragas mientras me mira fijamente y siento ligeras oleadas de placer invadir mi cuerpo.
Mi cuerpo se estremece con sus caricias, Obito se da cuenta y sonríe con picardía.
Siento rabia por no poder controlar esto.
Obito me quita lentamente las bragas sin romper nuestro contacto visual, siento sus labios calientes como el infierno al tocarme y me estremezco.
Todavía intento usar la poca cordura que me queda para escapar, pero él sujeta mis caderas con fuerza manteniéndome inmovilizada a la cama.
Siento su lengua recorrer mi interior y finalmente me rindo. Obito lame todo mi sexo y luego lo chupa con maestría. Una de sus manos acaricia mi muslo y la otra sube hasta uno de mis pechos y comienza a estrujarlo.
Cierro los ojos con fuerza y aprieto las sábanas intentando controlar los gemidos que salían sin mi permiso, el Uchiha aumenta la tensión en mi cuerpo y el ritmo de su lengua.
Arqueo mi cuerpo sintiendo mi orgasmo al llegar y caigo jadeando sobre la cama tras alcanzar el clímax.
Todavía estaba débil por el oral que acababa de recibir cuando la morena se sube lentamente encima de mí, dejando un rastro de besos y mordiscos por todo mi cuerpo.
Por el amor de Dios, ¡basta!
Obito besa mis pechos y mi cuello hasta llegar a mi boca, se aparta brevemente y me mira unos segundos antes de invadir mi boca sin pedir permiso. Una de sus manos aprieta mi culo mientras la otra sujeta mi cuello con fuerza, nos chupamos la lengua con fervor y deseo hasta quedarnos sin aire.
- Puedes llegar a decir que me odias, pero tu cuerpo dice lo contrario. - me susurra roncamente al oído.
Le odiaba por hacerme sentir tantas cosas, y me odiaba a mí misma por ser débil y ceder a sus caricias.
Estaba perdida y a merced de un 𝙢𝙖𝙛𝙞𝙤𝙨𝙤.
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𝗢𝗕𝗜𝗧𝗢 𝗨𝗖𝗛𝗜𝗛𝗔 𝗢𝗡𝗘-𝗦𝗛𝗢𝗧
Short StoryMini historia de Obito Uchiha + 18 No hago pedidos No hago contenido yaoi